Boonen gana el Tour de Flandes


Tom Boonen lleva un comienzo de temporada espectacular con siete victorias. Ayer ganó por tercera vez el Tour de Flandes. Fue un éxtasis total para el público local. El primer comentario de los visto ayer en este Monumento del ciclismo debe ser, precisamente, sobre la pasión de esta prueba y este deporte en Bélgica. No es sólo la inmensa cantidad de personas que siguen la carrera en vivo, sino cómo la viven, cómo animan y cómo aman el ciclismo. Imposible no sentir cierta envidia sana visto desde España, donde el fútbol, y más concretamente todo lo relacionado con Barcelona y Real Madrid, lo copa prácticamente todo. Sé que son culturas distintas y que allí la bicicleta está muy presente en el día a día de los ciudadanos, pero es imposible no mirar estas imágenes y soñar con ver esa misma pasión, ese mismo fervor en las carreteras españolas. Hoy, por cierto, comienza la Vuelta al País Vasco donde sí se ve mucha afición y mucho amor al ciclismo.

El Tour de Flandes se presentaba como un duelo entre Tom Boonen, ídolo local y extraordinario ciclista, y Fabian Cancellara, una máquina temida y admirada a partes iguales por todo el pelotón y todos los aficionados. Ese guión que parecía escrito y decía que el belga y el suizo iban a volver a protagonizar un duelo memorable se rompió en mil pedazos a sesenta kilómetros de meta. Una de las múltiples caídas que se vieron ayer en la clásica belga afectó a Espartaco. Desde el principio se vio que era una caída seria que le iba a impedir continuar en carrera. Muy mala noticia para el espectáculo y, por supuesto, para el bravo y potente corredor suizo. Tiene una triple fractura de clavícula, según informó su equipo después. Esta lesión podría impedirle disputar el resto de clásicas de primavera, aunque podría regresar en el Tour de Francia. Cancellara se recuperará de este duro golpe y todos volveremos a disfrutar de sus inhumanos ataques. Muchas otras caídas se vieron ayer, como digo, por ejemplo la que afectó a Iván Gutiérrez, ciclista español del Movistar, que se fracturó el radio del brazo izquierda. Ánimo a todos los que ayer se fueron al suelo y tendrán que perderse las próximas pruebas que tenían previstas. Se recuperarán y volverán al máximo.

En lo estrictamente deportivo, cuando a 62 de meta se fue al suelo Cancellara y, con él, ese duelo entre él y Boonen, la carrera entraba en la recta final y decisiva. Hubo una fuga que estuvo muchísimos kilómetros en cabeza, donde estaban los españoles Lastras (Movistar) y Peio Bilbao (Euskaltel-Euskadi). Ahí estuvieron los dos junto al resto de compañeros de escapada siendo protagonistas durante gran parte de la carrera. El momento decisivo del Tour de Flandes fue el último paso por el muro de Kwaremont, a diecisiete kilómetros de meta. Atacó entonces Alessandro Ballan y tras él se fueron Boonen y Filippo Pozzato. Se estaba formando el trío de ciclistas entre los que se jugarían la victoria. Los tres marcharon adelante y por detrás un meritorio ataque de Peter Sagan puso algo de emoción, aunque estaba claro que el joven y magnífico ciclista del Liquigas no sería capaz de cazar a los tres de arriba. Lo intentó, siendo muy activo en carrera el eslovaco, al igual que antes había puesto muchas energías y ganas el francés Sylvain Chavanel.

Juntos a meta llegaron los tres, Boonen, Balan y Pozzato. El más rápido era el belga y, empujado además por los ánimos de todos su compatriotas, se impuso en meta para alzar los brazos por tercera vez en el Tour de Flandes. Atacó Ballan demasiado pronto y tanto Boonen como Pozzato le alcanzaron y superaron. En el esprint final entre los dos, el italiano venía remontando y acortando distancias con Boonen, pero el ciclista belga logró el triunfo a sus 31 años demostrando definitivamente que está en un estado de forma sensacional y que vive su segundo juventud. Estamos volviendo a ver al mejor Boonen. Al campeón del mundo de 2005, al que ganaba carreras como quien hace churros. Logra además llegar a los tres triunfos en Flandes, entrando así en un selecto grupo de corredores con tres victorias en este Monumento. El próximo domingo toca la París-Roubaix, donde Boonen ha ganado ya también tres veces, y donde volverá a ser la rueda a seguir y el gran favorito. Más aún sin la presencia de Cancellara.

Fue una sensacional victoria de Boonen y un magnífico espectáculo. El debate entre los aficionados al ciclismo estaba cantado: ¿cómo ha resultado el cambio de recorrido? ¿mejor o peor que el año pasado? ¿más espectacular y duro? ¿menos? Este tipo de debates da también pimienta a la carrera y demuestra que esto está vivo y admite debates. Hay opiniones para todos los gustos, aunque creo que es mayoritaria la opinión de que era más espectacular y bonito el recorrido anterior. En todo caso, un año más volvió a verse una fiesta preciosa de ciclismo en Flandes. Por cierto, ayer cuando terminó la carrera hasta cuatro temas relacionados con el Tour de Flandes eran Trendind Topic en Twitter. Me dio alegría verlo, la verdad. Como alegría me ha dado ver que este año sí emitirá Teledeporte la Vuelta al País Vasco, una carrera preciosa, emblemática y apasionante que empieza hoy. Eso sí, la cadena pública emitirá, a menos la etapa de hoy, en diferido. Sí, hay tenis.

La ronda vasca volverá a darnos, seguro, imágenes espectaculares y grandes días de ciclismo. Las noticias antes de empezar la carrera sobre la participación podrían ser mejores, porque varios corredores de primer nivel han causado baja. No era oficial su presencia en la Vuelta al País Vasco, pero sí estaban en la lista de inscritos. Son ciclistas como Wiggins, Nibali, Sagan o Leipheimer. El ciclista estadounidense será baja por culpa de un accidente con un coche mientras entrenaba. Mala suerte. En cualquier caso, lo que interesa es ver quiénes sí estarán. Y estarán en las carreteras vascas muchos grandes corredores que aspiran al triunfo final o, al menos, a brillar en la ronda. Hablo de Andreas Kloden (ganador de 2011), Chris Horner (ganador de 2010), Samuel Sánchez, Igor Antón, Joaquim Rodríguez, Dani Moreno, Cunego, Scarponi, Tony Martin, Peter Velits, Van den Broeck, Gesink, Daniel Martin, Gerrans, Albasini, Brajkovic...

En cuanto al recorrido, la carrera vasca vuelve a presentar un escenario propicio para disfrutar. La etapa de hoy, para abrir boca, con salida y llegada en Güeñes, presenta hasta siete cotas. Empezaremos pues con una atractiva jornada de 153 kilómetros de media montaña. Mañana se llegará a Vitoria-Gasteiz y, de nuevo, habrá muchos puertos por el camino (seis concretamente) y, otra vez, uno de tercera a pocos kilómetros de meta. Hasta Eibar-Arrate llegará la tercera etapa de 164 kilómetros. Final en un puerto de primera y otras seis ascensiones previas en la etapa. La cuarta coincide en que tiene un kilometraje moderado (151 kilómetros) y en su perfil montañoso con final en alto en un puerto de primera, Alto de Bera-Ibardin, con otras cuatro ascensiones anteriores. Los 183 kilómetros de la quinta etapa también presentan cinco dificultades montañosas antes de la meta de Oñati. Para el último día de competición, sábado santo, una contrarreloj individual de 18,9 kilómetros en la misma localidad de Oñati. Allí se resolverá la carrera.

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