Plapp vence, Ulissi lidera y Ayuso ataca



Primoz Roglic recuperó ayer la magia rosa casi por accidente. El ciclista esloveno no tenía especial interés en volver ponerse de líder tan pronto, para evitar más trabajo del necesario para su equipo y también porque él sabe mejor que nadie que lo importante es vestir el maillot de líder el último día. Ahí está el recuerdo de lo que le pasó en aquel Tour que creía ganado y que terminó perdiendo de forma sorprendente en la penúltima etapa ante Tadej Pogacar. Así que hoy el Red Bull-Bora de Roglic ha dejado hacer a la fuga del día y no ha lamentado lo más mínimo ceder el rosa. Queda mucho hasta llegar a Roma. Y en ese camino, parece claro que Juan Ayuso (UAE), que hoy ha vuelto a moverse en dos ocasiones, quiere ser el gran rival de Roglic en la lucha ole la maglia rosa final. 

Con el visto bueno del pelotón, ya que el Red Bull-Bull no quiso defender su liderato y ningún otro equipo endureció la carrera en el pelotón, la escapada del día ha sido numerosa y de mucho nivel. La han formado Andrea Vendrame (Decathlon AG2R La Mondiale), Georg Steinhauser (EF Education-EasyPost), Romain Bardet (Picnic PostNL), Lorenzo Fortunato (XDS Astana), Jonathan Lastra, Sylvain Moniquet, Stefano Oldani (Cofidis), Nicolas Prodhomme(Decathlon AG2R La Mondiale), Marco Frigo (Israel-Premier Tech), Davide Formolo (Movistar), Damien Howson(Q36.5), Koen Bouwman y Luke Plapp (Jayco AlUla), Wilco Kelderman, Dylan Van Baarle (Visma | Lease a Bike), Igor Arrieta(UAE Team Emirates-XRG) y Diego Ulissi (XDS Astana). 

Ha habido constantes ataques entre ellos, fugas de la fuga, como diría el clásico. En la lucha por la etapa, Plapp se fue en solitario muy lejos de meta y ninguno de sus compañeros de fuga fue capaz de echarle mano. Es la primera victoria en una gran vuelta del ciclista australiano de 24 años, que es el vigente campeón nacional contrarreloj. 

La lucha por la maglia rosa fue peculiar, ya que los dos ciclistas mejor clasificados de la fuga, Fortunato y Ulissi, eran del mismo equipo, el XDS-Astana, y además estaban muy igualados en la general, lo que provocó una singular batalla entre ambos durante toda la etapa. Al final, Ulissi, que terminó tercero en meta, terminó asaltando la maglia rosa. Eso sí, por la mínima y con emoción hasta el final. Si vestir de rosa en el Giro es especial para cualquier ciclista, no digamos ya para un ciclista italiano. Especial para él y para los tifosi, que llevaban tres años sin ver a un compatriota liderar su carrera. 

Un día después de que Ayuso disparara la ilusión de los aficionados y del gran público en España, como acredita la hiperbólica portada de Marca, que se agradece porque siempre está bien que el ciclismo se asome de cuando en cuando a espacios generalmente copados por el fútbol, hoy ha sido uno de los protagonista de la etapa otro joven talentoso, Igor Arrieta, coequipier de Ayuso en el UAE. A 22 años, el ciclista navarro, hijo del exciclista José Luis Arrieta, no solo entró en la fuga del día, sino que además no se resignó y saltó a 20 kilómetros de meta. Dejó atrás a Ulissi y a Kelderman, con quienes componía para entonces el terceto perseguidor, pero Plapp contaba ya con una ventaja superior al minuto. No pudo llegar a soñar con el triunfo de etapa, y de hecho te robó siendo alcanzado de nuevo, pero dejó claros su talento y su ambición. Ha concluido cuarto en meta. Sensacional. 

En el pelotón, aunque la etapa ya estaba más que decidida por delante, en los repechos finales lo probó Tom Picock (Q36.5) y respondió en primera persona con una enorme solvencia Ayuso, crecido tras la victoria de ayer, mientras que Roglic aguantó con calma. Ese acelerón llegó a poner en riesgo el liderato de Ulissi, pero hubo parón en el gran grupo. Ayuso todavía tenía reservada otra sorpresa, porque atacó en la recta final y logró picar apenas un segundo en meta. Es decir, ahora está a tres segundos de Roglic. Fue un movimiento muy a última hora, más con la intención de poner nervioso al esloveno y de mostrar su ambición que de sacar realmente mucho tiempo. No era posible hacerlo. En todo caso, lo relevante del acelerón de Ayuso es que confirma lo enchufado que está en la carretera y que quiere ir a por todas. No creo que haya que magnificar ese movimiento, no para bien ni para mal. Es decir, no creo que muestre que le falta sangre fría (es un esfuerzo muy contenido, un sprint, sin más), pero tampoco que tiene el Giro poco menos que en el bolsillo. Calma. 

Esta noche será fiesta en el hotel de varios equipos. Desde luego, en el del Jayco-AlUla, por el triunfo parcial de Plapp, pero también, sin duda, en el del XDS-Astana, ya que no sólo coloca a Ulissi como líder, sino que Fortunato se pone segundo en la general a 12 segundos de su compañero. Roglic pasa a ser tercero a 17 segundos; Ayuso, cuarto a 20 segundos; Isaac del Toro, quinto a 26 segundos y Antonio Tiberi, sexto a 44 segundos

Mañana sigue la fiesta, con una mini Strade Bianche, con final en Siena tras cinco tramos de sterrato. Aunque suena ya a cliché, y un poco lo es, la jornada de mañana es de esos días en los que no se puede ganar la carrera, pero sí se puede perder. Es fundamental para los hombres de la general salir vivos de la etapa de mañana. Por su tensión, su dureza y su mayor riesgo, por esos tramos sobre tierra, es un día clave para la lucha por la maglia rosa. 

Hoy también se ha disputado la segunda etapa de la Itzulia femenina, que se ha resuelto al sprint y en la que se ha vuelto a imponer Mischa Bredewold (SD Worx). 

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