En sentido estricto, las primeras diferencias en este Giro de Italia no se marcaron ayer, sino en la etapa prólogo, pero sí es cierto que ayer era el primer gran día donde los favoritos tenían ocasión de sacar tiempo a sus rivales, gracias a sus compañeros, o de intentar perder el menor tiempo posible. Las calles de Verona, con la habitual gran respuesta del público en la corsa rosa, acogieron la contrarreloj por equipos de 33,2 kilómetros en la que la victoria fue para el gran favorito: Garmin-Barracuda. Gracias a este triunfo el ciclista lituano Ramunas Navardauskas se enfundó ayer la maglia rosa que le acredita como nuevo líder de la carrera. El triunfo del Garmin era esperado, pero el día de ater tuvo una gran sensación, una muy agradable sorpresa para Joaquim Rodríguez: su equipo, el Kathusa, acabó segundo a tan sólo 5" del vencedor, por lo que el español sacó tiempo a todos sus rivales.
Fue una crono espectacular del conjunto ruso que hacía que Purito estuviera ayer muy feliz. No es para menos. El comienzo del Giro no podía haber sido mejor para él. En primer lugar, en la crono individual del primer día, Joaquim Rodríguez se defendió extraordinariamente bien y logró incluso sacar tiempo a alguno de sus rivales. Rindió a un gran nivel en la disciplina que menos le gusta y en la que menos cómodo se encuentra. Después, pese a los temores de las primeras etapas en Dinamarca por la posibilidad de que el viento hiciera de las suyas o se produjeran caídas o situaciones inesperadas, Joaquim Rodríguez salió ileso de esas jornadas. Y, por último, ayer su formación se lució en la contrarreloj por equipos en Verona, lo que sitúa al ciclista español décimo en la general con interesantes distancias ya sobre algunos de sus rivales.
El propio director del Kathusa, Valerio Piva, declaró ayer que su objetivo inicial era "perder el menor tiempo posible". Pues a punto estuvieron de ganar la etapa y consiguieron ser el segundo mejor equipo. Tercero fue el Saxo-Bank, a 22", mientras que la cuarta plaza la ocupó el Astana de Kreuziger, también a 22". El Liquigas de Basso, séptimo a 26" y el RadioShack-Nissan de Schleck, octavo a 28", también ofrecieron ayer un buen rendimiento. En cuanto a los equipos españoles, el Movistar cumplió, como de costumbre en esta disciplina, con el undécimo mejor tiempo y cediendo 32" sobre el Garmin (dos segundos más perdió el Lampre de Scarponi). El peor tiempo en la crono de ayer lo marcó el Euskaltel-Euskadi, que cedió 2:22. No era un día propicio para el conjunto vasco y además tuvieron mala suerte con averías y caídas. Queda mucho Giro por delante.
La general queda liderada por Navardauskas, seguido de tres compañeros de equipo (Farrar, Hunter y Hesjedal). En la quinta plaza se queda Tylor Phinney, a 13". El hasta ayer líder ha tenido muchos incidentes en estos primeros días de carrera y ayer a punto estuvo de volver a irse al suelo. Esperemos que se vaya recuperando poco a poco de su caída y que pueda tener mejor suerte en lo que queda de Giro. Como digo Joaquim Rodríguez es ya décimo a 30" del líder. Está por delante de todos los grandes favoritos a la victoria. Saca 10" a Kreuziger, 17" a Basso, 26" a Intxausti, 28" a Rigoberto Uran, 39" a Frank Schleck, 39" a Cunego, 52" a Scarponi, 2:03 a Rujano, 2:13 a Gadret y 2:53 a Mikel Nieve. En resumen, ayer fue un gran día para Joaquim Rodríguez y, por supuesto, para el Garmin-Barracuda, que ganó la crono y está viéndose arrebatado de los focos por el rendimiento del Kathusa, y del nuevo líder: Ramunas Navardauskas. La etapa de hoy, de 209 kilómetros, invita a ver una nueva volata (esperemos que no sea accidentada).
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