Cobo gana la Vuelta

Concluyó una muy interesante edición de la Vuelta Ciclista a España. Esta carrera, concretamente su organización, tiene que enfrentarse cada año a muchas cuestiones de debate. Entre ellas, dos que son muy recurrentes: la participación de figuras del pelotón y la comparación con las dos otras dos grandes vueltas. Sobre la primera cuestión, hay que decir que es una obviedad que los mejores ciclistas del mundo no han acudido en su gran mayoría a esta Vuelta Ciclista a España, pero no conviene restar méritos o despreciar a los corredores que lo han dado todo en esta carrera para dejar un bello espectáculo. En relación a la segunda cuestión, el Giro es quizás la carrera más atractiva y el Tour será siempre el Tour, pero la organización de la Vuelta se lo curra mucho cada año para que la carrera sea todo un éxito. Es por ello que, un año más, hay felicitar a Javier Guillén y al resto de responsables de la ronda española.

¿Qué hubiéramos visto en la Vuelta de habr acudido a la carrera española los mejores ciclistas del pelotón internacional? Ésa es una buena pregunta, pero quizás conviene más preguntarnos si hemos disfrutado con la ronda. Y la respuesta sólo puede ser un sí rotundo. Al margen de que haya sido un español el vencedor final de la carrera, un espléndido Juan José Cobo, esta Vuelta ha vivido cambios constantes de líderes, bellísimos finales, etapas de montaña de gran intensidad y no ha habido tiempo para aburrirse. La carrera la hacen los recorridos y los corredores. En este sentido, felicitada ya la organización, los ciclistas que han venido a disputar la Vuelta y a luchar por victorias han hecho de esta carrera un evento deportivo de gran interés y emoción. No hace falta decir que la Vuelta habría tenido más repercusión si alguno de los ciclistas que ha estado luchando por ganar hubiera sido alguien de la talla de Contador o Evans, pero los que han venido han estado a la altura y nada se les puede reprochar.

La Vuelta Ciclista a España, y perdón porque esta crónica final me esté quedando más como una reflexión en torno a la carrera que un resumen de lo que ha pasado estas tres semanas de ciclismo del bueno, se ha reinvindicado este año. Es más, creo que podemos decir que se ha encontrado el camino a seguir en próximas ediciones. Encontrar un equilibrio entre los kilómetros contra el crono y los finales en alto y reducir las etapas en las que no pasa nada con finales al esprint. Tiene que haber oportunidades para todos, y ahí está Sagan con tres victorias parciales en esta Vuelta, pero es un gran acierto poner en la primera semana de carrera finales como el de Valdepeñas de Jaén o el de San Lorenzo de El Escorial. Seguirá siendo muy complicado atraer a la Vuelta a los mejores ciclistas del pelotón internacional, pero eso será por una cuestión de calendario y no porque la ronda española no resulte atractiva. Hay quien afirma que el hecho de que Cobo y Froome hayan sido los dos ciclistas que han estado peleando hasta el final por la victoria final desluce la carrera; no lo creo en absoluto.

¿Qué decir de Juanjo Cobo? Su historia personal y deportiva, especialmente la personal, es una historia dura, con un periodo largo de depresión en el que pensó en colgar la bicicleta y no encontraba sentido a su profesión en el ciclismo, en el que no se veía capaz quizás de estar a la altura. Tras este año duro, Cobo ha logrado ganar la Vuelta Ciclista a España. Algo inimaginable por todos, incluso por él, unos meses atrás. Ha dado la sorpresa y, él también, se ha reinvindicado como el gran ciclista que es. Ojalá este triunfo le ayude a mantener una estabilidad emocional deseable. Se ha lucido en esta carrera y, ciñéndome exclusivamente a la parte deportiva, ha sido el más fuerte. Claro está que si Froome no hubiera tenido que trabajar para Wiggins en una decisión que el tiempo ha demostrado que era errónea, el británico hubiera tenido aún más opciones de ganar la Vuelta, pero eso tampoco resta méritos a Juanjo Cobo. En el podio están, junto a Cobo, precisamente Froome y Wiggins. El mejor equipo fue el Geox, Moncoutie ganó la montaña y Mollema la regularidad.

Por último, es muy de agrader a la Casa Real que el Príncipe Don Felipe estuviera ayer presente en la entrega de premios en el podio final en Cibeles. Su presencia allí engrandece la Vuelta y es un gesto precioso de la Casa Real con el mundo del ciclismo, un apoyo institucional importante que se ha producido este año por primera vez y que zanja el debate sobre por qué apoyar al tenis o al fútbol y no al ciclismo. Gracias, Alteza, por esta presencia en la última etapa de la Vuelta Ciclista a España. Esto va más allá de cuestiones políticas, es sólo retratar que al ciclismo le viene bien, como al resto de deportes, la presencia institucional en apoyo de este deporte. Un logro más de la organización de la Vuelta. Acaba la ronda española, toca pensar en el Mundial de ciclismo para ir cerrando esta temporada. Allí Freire tiene una cita con la historia.

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