La leyenda de Tadej Pogacar sigue creciendo. El ciclista esloveno ha ganado el Tour de Flandes con un poderío descomunal, después de incontables ataques para intentar descolgar a Mathieu Van der Poel, su gran rival en las grandes clásicas. El mejor ciclista del mundo demarró una y mil veces hasta que en el último paso por el viejo Kwaremont se marchó en solitario camino de su segunda victoria en el Tour de Flandes y ya su octavo monumento. Llegó al Paterberg con cerca de medio minuto de ventaja y logró aumentar esa renta con el viento en contra para llegar triunfal a la meta. De otro planeta. Sencillamente destrozó a todos sus rivales.
Contó Pogacar que su estrategia para este año, sabedor de la fortaleza de Van der Poel en las grandes clásicas. Y así fue. No dejó de atacar en ningún momento, hasta que dio el golpe definitivo a la carrera. El resto de equipos intentó jugar distintas estrategias desde lejos, pero, llegada la hora de la verdad, nadie pudo ni siquiera soñar con derrotar al campeón del mundo. El ciclista eslovaco vive a golpe de exhibiciones y hoy ha reventado a todos, uno a uno, hasta que emprendió su marcha victoriosa hasta la meta. Hoy ha vuelto a regalarnos un portentoso recital.
Un año más, el Tour de Flandes ha sido una carrera intensa y emocionante desde muy, muy lejos de meta. La primera escapada de del día la formaron Rory Townsend (Q36.5), Connor Swift (Ineos), Marco Haller (Tudor), Alessandro Romele (XDS Astana), Victor Vercouillie (Flanders-Valoise), Elmar Reijnders (Jayco-AlUla), Timo Roossen (Picnic-PostNL), Sean Flynn (Picnic-PostNL) y Jens Reynders (Wagner Bazin).
A 126 kilómetros de meta se produjo una caída en la que se vio envuelto Matthieu Van der Poel (Alpecin-Deceuninck), pero el corredor neerlandés logró reintegrarse. En el Molenberg, a más de 100 kilómetros de enero, con los escapados a apenas dos minutos, empezó el baile en el grupo principal. Se movieron Tiesj Benoot (Visma-Lease a Bike), Vito Braet (Intermarché Wanty), Stefan Küng (Groupama-FDJ) y Davide Ballerini (XDS Astana). A 97 kilómetros del final atacaron Filippo Ganna (Ineos), Quinten Hermans (Alpecin-Deceuninck), Matteo Trentin (Tudor) y Daan Hoole (Lidl-Trek). Este movimiento obligó al UAE a tirar del grupo principal. Hubo agrupamiento de los fugados de los distintos cortes en cabeza y se formó un grupo de trece con mucho nivel y buen entendimiento.
A 58 de meta, cuando se acercaba el viejo Kwaremont, se disparó la tensión en el grupo principal y el Visma de Van Aert aceleró la carrera. Allí atacó por primera vez, poderoso, Pogacar. A su rueda se pegaron Van Aert, Matteo Jorgenson, Van der Poel y Mads Pedersen (Lidl-Trek). Empezó entonces la tónica habitual hasta la mera: ataques explosivos, pequeños parones, reagrupamiento, nuevos ataques… Todo hasta que Pogacar sentenció la carrera a su manera, a lo grande. En el Paterberg quien aceleró fue Van der Poel y sólo Pogacar pudo responder a ese ataque en un primer momento, aunque después llegó también a su altura Pedersen y, al rato, también Van Aert, Jorgenson y Jasper Stuyven, compañero de Pedersen. Se juntaron después Neilson Powless (EF), Yevgeniy Fedorov (XDS Astana) y Arjen Livyn (Lotto).
En el Koppenberg, misma historia, atacó Pogacar y, de nuevo, se fueron solos él y Van der Poel. Enlazaron con Ganna, Trentin, Benoot, Ballerini y Küng, que todavía seguían en cabeza. Al poco se unieron a ellos Haller, que también venía en la fuga inicial, los dos Visma (Van Aert y Jorgenson) y los dos Lidl-Trek (Pedersen y Stuyven).
En el Taaienberg volvió a apretar Pogacar y a su rueda se volvieron a pegar Van der Poel y Pedersen. Los tres abrieron hueco y tenían cerca de 15 segundos de ventaja a 36 kilómetros del final. En su persecución quedó un quinteto con Van Aert, Jorgenson, Benoot, Küng y Stuyven. En el Kruisberg llegó el enésimo ataque de Pogacar, que descolgó a Pedersen. Pero, otra vez, al poco volvieron a enlazar Stuyven, Van Aert y el propio Pedersen.
Justo antes del último paso por el viejo Kwaremont atacó Van Aert, consciente de que no podía esperar a tener un mano a mano con Pogacar y Van der Poel. Lo intentó el ciclista belga y es de agradecer, pero definitivamente está este año un punto por debajo de los otros dos grandes astros del ciclismo mundial. No le costó lo más mínimo a Pogacar superar a Van Aert, primero, y descolgar después a Van der Poel, para irse en solitario. Y el resto es historia. Historia gloriosa y monumental de Tadej Pogacar, el caníbal del siglo XXI, el mejor ciclista del mundo y firme candidato a mejor ciclista de todos los tiempos. Pedersen se impuso en el sprint por la segunda plaza por delante de Van der Poel. El español Iván García Cortina terminó en el top 10.
Comentarios