Ha sido un día raro (y soso) hoy en el Tour. Una jornada de esas que quizá sólo recordarán su vencedor, Tim Merlier (Soudal-Quick Step); su gran damnificado, Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck), que tuvo que abandonar por culpa de una caída, y los ciclistas que se vieron envueltos en varias caídas en su tramo final.
Para empezar, ha sido una etapa en la que no hubo ninguna escapada durante muchos kilómetros, lo cual es, afortunadamente, poco habitual, porque casi siempre lo intenta algún componente de los equipos más modestos, aunque sólo sea para dejarse ver. Esta vez, salgo alguna tímida intentona al comienzo, no hubo fugas. Hoy el pelotón se lo tomó con calma, como si hubieran querido todos darse una tregua tras las intensas dos primeras etapas del Tour, como si hubieran recordado de golpe que aún les quedan tres semanas por delante.
Sólo empezó a acelerarse el ritmo del pelotón cuando se acercó el sprint intermedio, donde Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck), ganador del primer día y líder de la regularidad, se fue al suelo y se vio obligado a abandonar la carrera. Philipsen se cayó a menos de 200 metros del sprint intermedio, tras chocarse con Bryan Coquard (Cofidis). Jonathan Milan (Lidl-Trek) se llevó el triunfo esa meta volantes en la que Binian Girmay (Intermarché-Wanty) se situaba como líder virtual de la clasificación por puntos tras la retirada de Philipsen.
Después, en otro movimiento inusual, atacó el solitario Tim Wellens (UAE). Tras un primer momento de desconcierto, entendimos que la única finalidad del movimiento era pasar el primero en la última cota del día y así quitarle el maillot de la montaña a su líder, Tadej Pogacar, quien prefiere ahorrarse el protocolo del podio y poder volver antes al hotel tras la etapa. Dicho y hecho. El campeón belga tomó casi dos minutos con inusitada facilidad, pero levantó el pie en cuanto logró su objetivo. Fue toda una demostración de fuerza del UAE.
Tras dejarse cazar Wellens, el pelotón volvió a ocupar todo el ancho de la carretera, con los equipos de los velocistas preparados para el sprint que se avecinaba y las escuadras de los hombres de la general pendientes para tener a sus líderes bien situados. Eso sí, nada que ver con el trepidante ritmo de ayer. Hoy todo ha ido con mucha más calma. En el tramo final de la etapa, camino de Dunkerque, se esperaba que apareciera el viento, pero esta vez no hubo abanicos. Ni viento ni ganas de mucho ajetreo en el gran grupo.
Quedaba sólo el sprint, único aliciente del día. En ausencia de Philipsen, ganador del primer día, fue un desenlace un tanto caótico, sobre todo, después de una montonera que se produjo a tres kilómetros del final, ya dentro del tramo de tiempos neutralizados de cara a la general, en la que se vio afectado Remco Evenepoel (Soudal-Quick Step). El Lidl-Trek de Jonathan Milan puso orden al frente del grupo y lanzó la volata, en la que el velocista italiano estuvo cerca de romper la sequía del país transalpino en el Tour, pero terminó siendo derrotado por Tim Merlier (Soudal-Quick Step).
El ciclista belga se impuso en meta después de una caída en la curva final muy adelante en el pelotón, en la que se cayeron, entre otros, Bryan Coquard (Cofidis) y Arnaud De Lie (Lotto). El campeón de Europa logró ganar por la mínima ante Milan. Con la de hoy son ya 11 las victorias de Merlier esta temporada.
Por cierto, como cada 7 de julio, los ciclistas y miembros del staff del Movistar han posado hoy con sus pañuelos rojos, para recordar el origen navarro de la estructura en el día de San Fermín. Un clásico en el Tour.
Mañana, etapa con final en Rouen tras varias ascensiones de tercera y cuarta categoría lo suficientemente cerca de meta como para ver un final intenso, aunque los favoritos posiblemente guardarán fuerzas para la contrarreloj del miércoles. Mathieu Van der Poel (Alpecin-Deceuninck) seguirá vestido con el maillot amarillo de líder un día más.
Hoy también se ha disputado la segunda etapa del Giro femenino, que dejó el primer final en alto. La ascensión a Aprica ha puesto a prueba a las favoritas, que se han visto sorprendidas por un ataque lejano de Anna Henderson (Lidl-Trek) y Dilyxine Miermont (Ceratizit). Las dos se entendieron bien y lograron llegar a la meta en cabeza. La corredora británica del Lidl-Trek logró su primera victoria en una carrera WorldTour, que además le permitió asaltar la maglia rosa de líder, que defendió en primera persona Marlen Reusser (Movistar).
Ha sido significativo ver qué favoritas han llegado en el grupo de Reusser, entre las que han estado Anna Van der Breggen (SD Worx), Soraya Paladin (CANYON//SRAM zondacrypto), Elisa Longo Borghini (UAE Team ADQ) Ashleigh Moolman (AG Insurance – Soudal Team), Juliette Labous (FDJ – SUEZ) y Yara Kastelijn (Fenix-Deceuninck). No ha sido el caso de Évita Muzic (FDJ-Suez), Lotte Kopecky (SD Worx) y Marianne Vos (Visma-Lease a Bike), entre otras, que se dejaron más de dos minutos.
Reusser pasa ahora a ser segunda en la general, a 15 segundos de Henderson, mientras que Longo Borghini, la vigente ganadora de la prueba, es tercera a 31 segundos y Van der Breggen, cuarta, a 35.
Mañana, etapa llana destinada al sprint en la que Lorena Wiebes (SD Worx) partirá como gran favorita.
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