La Vuelta de Contador


Lo prometido es deuda. Retomamos hoy esta serie de artículos dedicados a resumir esta gloriosa Vuelta Ciclista a España 2012 que terminó el pasado domingo. Empezamos, naturalmente, por el orden de estos tres colosos en el podio final de Madrid. Hoy hablamos, por lo tanto, de Alberto Contador, ganador de la ronda española de este año al que vemos sonriente en el homenaje que le rindió su localidad natal, Pinto, el pasado lunes.
 
Llegaba Contador a esta Vuelta tras seis meses de parado obligada de la competición para terminar de cumplir la sanción del TAS por el dichoso clembuterol que tanto daño ha hecho al ciclista de Pinto y a este deporte. Una cantidad tan ínfima hizo un daño brutal, sobre todo en lo relativo a la inseguridad jurídica en la que quedan los ciclistas, que son responsables de todo lo que se halle en su cuerpo y ven cómo se tienen que enfrentar a leyes obsoletas que sancionan incluso el consumo accidental de sustancias prohibidas aunque sea en cantidades que no ayudan a mejorar el rendimiento. En definitiva, el caso Contador volvió a poner de manifiesto que hay muchas cosas que cambiar en los organismos que están al mando en el ciclismo y que los corredores están en una situación de total indefensión. Tienen que demostrar que son inocentes porque en el ciclismo, al contrario que en la justicia ordinaria, hace tiempo que todos tenemos tristemente asumido que todo el mundo es culpable hasta que no demuestre lo contrario. De locos. Urge un cambio y una reflexión.
 
Contador no paró durante estos seis meses a pesar del tremendo daño causado por esta sanción, que no sólo le arrrebató el Tou 2010 donde dio positivo, sino también el Giro 2011, que ganó arrasando a sus rivales y que ahora, por obra y gracia de unos señores del TAS y el ensañamiento de la UCI y la AMA, no es oficialmente del pinteño. Él podía haberse hundido y haber tirado la toalla, pero lejos de eso se marcó una fecha en el calendario: seis de agosto, el día del final de su sanción. Una vez renovó su contrato con el Saxo Bank, que ante el caso de dopaje quedó en suspenso, y con la capacidad de sacrificio que sólo tienen los grandes campeones, Contador fue descontando días al calendario hasta llegar al Eneco Tour, donde se rodó en una competición por primera vez en seis meses, y después mirar hacia la Vuelta.
 
Todo el mundo le daba como máximo favorito y prácticamente daba por descontando que tenía que ganar esta Vuelta. Es Contador, el mejor del mundo, y además volverá con mucha rabia acumulada. La lógica y el sentido común decían que pasaría lo que finalmente sucedió, que Contador echó en falta el rodaje previo en carreras y que, aunque entrenó muy duro, le pasó factura en los primeros días de competición ese parón. Fue de menos a más. No vimos su versión súper hasta el día en el que dio un golpe de campeón a la carrera y la puso patas arriba camino de Fuentedé con su ataque para la historia en el Collado de la Hoz.
 
Fue el gran momento de la Vuelta para él. Un día tras otro Contador atacó a Joaquim Rodríguez, líder sólido que se mostró fortísimo e imposible de dejar atrás. Le atacó constantemente, en decenas de ocasiones, en cuanto la carretera se empinaba hacia arriba. Pero no había manera. Él no se desanimaba, pero lo que todos veíamos era que le resultaba imposible batir a Purito, que estaba siendo inferior al bravo corredor catalán del Kathusa. Llegó la segunda jornada de descanso tras varias palizas enormes en duelos antológicos en el tríptico montañoso asturiano y Contador dijo en rueda de prensa que seguía confiando en sus opciones. Había pasado lo peor, lo más duro, para Joaquim Rodríguez. Sólo quedaba por delante la penúltima etapa con final en la Bola del Mundo y una jornada de media montaña con final en Fuentedé, puerto de segunda categoría, al día siguiente, como grandes retor a superar.
 
En esa etapa posterior al segundo día de descanso la lió Contador. Lanzó un ataque a 50 kilómetros de meta mientras se subía el Collado de la Hoz. A todos pilló desprevenidos, hasta a las cámaras de TVE que sólo graban y emiten en directo a partir de una hora. Hasta la televisión no está hecha ya para estos ataques épicos que son un rara avis en el ciclismo moderno. No creo, ya que estamos, que se haya sido justo con TVE porque considero que sus retransmisiones han sido muy buenas. Cuestiones económicas les obligan a grabar sólo a partir de una hora determinada. Lo dicho, Contador atacó a 50 de meta. Una locura, un movimiento kamikaze. Antes había mandado por arriba a varios compañeros.
 
Se marchó hacia adelante el pinteño. Estaba haciendo su gran apuesta en la carrera. A todo o nada. Se lo jugó todo a una carta. Primero cogió al grupo delantero donde puso a trabajar a sus compañeros, luego contó durante unos kilómetros con la colaboración de su amigo de Astana, Paolo Tiralongo, y después, cuando nadie podía seguir su ritmo, Contador se marchó en solitario hacia meta. Caminaba hacia la victoria, hacia la gloria, buscando ampliar su leyenda y dar un hachazo memorable a la Vuelta 2012. Lo único que le faltaba a la carrera que hasta ese momento había enamorado y deslumbrado a todos cuantos la seguimos. Un ataque épico, de ciclismo antiguo, protagonizado por uno de los más grandes ciclistas de todos los tiempos. Reaccionó por detás Valverde que a punto estuvo de llegar a la altura de Contador, pero no lo logró y el ciclista del Saxo Bank ganó la etapa y sentenció la Vuelta.
 
Entró en meta feliz, dando un grito de rabia, alegría, felicidad, sufrimiento, dolor, garra de campeón, agradecimiento a los que han estado a su lado estos últimos meses y un largo etcétera. Mil y un sentimientos en esa escena que queda para el recuerdo. Después no pudo contener las lágrimas. Eran muchas emociones las que sentía este gran campeón y las que nos hizo sentir a los aficionados. El emperador ha vuelto, Alberto Contador vuelve a ocupar su trono. Le costó mucho ante rivales de entidad que lo han dado todo, pero lo logró y ocupó el primer puesto en el podio final de la Vuelta, su hábitat natural. Dejando claro, todavía más por si alguien tenía dudas, que estamos ante uno de los mejores ciclistas de la historia. La Vuelta 2012 acabó como muchos preveían hace meses, con la victoria de Contador, pero dejándonos un espectáculo grandioso que la convierte en una de las mejores ediciones de la ronda española en toda su historia y una lucha constante y permanente de Contador por lograr el triunfo. Porque los grandes campeones ganan mucho y es casi una rutina verles conseguir victorias, pero eso no significa que ganen de calle o no les cueste. Al contrario, los grandes campeones luchan más que nadie, por eso lo son. Contador tiene que darnos muchas alegrías futuras más. Larga vida a Su Majestad.

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