Recuerdos ciclistas (XXXIV): El día que Intxausti se vistió de rosa

Mayo es tiempo de Giro y, por lo tanto, sinónimo de multitud de recuerdos ciclistas. Uno de ellos, el día en el que Beñat Intxausti se vistió de rosa en la carrera italiana. Fue la séptima etapa del Giro de 2013. El corredor vasco del Movistar estaba bien situado en la general gracias al segundo puesto de su equipo en la crono por equipos que había marcado las primeras diferencias entre los favoritos. Era la clásica etapa del Giro, llena de trampas, propicia para los ataques y las emboscadas. 


Intxausti no se metió en la escapada del día, que formaron  Ligthart (Vacansoleil), Sella (Androni), Tamouridis (Euskaltel), Tjallingii (Blanco), Rollin (FDJ) y Hansen (Lotto). Tampoco ganó la etapa, ya que la victoria parcial aquel día fue para Adam Hansen, el mejor de la fuga. Pero sí logró entrar en la meta de Pescara en el grupo de favoritos, algo que no consiguieron ni Luca Paolini, que era el líder en la salida, ni Bradley Wiggins, el líder del todopoderoso Sky, que estaba mejor clasificado que él. 

Eso le permitió a Intxausti ponerse líder de la carrera, por delante de Vincenzo Nibali, a quien sacaba cinco segundos, y de Ryder Hesjedal, a ocho. 

Al día siguiente se disputó una crono larga que apeó a Intxausti de su posición como líder de la carrera, pero su gloria en aquel Giro no terminó ahí, ya que también ganó una etapa. A la gloria efímera pero inolvidable de la maglia rosa le siguió, días después, esa victoria parcial muy disputada y meritoria. Intxausti ganó ante Kangert y Niemiec, logrando certificar un Giro perfecto tanto para él como para el Movistar, ya que la escuadra española logró otros dos triunfos de etapa, gracias a Dowsett y a Visconti

Aquel Giro de 2013, inolvidable para Intxausti, lo ganó Vincenzo Nibali, por delante de Rigoberto Urán y de Cadel Evans

Para Inxtausti el triunfo de etapa en ese Giro fue la victoria de más importancia, junto a la etapa que también se llevó en el Giro dos años después. Además de esos triunfos, cuenta en su palmarés con una etapa de la Vuelta a Asturias de 2010 y el Tour de Pekín de 2013, en el que ganó dos etapas. Ni la salud ni la suerte han acompañado al ciclista vasco, que pasó a las filas del Sky, hoy Ineos, en 2016, y que la temporada pasada colgó la bicicleta tras un año en el Euskadi-Murias. Un ciclista con clase que vivió en el Giro algunos memorables días de vino y rosas. 

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