Otro joven sobradamente preparado del que ya no podemos decir que tiene un gran futuro por delante, porque su gloria ya es muy presente es Marc Hirschi. El corredor suizo del Sunweb ha sido, sin duda, uno de los ciclistas más carismáticos del año. Si algo valoran los amantes del ciclismo es la valentía y el espíritu atacante de esos corredores que nunca se rinden, que viven escapados y con constante hambre de victoria. Hirschi persiguió de forma incansable una victoria en el pasado Tour de Francia, que finalmente encontró en la duodécima etapa, tras haberla acariciado un par de veces antes, una de ellas, cazado muy cerca de meta tras una fuga larguísima.
Esa victoria de etapa en el Tour, fue la más especial de la temporada para el ciclista suizo. Ganó en solitario, tras haber luchado más que nadie por conseguirlo (con permiso de Sagan, que también se batió a diario). Fue uno de esos triunfos que celebra todo el mundo, casi, casi hasta los rivales, porque todos reconocen su merecimiento indudable. Por esa actitud aguerrida y ofensiva, Hirschi subió al podio final de París como el ciclista más combativo de la carrera.
El ciclista suizo también fue protagonista en el Mundial de Imola, donde se dejó ver y estuvo en la pomada. Finalmente se llevó la medalla de bronce.
Hirschi redondeó su año con una gran victoria en la Flecha Valona, donde sucedió a Valverde y Alaphilippe, los dos grandes dominadores de la prueba en las últimas ediciones. El corredor del Sunweb controló a la perfección la carrera y se impuso en la subida final al muro de Huy, después de una cabalgada valiente de Mauro Vansevenant, joven ciclista belga que sufrió una caída a tres kilómetros de la menta cuando conservaba una renta de medio minuto con el pelotón.
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