Contador, al ataque

Cuando todos esperábamos ver a Philipe Gilbert en una llegada que le iba como anillo al dedo, fue Alberto Contador quien animó, y de qué manera, los últimos kilómetros de la cuarta etapa del Tour de Francia con final en el Muro de Bretaña. Puro espectacúlo similar al que vimos en una etapa de la primera semana del Giro de Italia en la que el ciclista español también atacó en el final que acababa en un repecho parecido al de ayer. Alberto Contador fue preguntado en la salida sobre la posibilidad de intentar sorprender y recortar tiempo en la etapa de hoy, tal y como hizo entonces en la ronda italiana, pero el español guardó sus armas y dijo que el factor sorpresa era menor en el Tour y que no sería posible hacer algo similar. Eso sí, afirmó que estaría pendiente a ver cómo podría llegar al final. Acabó segundo a pocos centímetros de Cadel Evans, vencedor de la etapa de ayer y quizás uno de los más fuertes en este comienzo de Tour de Francia.

El día tuvo, como casi siempre, su escapada con cinco protagonistas que lograron llegar bastante lejos, pero no lo suficiente como para jugarse entre ellos la victoria de etapa. Entre los fugados se encontraban, de nuevo, dos españoles: Izaguirre del Euskaltel y Erviti de Movistar. Los dos equipos españoles están muy activos en este comienzo de Tour y se están dejando ver en la primera semana. Tanto ellos dos coo sus compañeros de fuga vieron cómo, poco a poco, el gran pelotón, comandado casi en todo momento por el Omega Pharma Lotto de Gilbert, se les iba echando encima. Un día más se quedarían con la miel en los labios los valientes que desafían al gran grupo. Se preveía un final de etapa excepcional, pues todos los equipos querían situar bien a sus líderes y se veía muy activo a corredores de primer nivel como Contador. Al entrar en meta, el español declaró que estaba esperando un ataque de Gilbert pero, como éste no llebaga, decidió ser él quien desatará las hostilidades y lanzó un potente ataque que no pudo seguir Andy Schleck, entre otros.

Con este primer arreón a poco más de dos kilómetros de meta, Alberto Contador demostraba, por si alguien tenía dudas de ello, que va a luchar de principio a fin por alzarse con la victoria final en París. Siendo como es un gran campeón, quiso ir a por la victoria parcial de etapa y bien cerca estuvo de lograrlo. Cuando el español entró en meta levantó un brazo, pero quizás más en señal de lamento que de victoria. No era fácil ver quién había ganado la etapa, pero rápidamente pudimos comprobar que el autraliano Evans iba a ser quien subiera al podio como vencedor de la etapa. No se recuerda que tan pronto, de no ser por caídas o averías, haya habido en el Tour tal presencia de grandes favoritos al triunfo final en la primera semana de carrera. Esto es lo que queremos ver, a los grandes disputando etapas que, a priori, no estaban llamadas a ser coto de los favoritos sino de gente como Gilbert.

Muy bien estuvo también ayer Samuel Sánchez. Las malas noticias que nos llegaron la primera etapa de nuestros dos grandes ciclistas para la general, Contador y Samuel Sánchez, mutaron ayer en confianza y optimismo. Lo del primer día fue sólo cuestión de mala suerte, pero lo de ayer demostró que están muy enchufados a la carrera y con ganas de remontar tiempo en cada ocasión que se les ponga por delante. Samuel acabó octavo en la etapa. Junto a Evans, Contador y Samuel, entraron corredores de la talla de Vinokourov, Uran, Gilbert, Hushovd, Frank Schleck, Van Den Broeck y Klöden. A partir de ahí, el resto de corredores perdieron tiempo con respecto a ellos. Por ejemplo Basso se dejó seis segundos y Andy Schleck, ocho. Es poco tiempo, pero menos da una piedra y poco más se podía esperar de un kilómetro. Es una renta más importante en lo anímico que otra cosa, pero hará que Schleck tenga claro que no se puede confíar, que queda mucho Tour y que esto no ha hecho más que empezar.

Tampoco se pueden sacar grandes conclusiones de la no presencia de Andy en el grupo de Contador. Quizás sea muy precipitado y hasta poco serio sacar conclusiones de lo visto ayer. Desde luego, si pudieramos hacerlo, diríamos que Evans está siendo el más fuerte de este comienzo de temporada. Es segundo en la general y ha sido una vez segundo de etapa y otra vencedor. Se le ve muy fuerte y conectado a la carrera. Ya había declarado que ésta era su última gran ocasión de ganar el Tour y no la quiere dejar pasar. Es cierto que muchos aficionados no se entusiasman en exceso con Evans por aquello de que no ataca mucho y es más de dejarse llevar, pero nadie puede dejar de reconocer que es un corredor muy a tener en cuenta y que está demostrando que llega al Tour en un estado de forma excepcional. ¿Tanto como para darle como gran favorito para ganar la carrera? Es muy pronto para afirmar tal cosa, pero es él quien tiene más ventaja respecto al resto.

José Joaquím Rojas sigue siendo el líder de la clasificación de la regularidad, por lo que hoy también vestirá el maillto verde. En meta declaró que mantener este maillot era su objetivo y lo ha logrado con una nueva gran actuación al terminar en el segundo grupo que entró en meta, sólo por detrás de Wiggins. Destacable también la actuación de Hushovd. Tal y como se puso el final de etapa de ayer, con los primeros espadas en la pelea, no era fácil conservar el liderato, sobre todo teniendo en cuenta que tenía a Evans acechándole a un segundo. Hushovd, no obstante, consiguió mantener la túnica de líder y vestirá un día más de amarillo. La etapa de hoy es propicia, en un principio, para una llegada masiva en la que las opciones españolas volverán a pasar por Rojas.

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