Duelo Schleck-Evans

Llegando a la penúltima etapa del Tour de Francia, parece que todo es cosa de Andy Schleck, quien dio ayer un recital prodigioso camino del Galibier, y Cadel Evans, el único de los favoritos que mantuvo el pulso con el líder del Leopard para mantener opciones de victoria. Todo lo que no sea un triunfo de Evans o de Andy Schleck en París será una sorpresa para mí, pero también es verdad que nadie esperaba un ataque como el del luxemburgués en el día de ayer, por lo que nadie nos dice que hoy no vaya a haber batalla desde antes del último puerto. En todo caso, Damiano Cunego es el quinto clasificado, detrás de los Schleck, de Evans y de Voeckler, pero se encuentra a 3:46 del francés. Las diferencias con respecto al líder son las siguientes: a 15 segundos está Andy Schleck, a 1:08 se encuentra su hermano Frank y a 1:12 está situado Cadel Evans.

Hoy tendrá que haber lucha entre los Schleck y Evans porque, con las diferencias actuales, ninguno de los dos hermanos pueden respirar tranquilos, ni mucho menos, ante la crono del sábado en la que se terminará de decidir la carrera. En un principio, hoy es el día indicado para que un meritorio Voeckler deje el maillot amarillo de líder. Andy ya declaró ayer que va a por el liderato en la etapa de hoy. El francés declaró ayer que cree haber tocado fondo. Lo que ha hecho tiene mucho valor y ahora debe luchar con todas sus fuerzas para ocupar el podio, aunque los dos Schleck y Evans parecen los grandes favoritos a estar en las tres plazas del podio final en París. Para mí es el australiano el gran favorito. Después de ver lo bien que resisitió ayer el pulso de Andy Schleck en la subida final al Galibier, creo que el Leopard deberá esforzar al máximo en la etapa de hoy si quiere dejar lo suficientemente lejos a Evans para poder ganar el Tour de Francia. Por primera vez desde 2006, ningún español estará en esta lucha final por la victoria, pero regresaremos a estar ahí arriba en futuras ocasiones.

La etapa de hoy es corta, de 109,5 kilómetros, pero promete emociones fuertes. Se subirán tres puertos: el Telégraphe, de primera categoría (11,9 kilómetros al 7,1%), el Galibier por su otra cara (16, 7 kilómetros al 6,8%) y finalmente el mítico Alpe d´Huez, con 13,8 kilómetros al 7,9%. Habrá dos guerras en esta etapa, como mínimo, una por la general y otra por la etapa. Puede que ambas se junten, pero puede también que algún corredor que no cuente ya para la general, por ejemplo Alberto Contador, intente ganar una etapa colosal como ésta para despedirse del Tour de Francia con un buen sabor de boca. Por cierto, Contador declaró que la victoria final está imposible, y es cierto, pero ¿se puede soñar con el podio final en París? Eso está también complica, sobre todo porque si ayer no estuvo fino no será fácil que hoy se recupere, pero si alguien puede dar esa sorpresa es él o grandes ciclistas como él.

La batalla por el triunfo final no cuenta con invitados españoles esta vez, pero también será interesante presenciarlo. Por cierto, leo que el Tour de Francia en su emisión ayer por La 1 se acercó a los 4 millones y que rebasó el 30% de share. El interés por el ciclismo está demostrado y ciertamente me alegro mucho que así sea. Esta tarde volveremos a vivir una gran etapa de ciclismo y, quién sabe, puede que cantemos una victoria española.

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