Visto para sentencia

Acabó la vista del caso Contador en el TAS. Han sido cuatro días en los que han comparecido muchos testigos. En todas las sesiones ha dado la cara Alberto Contador. Su defensa estaba ayer satisfecha por cómo había ido el juicio, pero ahora toca esperar y ya han dicho desde el TAS que no será antes de Navidad cuando sepamos si Contador puede pasar página definitivamente o no. La AMA y la UCI piden dos años de sanción para el ciclista español, mientras que él defiende su inocencia y que el maldito clembuterol hallado en los análisis durante el Tour de Francia de 2010 en cantidades ínfimas se debió a una intoxicación alimentaria. Quienes le quieren sancionar también enredaron con su teoría de que Contador se hizo una autotranfusión sanguínea, algo que no se sostiene y que tan sólo basan en un sistema no homologado.

Contador se defiendo de todas las acusaciones y no dudó en someterse a la prueba de un polígrafo para demostrar que está diciendo la verdad y que nunca se ha dopado. Es más, el ciclista español se reivindicó, con razón, como defensor de la limpieza de este deporte. También recordó otra obviedad: que es uno de los deportistas más controlados del mundo. El meollo de la cuestión está en que, según la norma, el ciclista es responsable de todo lo que se encuentre en su cuerpo independientemente de la forma en que haya llegado hasta allí. Es un disparate horrible, ya que no puede ser igual un caso de dopaje que una intoxicación alimentaria o algo por el estilo. Es de esperar que el TAS no resuelva el caso en contra del sentido común. Haría mucho daño al ciclismo porque nos privaría del mejor corredor del mundo, pero sobre todo porque estaría castigando a un inocente y estaría dejando claro a los ciclistas que están en una situación de inseguridad jurídica muy preocupante.

Nadie niega en el mundo del ciclismo, hasta ahí podíamos llegar, que hay que combatir la lacra del dopaje de forma contundente, pero eso no puede pasar por normas injustas o por castigar a inocentes de relumbrón para dar ejemplo de que no se casan con nadie. La UCI y la AMA deberían responder a una sencilla pregunta: ¿les parece de verdad justo que un ciclista sea responsable de haber sufrido una intoxicación alimentaria? Estamos en las mismas de siempre, desde hace algún tiempo el ciclista es culpable hasta que no demuestra lo contrario. Algo se ha hecho mal en este deporte para admitir que la presunción de inocencia, valor supremo en todo proceso legal, desaparezca por completo cuando se trata de un ciclista. Los ciclistas deberían estar más unidos y, sin dejar de comprometerse plenamente en la lucha contra el dopaje, deberían luchar también porque no se atropellen sus derechos. Es inhumano el marcaje al que se ven sometidos los ciclistas durante los 365 días del año.

Hay mucho en juego en el caso de Alberto Contador. Como aficionado al ciclismo, deseo que el ciclista español pueda olvidar de una vez por todas esta pesadilla. Pero también espero que se cambie la norma y que el caso sirva para concienciar a los ciclistas de que no pueden aceptarlo todo sin rechistar. Están en una situación delicada porque siempre habría algún tipo que les acusaría de oponerse a combatir el dopaje en caso de que se negaran a recibir el trato que hoy reciben de los organismos internacionales, pero deben hacerlo. Contador es un corredor que cuenta con recursos suficientes como para haberse costeado el caro proceso en el TAS, pero qué pasaría si esto le sucede a otro ciclista en diferentes circunstancias. Pues que ese ciclista no hubiera podido tener una defensa como la de Contador y que se hubiera visto totalmente indefenso. Hay que luchar contra el dopaje, pero es que la UCI a veces da la sensación de tirar piedras contra su propio tejado, de dañar al ciclismo.

Comentarios