Groves gana el pletórico fin de fiesta de la Vuelta de Kuss en Madrid


A veces las reglas están para incumplirlas y hoy ha saltado por los aires una de las reglas no escritas de las carreras ciclistas de tres semanas, ésa que dice que la etapa final es un homenaje al vencedor y se resuelve irremediablemente al sprint tras alguna escapada en el circuito final sin la menor opción de vencer. Resulta que en esta Vuelta extraña, la etapa más emocionante de la carrera, o casi, ha sido la jornada final en Madrid, la que casi nunca tiene emoción hasta los metros finales y parece condenada a un final al sprint sin más sorpresas. 


Madrid, que acoge la etapa final de la Vuelta casi todos los años, ha vivido hoy el mayor espectáculo ciclista en la capital en muchos, muchos años. Un fin de fiesta portentoso para una carrera que ha ganado más que meritoriamente Sepp Kuss, consumando así el triunfo en la Vuelta del gran gregario de lujo, y al que han acompañado en el podio final sus compañeros en el Jumbo-Visma Jonas Vingegaard y Primoz Roglic


La etapa de hoy la ha ganado Kaden Groves, el rey de las llegadas masivas en esta Vuelta, pero no lo ha hecho ganando al sprint, no un sprint al uso, al menos. Atacaron casi nada más empezar el circuito final Nico Denz y Lennard Kämna, del Bora, junto a Rui Costa, del Intermarché Wanty. Luego se unieron a la fiesta Filippo Ganna (Ineos), Kaden Groves (Alpecin) y Remco Evenepoel (Soudal-Quick Step, los tres, vencedores de etapa en esta Vuelta, al igual que Kämna y Costa. Fiesta asegurada. 


El sexteto cabecero no llegó a tener más de medio minuto de ventaja sobre el grupo principal, pero dada la potencia y la calidad de los seis fugados, todos ellos muy comprometidos con la intentona, parecía claro que el pelotón no lo tendría nada fácil. El Emirates de Molano, ganador de una etapa en esta Vuelta, junto a equipos como el DSM de Alberto Dainese (vencedor de otra etapa) o el Movistar de Iván García Cortina lo dieron todo para darles caza, pero seguían ahí, a unos 15 segundos, cuando empezó la última vuelta. 


Apretó el pelotón, contemporizaron un poco los fugados, pensando en la etapa, y el gran grupo se les echó encima, pero no lo suficiente como para echar abajo la extraordinaria fuga por las calles de Madrid. Arrancó, portentoso, soberbio, Remco Evenepoel, y tras él se fueron Groves, que terminó ganado, y Ganna, vencedor de la contrarreloj de Valladolid, que ha rozado varías victorias de etapa en esta Vuelta. Entre ellos tres suman siete etapas de esta edición de la carrera, las tres de Evenepoel (ganador también de la montaña y de la combatividad), las tres de Groves (que se lleva igualmente la regularidad) y la de Ganna. 


El Jumbo-Visma, vencedor de la clasificación por equipos, acumula además de los tres primeros puestos de la general, cinco etapas: dos de Roglic, otras dos de Vingegaard y una de Kuss. Completan el corto listado de triunfadores de etapa el DSM, ganador de la crono por equipos en Barcelona con la que comenzó la carrera; los cazaetapas Andreas Kron, Jesús Herrada y Rui Costa; el veterano Geoffrey Soupe, que a sus 35 años se llevó una sorprendente victoria al sprint; los velocistas Dainese y Molano y el también ganador de etapa en el Tour Wout Poels. Y eso es todo. Siempre es caro ganar una etapa en una gran vuelta, esta vez ha sido carísimo y ha estado al alcance de muy pocos corredores. 


Otros nombres que merecen aparecer en esta crónica final de la Vuelta son Lenny Martínez, el jovencísimo ciclista del Groupama que vistió de líder en la prueba; Juan Ayuso, Mikel Landa y Enric Mas, que han terminado cuarto, quinto y sexto en la general, lejos en todo momento de los inalcanzables Jumbo-Visma; el joven más que prometedor Cian Uijtdebroeks, que ha terminado octavo en la general; Cristian Rodríguez, puesto decimotercero en la general y presente en multitud de fugas; Marc Soler, que ha hecho una Vuelta magnífica al servicio de sus líderes y ha llegado a acariciar triunfos de etapa; Romain Bardet, que ha estado muy presente en la carrera en todo momento y que confirma que suele sentirse más liberado en cualquier carrera distinta al Tour, y por último Steff Cras, corredor belga del TotalEnergies que casi sin aparecer en pantalla en ningún momento de la carrera salvo el día de la fuga camino de Javalambre ha terminado undécimo. 





Empezamos esta Vuelta hace tres semanas contando que Barcelona acogía la salida de la carrera por primera vez desde los años 60. Hasta esa época hay que remontarse también para encontrar algún antecedente de la hazaña protagonizada por el Jumbo-Visma en esta edición de la carrera. Bueno, de la gran, gran hazaña, la de vencer las tres grandes vueltas el mismo año, no hay antecedente alguno. Jamás antes en la historia del ciclismo un mismo equipo había ganado el Giro, el Tour y la Vuelta. Nunca. Lo ha logrado el imponente equipo neerlandés con el Giro de Primoz Roglic, el Tour de Jonas Vingegaard y la Vuelta de Sepp Kuss, gregario de ambos, cuya victoria ha ilusionado a los aficionados y a la familia del ciclismo, por lo buen tipo que parece y por el hecho de ser un gregario, más acostumbrado a esforzarse para victorias ajenas que a celebrar triunfos propios. 


Kuss entró en una fuga bidón en la sexta etapa de la carrera, camino de JavalambreLa presencia en esa fuga del estadounidense, el segundo que gana la Vuelta tras Horner, fue la clave de esta Vuelta. El Jumbo-Visma pasaba a tener  tres lideres. A partir de ahí, Kuss demostró que a los rivales del equipo neerlandés les iba a resultar muy complicado recortar los más de tres minutos que sacó gracias a esa escapada, en la que se impuso como ganador de la etapa y de la que no salió líder, porque quedó a ocho segundos en la general de Lenny Martínez, pero sí como un ciclista capacitado para seguir arriba en la general hasta muy avanzada la prueba.


El Jumbo-Visma ha tiranizado la carrera. Camino del Angliru parecía que el equipo daba libertad a Roglic y Vingegaard para atacar a su propio compañero, pero al día siguiente demostraron que iban a respirar su liderato. Se lo merecía. Kuss se convierte así en el segundo ciclista de la historia en correr las tres en la misma temporada y ganar una de ella, tras Gastone Nencini en 1957.


La única vez que un mismo equipo había copado los tres puestos del podio en la Vuelta fue en 1966, cuando lo logró el KAS-Kaskol con Francisco Gabica, Eusebio Vélez y Carlos Echeverría. En realidad, el conjunto español logró seis de los primeros siete puestos de la geberal. En todo caso, si de por sí las comparaciones con fechas tan remotas sirven de poco, porque ese ciclismo era otro deporte, en este tema es aún más inútil, porque la Vuelta de entonces era fundamentalmente una carrera nacional y no la prueba internacional que atrae a grandes estrellas de todo el mundo. 


Le pese a quien le pese, y a la carrera no le faltan sus haters, la Vuelta es una prueba de primer nivel que este año, no podemos no mencionarlo, ha vivido también momentos duros para la organización, como las lógicas protestas de los ciclistas por correr de noche en la crono por equipos de Barcelona del primer día o las decisiones dudosas de neutralizar los tiempos en varias etapas posteriores, en las que dio la impresión de que la organización quería congraciarse con los corredores, hacerse perdonar por lo ocurrido el primer día. La Vuelta ha dejado varias imágenes negativas que ningún organizador desea. No es un drama insalvable, pero sí es algo que conviene tomarse en serio y tomar nota para el futuro. 


Por cierto, esta Vuelta ha sido la última de Luis León Sánchez, leyenda viva de este deporte, que colgará la bicicleta al final de esta temporada. Ganador de cuatro etapas en el Tour, de dos Clásicas de San Sebastián y de una París-Niza, a sus 39 años se retira un corredor sensacional, de los que más clase ha mostrado encima de una bicicleta, un ciclista con olfato e insultante calidad. Un grande al que se echará de menos y que ha podido terminar esta Vuelta rara tras sufrir una caída a falta de dos días para el espectacular desenlace de hoy en Madrid. 

Comentarios

Javier ha dicho que…
Alberto, extraordinaria crónica final. Muchas gracias por las crónicas diaria que nos ayudan a estar más informados del ciclismo. Sigue así. Gracias