La crono de nuevo kilómetros que abrió ayer la París-Niza de este año nos dejó un bonito duelo entre el sueco de Vacansoleil, Gustav Larsson, y el británico del Sky, Bradley Wiggins. Fue Larsson quien ganó la etapa por un segundo sobre Wiggins y, por lo tanto, se vistió de líder. La lluvia apareció en la parte final de la etapa, por lo que condicionó a los últimos corredores que disputaron la contrarreloj. La tercera plaza de la etapa fue para Levi Leipheimer (a cuatro segundos). El mejor español del día fue Markel Irizar, quien acabó octavo a trece segundos. Alejandro Valverde hizo una buena primera parte de la crono, donde había que superar un puerto de tercera, pero cedió algo más de tiempo en la parte final y se dejó 30". En realidad la etapa de ayer no tuvo mucha historia. Hoy se disputa una etapa llana de 185 kilómetros que es la única oportunidad clara de los esprinters para ganar en esta carrera.
Ayer, por otro lado, acabaron otras dos competiciones ciclistas: la Vuelta a Murcia y el Tour de Langkawi. En la carrera murciana la etapa cronometrada final en la que se resolvió la general se la adjudicó Alexander Servo. A punto estuvo el español Jonathan Castroviejo de ganar la etapa, ya que la distancia entre el vencedor y él no llegó a un segundo, vamos, cuestión de unas décimas. Hubiera sido una forma de redondear una Vuelta a Murcia excepcional para el Movistar, pues el colombiano Nairo Quintana logró conservar en la crono el liderato que ostentaba gracias a su victoria en la etapa de montaña del sábado. Un gran triunfo para él y, junto a otras victorias recientes, un prometedor inicio para el Movistar.
En el Tour de Langkawi el triunfo final fue para el también colombiano José Serpa (del Androni). Él se adjudicó la general final, aunque el indiscutible gran protagonista de la carrera fue Andrea Guardini, ya que el ciclista italiano ganó la última etapa sumando así seis victorias en la carrera. Sin duda, su carrera talismán donde dio toda una exhibición de poderío.
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