Alejandro Valverde ha sido el segundo clasificado de la Vuelta, pero ha sido mucho más. Es muy meritoria la carrera que ha hecho con dos triunfos de etapa (tres si sumamos su aportación a la victoria de Movistar en la crono por equipos del primer día), la clasificación de la regularidad y la de la combinada (conquistadas metiéndose en el esprint final de la última etapa de Madrid) y también la parte del primer puesto en la clasificación por equipos de su escuadra. Llegó a la Vuelta casi a última hora, pues había corrido el Tour y no estaba en sus planes iniciales venir a la ronda española, y con el temor a perder la forma antes o después, puesto que era el ciclista de los que aspiraban a todo que más kilómetros llevaba en las piernas. No sólo resistió hasta el final, sino que fue segundo en la general y no podemos olvidar aquel día gris camino de Valezcaray en el que una caída posterior a un abanico provocado por el equipo Sky le hizo perder más de 50 segundos. Inevitable la pregunta "¿qué habría pasado?"
Valverde no era el teórico líder del Movistar, que contaba entre sus filas con el ganador de la edición de 2011, Juanjo Cobo, pero El Bisonte de La Pesa no ha podido encontrar su mejor forma física en la carrera por diversas cuestiones. Valverde asumió el mando. En esta Vuelta hemos visto al Valverde de siempre, al único posible, el que va a por todas las victorias que están a su alcance, el que es completamente insaciable, el valiente y aguerrido corredor que se mete en todas las peleas donde puede lograr triunfos. El ciclista que nunca sacia su hambre de victorias. Bala Verde demostró desde la etapa prólogo, que ganó la sólida formación del Movistar, que venía a por todas. En la tercera etapa, con el precioso final en el Santuario de Arrate, Valverde consiguió su primera victoria parcial. Batió en un esprint apretado que requirió de la foto finish a Joaquim Rodríguez. Ese día se vistió además el maillot rojo de líder.
Al día siguiente, en la etapa cuatro con final en Valdezcaray, se vivió un momento adverso de la carrera para el entonces líder que, como decía arriba, pudo ser decisivo para él. Nunca sabremos qué habría pasado de no suceder aquello. Tampoco vale de nada darle vueltas al asunto. El viento hizo acto de presencia y el equipo Sky, con Chris Froome mostrándose ambicioso y aún en buen estado de forma (después se fue desinflando), decidió provocar un abanico y cortar al grupo. Lo logró dejando esas bellas escenas para los espectadores en momentos en los que tanto sufren los ciclistas. La mala suerte hizo que se podujera una caída en el pelotón y Valverde se vio afectado por ella. En ese momento el Sky y otros equipos decidieron no parar y esperar al líder, sino que tiraron con fuerza del grupo para eliminar un rival. Fue un día de perros para Valverde en el que perdió 55". Tanto él como todo el equipo Movistar se mostró muy enfadado por esta actitud del Sky de no esperar. Es la eterna e irresoluble polémica del ciclismo.
No obstante, Valverde siguió metido en carrera. Es más, fue un estímulo para él que no dejaba de decir desde entonces que "la Vuelta es muy larga y queda mucha carrera por delante". Así fue. El murciano se metió en todas las batallas gloriosas que quedan para el recuerdo junto a Contador y Joaquim Rodríguez, aunque siempre en un segundo plano y sin cebarse por seguir la rueda de sus dos rivales. La llegada al Collado de la Gallina en Andorra fue uno de esos escenarios donde se vio la batalla entre los tres tenores de esta Vuelta. Valverde alzó los brazos y consiguió su segundo triunfo de etapa aquel día. Se colocó cuarto en la general.
La crono de Pontevedra era el día más adverso para el corredor del Movistar en relación a Contador, pero hizo una muy buena actuación cediendo sólo 50" con el de Pinto. Siguió sin dar síntomas de cansancia y sin venirse abajo en el tríptico montañoso por tierras asturianas y fue quien mejor respondió ante la hazaña de Contador en Fuentedé, acabando segundo de la etapa a sólo seis segundos del vencedor final de la Vuelta. Lo dicho, se sube al segundo puesto del podio final en Madrid y consigue esos dos triunfos parciales y las clasificaciones de la regularidad y la combinada. Pero, sobre todo, Valverde puede estar satisfecho y muy orgulloso de haber sido uno de los grandes protagonistas de esta grandiosa Vuelta 2012. Que es uno de los grandes lo sabíamos desde hace mucho tiempo, pero nunca deja de admirarnos el talento, la ambición y el institnto ganador de este admirable corredor. Alejandro el Magno sigue logrando conquistas. Y las que le quedan...
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