Ventoso gana una etapa con acento español


Llegó la primera victoria para el ciclismo español en el Giro de Italia y lo hizo de la mano de uno de los triunfadores de la pasada edición de la corsa rosa. Fran Ventoso repitió victoria al esprint en el Giro confirmando que mantiene una relación especial con esta carrera donde se encuentra muy a gusto y donde ayer volvió a alzar los brazos en señal de triunfo. La novena etapa nos dejó más espectáculo del que tal vez se podría esperar a primera vista viendo el perfil de la jornada. Los repechos de la parte final de la etapa sirvieron para ver un valiente, aunque también se puede interpretar como algo alocado, movimiento de Joaquim Rodríguez en busca de la maglia rosa. El ritmo en la parte final de la etapa fue frenético y el inesperado ataque de Purito, acompañado en el principio de su hachazo por su compañero Ángel Vicioso, al menos sirvió para asustar al resto de rivales y para exigirles apretar mucho para darle caza, como finalmente sucedió a cinco de meta.

La etapa de ayer nos dejó por lo tanto la batalla por la etapa y la batalla por la general. La primera de esas contiendas nos dejó el triunfo de etapa de Fran Ventoso. Es, por cierto, la decimocuarta victoria del Movistar en lo que va de temporada y, además, con nueve corredores distintos, lo cual habla mucho y bien de esta formación. El día tuvo a sus tres primeros protagonistas en la fuga inicial que buscó, sin éxito, alcanzar un triunfo en meta. El trío lo componían Brian Bulgac (Lotto), Martijn Keizer (Vacansoleil) y el francés del Euskaltel-Euskadi Pierre Cazaux. Los tres corredores tuvieron una renta máxima de cuatro minutos y no pudieron disputar la etapa. El que más resistió en cabeza fue Keizer, que aguantó en solitario hasta que faltaban 10 kilómetros de meta, cuando fue cazado por el pelotón.

En ese momento se juntaban en el pelotón los dos intereses de los que hablaba antes: la lucha por la etapa, con los equipos de los hombres rápidos muy bien situados, y la aspiración de Joaquim Rodríguez de vestir la maglia rosa. Dijo Purito el domingo ante la prensa que ponerse líder no era una obsesión para él, pero visto el movimiento de ayer parece que sí está con unas ganas locas de vestirse de rosa. No es para menos, ya que está a tan sólo nueve segundos del liderato y ayer podría haber cogido segundos de bonificación en meta, pero también debe pensar que se encuentra ante una oportunidad extraordinaria de ganar el Giro o, al menos, de estar en la pomada de la lucha por la general final. Ayer los seguidores nos dividíamos entre los que pensaban que el ataque fue demasiado alocado y que Joaquim Rodríguez debe guardar fuerzas en terrenos como el de ayer, con algún ligero repecho, pero no excesivamente duros, y los que defendían que fue un movimiento valiente y que hizo bien en intentarlo.

Parece que no estaba previsto que el líder del Kathusa se moviera en la parte final de la etapa. Así lo expresó el director del equipo, que declaró que la idea es que sólo se moviera Ángel Vicioso, puesto que la llegada de ayer era propicia para él. Detrás de su compañero de equipo se fue Purito que desea vestirse de líder. Estuvieron juntos unos pocos metros y después se lanzó en solitario hacia adelante. Nadie podrá negar que fue un movimiento valiente y emocionante que nos hizo soñar con una maglia rosa para el ciclista español durante un tiempo. Finalmente, los equipos del resto de aspirantes se organizaron atrás y lograron darle caza. Declaró en meta el ciclista español que si se se le hubiera unido algún corredor con intención de ganar la etapa los dos podrían haber llegado a la línea de meta por delante del pelotón y él podría haberse puesto líder. ¿Desgasta mucho un ataque fuerte de siete kilómetros? Es otra duda que surge también. En todo caso, no he parado de escribir en las crónicas del Giro que el gran temor que tengo con Joaquim Rodríguez, aunque es algo que le puede pasar a más corredores, es que se le haga demasiado larga la última semana de la carrera donde está lo más duro y decisivo de la corsa rosa. Pero eso no quitó para que ayer me ilusionara con su movimiento. Además, no olvidemos que ésta es la forma de correr de Purito y no creo que sea fácil cambiarla (quizás ni siquiera es necesario).

Si Joaquim Rodríguez puso picante a siete de meta y nos hizo soñar durante unos pocos kilómetros con la maglia rosa, Fran Ventoso fue quien nos dio la gran alegría del día con su triunfo de etapa. A 250 metros de meta había una curva algo pronunciada, tal vez demasiado, pero tampoco excesivamente peligrosa. De todos modos, en ese punto se produjo una caída en la parte delantera del grupo, es decir, donde estaban los corredores que disputaban el esprint. La caída llegó por un movimiento extraño de Goss que se fue al suelo. No pudo evitar la caída tampoco el gran favorito en toda llegada masiva, Mark Cavendish. Atrás venía Ventoso que no se vio afectado por la montonera y protagonizó una sensacional remontanda y un soberbio esprint que le sirvió para volver a vencer en el Giro de Italia, una carrera que le gusta mucho y donde ganó también el año pasado. Es cierto que la caída cambió el escenario de la volata, pero eso no puede restar el más mínimo mérito al triunfo de Ventoso.

Cayó la primera etapa para los ciclistas españoles en un Giro en el que partimos de un listón muy alto, el del año pasado, con Contador, Vicioso, Nieve o el propio Ventoso brillando y conquistando grandes triunfos. Este año no se había conseguido ninguna victoria de etapa, pero sí se ha hablado español en la carrera. No hay que olvidar que hay dos españoles muy bien situados en la general. Joaquim Rodríguez es segundo a 9" de Hesjedal y Beñat Intxausti ya es cuarto a 35" del canadiense. Hoy toca etapa de media montaña sobre un recorrido de 186 kilómetros que también nos dejará un final movidito picando hacia arriba.


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