Recuerdos ciclistas (XLIV): La Vuelta de Ullrich

El progresivo regreso a la normalidad nos permite hablar cada vez más de la actualidad ciclistas, de los planes de los organizadores, los ciclistas y los equipos para la temporada comprimida que se empezará a disputar a partir de julio, si el coronavirus lo permite. Es una gran noticia, pero nos resistimos a despedirnos aún de los Recuerdos Ciclistas, este espacio de memoria que nos ha ayudado a hacer más llevadero el confinamiento, a la espera de que vuelvan las competiciones y la vida normal de una vez por todas. 


Ya hemos viajado a la Vuelta de 1999 en otras ocasiones, como cuando rememoramos la victoria del Chava Jiménez en la cima del Angliru, que aquel año se subía por primera vez. Hoy hablaremos del ganador de aquella edición de la ronda española, el alemán Jan UIllrich. Fue uno de los mayores logros de su carrera deportiva, junto al Tour de Francia de 1997. Ullrich fue el gran rival de Lance Armstrong en buena parte de sus Tour. Un ciclista aguerrido, que asentaba su dominio de las carreras en la lucha contra el reloj, pero que resistía bien en la montaña. 

En la Vuelta de 1999, sin duda, Ullrich era el corredor extranjero que más opciones tenía de alzarse con la victoria. La ronda española siempre ha buscado que en la carrera tengan protagonismo los ciclistas locales, pero también que siempre haya algún gran corredor de fuera que aspire a la victoria, el adversario de nivel que se lo ponga difícil a los ídolos locales. De salida, Abraham Olano, el Chava Jiménez, Roberto Heras e Igor González de Galdeano partían como los ciclistas españoles con más opciones de victoria. 

Ullrich llegó a aquella Vuelta sin ninguna victoria. La razón fue una caída que le impidió correr el Tour de aquel año. Su idea inicial era preparar el Mundial en  la ronda española, pero como ocurre con frecuencia con los grandes campeones, el alemán fue entrando en la carrera y, cuando se quiso dar cuenta, subió al podio final de Madrid como vencedor absoluto. Ullrich ganó la primera etapa de montaña, la quinta, por delante de Olano, que se vistió de líder. Al día siguiente, Olano amplió su ventaja respecto al alemán en una contrarreloj de 46 kilómetros en Salamanca. 

Una caída de Olano en la etapa del Angliru, que le obligó a retirarse finalmente en la etapa 13, situó a Ullrich al frente de la general. Ya nadie sería capaz de destronarle de ese puesto, y no fue por falta de ganas, ya que sufrió ataques de, entre otros, el Banesto del Chava y del equipo ONCE. Pero nadie pudo arrebatarle el maillot amarillo al corredor alemán, que sentenció la carrera en la crono del penúltimo día, en El Tiemblo, donde se llevó la victoria. Al final aventajó en más de cuatro minutos a Igor González de Galdeano y en cerca de seis minutos a Roberto Heras. Ese año, por cierto, Ullrich también se proclamó campeón del mundo contrarreloj. 

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