Lance Armstrong, acusado formalmente de dopaje

Ayer escribía que la no presencia de Andy Schleck en el Tour de Francia era una bomba informativa en el sentido de que hacía variar los planes de su equipo para la ronda gala, suponía que uno de los grandes aspirantes se quedaba fuera de la carrera y, además, nos hacía soñar con un posible duelo estelar entre el luxemburgués y Alberto Contador en la Vuelta Ciclista a España. Pero la auténtica bomba informativa, además diríamos que una bomba de destrucción masiva, llegó desde Estados Unidos. La agencia antidopaje de Estados Unidos (USADA) ha presentado cargos formales por dopaje contra el siete veces campeón del Tour de Francia Lance Armstrong. En las 15 páginas de cargos contra el ciclista, esta agencia estadounidense le acusa de usar EPO, transfusiones de sangre, testosterona y corticoides entre 1998 y 2011, es decir, podrían peligrar sus siete victorias en la Grande Boucle por este presunto "dopaje masivo". El deportista se ha defendido de la acusación diciendo que jamás dio positivo en ninguno de los más de 500 controles que tuvo que pasar durante su carrera.

De momento el tejano no podrá seguir disputando en pruebas de triatlón como venía haciendo estos últimos años porque se le ha retirado la licencia. Esta información publicada por The Washington Post y confirmada después es un seísmo de proporciones decomunales que amenaza al corredor estadouidense, auténtica leyenda de este deporte, pero también al ciclismo en sí, porque el golpe podría ser durísimo y volvera suponer un daño brutal a su credibilidad y su imagen en esta batalla contra el dopaje y por la limpieza que viene manteniendo como ningún otro deporte el ciclismo.

Hay que recordar que el pasado mes de febrero la Fiscalía de Los Ángeles cerró sin cargos por falta de pruebas una investigación de dos años por sospecha de dopaje de Lance Armstrong. El ciclista estadounidense ha tenido que afrontar estas sospechas y constantes acusaciones de dopaje durante casi toda su carrera. En el comunicado de ayer reivindicaba sus 25 años como atleta en los que ha competido de forma limpia y acusaba a la USADA de parcialidad y de estar llevando a cabo una vendetta contra su persona con acusaciones "que no tiene base".

La Unión Ciclista Internacional (UCI) asegura ser la primera sorprendida con esta información y con esta acusación formal de dopaje contra Armstrong por parte de la agencia antidopaje de Estados Unidos. La UCI aseguró ayer en u comunicado que esta es la primera vez que la USADA le informa de los cargos contra Armstrong y marca distancias con su investigación: "La UCI no es consciente de la información de que dispone la USADA sobre las personas relacionadas y no está implicada en el procedimiento abierto por la USADA". Además, la UCI comunica que no hará más comentarios sobre el caso y que lo seguirá en la medida en que sea informada.

Esta información es muy triste y dañina para el ciclismo. Por supuesto, se ha de combatir el dopaje caiga quien caiga, pero todo suena muy extraño. Estamos hablando de presuntos dopajes desde el año 1998, literalmente del siglo pasado. Y no de un cualquiera y en una carrera de pueblo, sino del siete veces ganador del Tour de Francia. Si de repente se retira a Armstrong sus siete Tours (1999-2005) el daño al ciclismo será brutal. Es una noticia de largo recorrido y que habrá que seguir con atención. No me posiciono claramente porque no tiene sentido hacerlo y porque no tengo ninguna información al respecto. Es cierto que Armstrog ha pasado sus controles de forma inmaculada, por lo que no entiendo que a estas alturas se le acuse de dopaje en carreras de hace más de diez años. Sucede sin embargo que quien lanza esta acusación no es un periodista conspirativo o un ex compañero paraonico de Armstrong, sino que se trata de una agencia oficial de Estados Unidos.

En todo caso, este asunto desvela también lo mal organizada que está la lucha contra el dopaje en el ciclismo y, por extensión, lo mal organizado que está este deporte. ¿Realmente es válido un sistema en el que la UCI ni pincha ni corta en una investigación contra una leyenda del ciclismo como Armstrong y en el que cada agencia antidopaje es un mundo? Muchos se lucran de la lucha contra el dopaje y nada se apreci claro, pero la gran víctima de todo esto es el ciclismo, que cuando da un paso hacia adelante siempre se ve de nuevo en el suelo y cuyos aficionados empezamos a sentir que por muy tranquilos que estemos y pot muy limpio y bien que parezca que va todo, antes o después llegará un nuevo sobresalto. En este caso, del siglo pasado.

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