Antón vence en casa

Como escribía ayer, el regreso de la Vuelta Ciclista a España al País Vasco fue totalmente triunfal y exitoso. No sólo el público respondió como sólo puede responder la mejor afición al ciclismo de nuestro país, sino que además la carrera transcurrió tal y como habría soñado más de uno: con dos ciclistas del Euskaltel en el grupo de cabeza y con Igor Antón celebrando su victoria en las calles de Bilbao. Maravilloso espectáculo deportivo el visto ayer en el País Vasco con este regreso triunfal de la ronda por etapas más importante de las celebradas en nuestro país a la región donde más se ama, se respeta y se quiere el deporte de la bicicleta. Igor Antón estaba ayer contentísimo por esta victoria que le hace olvidad los sinsabores de los días precedentes. Una gran emoción embargaba al ciclista, que pasó por su ciudad en la etapa de ayer, tras cruzar vencedor la línea de meta.

La fiesta estaba servida. Era de esperar que el equipo de la tierra, el Euskaltel, atacara y diera un bonito espectáculo a sus aficionados que acudieron en masa a la carretera a ver el paso de la Vuelta. La doble subida al puerto final fue muy emocionante y nada tenían que envidiar las imágenes de ayer, con el público abriendo paso a los corredores, a las vistas en el Giro de Italia o en el Tour de Francia en algún gran puerto de montaña. La afición vasca al ciclismo es muy grande y está sobradamente demostrada. 33 años han tenido que estar los seguidores de este deporte sin ver pasar la Vuelta por sus calles, por sus puertos. El año próximo es probable que la ronda regrese de nuevo al País Vasco. Si había alguna duda, y más teniendo en cuenta que la salida se tomará muy cerca, en Pamplona, estoy seguro de que el éxito de la etapa de ayer animará a los organizadores a hacer que la carrera regrese a transitar por esta comunidad. La marea naranja disfrutó ayer de lo lindo y, ciertamente, ayer todos éramos un poco parte de esa afición ya que todos, al menos yo sí, deseábamos que el equipo de casa se luciera ayer e hiciera gozar a su afición en el retorno al País Vasco.

La etapa contaba con muchos atractivos, uno de ellos, que era la penúltima ocasión, quizás la última, de Froome para recortar distancias con Cobo e intentar asaltar el liderato de la carrera. Teniendo en cuenta que mañana es la última etapa en Madrid, destinada al paseo triunfal del vencedor, y que hoy el último puerto está muy lejos de meta, la etapa de ayer era la última etapa en la que de forma clara se podía intentar restar tiempo al líder. Se esperaba por lo tanto el ataque de Froome, y la sacudida bestial del británico del Sky llegó, pero Cobo se pegó a su rueda y no le dejó avanzar camino de la gloria. El ciclista español tiene en su mano ganar esta Vuelta y no la quiere dejar escapar. Sería, desde luego, una muy merecida victoria. Tan merecida como inesperada por todos. El corredor del Geox tiene en la etapa de hoy con final en Vitoria el última día intenso y complicado antes de pasear por Madrid vestido de rojo.

Regresando al éxito de la etapa de ayer, el País Vasco recibió muy bien, como no podía ser de otro modo, al ciclismo. Como digo no hay más que ver las carreras que se disputan en esta comunidad o el tratamiento que se da a este deporte en los canales autonómicos para constatar que los vascos son unos grandes aficionados a este deporte. Cuestiones que nada tienen que ver con lo puramente deportivo alejaron la Vuelta de esta región, pero el ciclismo es sencillamente eso, ciclismo, y ayer se vivió de nuevo en el País Vasco en estado puro. Hoy toca seguir disfrutando con este deporte y mañana seremos los aficionandos de Madrid los que acudamos a las calles a ver el paso de los corredores.

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