Ayer se disputó la 27 edición de la Clásica de Almería y el ciclista australiano Michael Matthews se adjudicó la victoria. Este corredor del Rabobank es uno más de esos jóvenes que asoman la cabeza con importantes triunfos y que habrá que seguir muy de cerca, ya que nunca se sabe quiénes serán los ciclistas estelares dentro de cinco años o así, en el medio plazo. Si hay una cosa clara en el deporte (y en la vida) es que el tiempo pasa y, como es lógico, todo se va renovando con los años. Hoy tenemos una lista clara de quienes son los más grandes ciclistas en esta o aquella especialidad, en este o aquel tipo de carrera, pero es conveniente ir viendo la aparición de ciclistas jóvenes que presentan sus credenciales con triunfos como el de ayer en Almería del ciclista australiano.
La carrera salía de Roquetas de Mar y llegaba, 185,6 kilómetros después, a Almería. Como es habitual en las carreras de un día, hubo emoción y batalla desde el comienzo. No dio tiempo a aburrirse. La primera fuga la protagonizaron Le Mevel, Talabardon, Van de Walle y Toribio. Fueron cabeza de carrera con una distancia creciente hasta que llegaron las dificultades montañosas con el ascenso al puerto de segunda categoría, en Lucaniena de las Torres. Ese alto dividió al pelotón en seis grupos y fueron dos equipos los que se pusieron al frente de las labores de persecución: Astaná y Rabobank. El equipo holandés ganó por primera vez la Clásica de Almería gracias al joven Matthews por delante de Bozic y Kluge, segundo y tercero. La quinta plaza se la llevó el español Fran Ventoso.
Estos días se disputa, por otro lado, el Tour de Langkawi. Está claro que esta carrera no es precisamente de las más destacadas del calendario, pero aún así tiene mucho mérito lo que está haciendo allí el italiano Andrea Guardino, del Farnese Vini, que lleva tres victorias consecutivas al esprint. Dominador absoluto de las volatas de esta carrera que está liderada por David Zabriskie.
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