El presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid, ha anunciado hoy que el organismo que preside abrirá "una extensa consulta" sobre el ciclismo y su futuro. Lo hará, según ha dicho, en el primer trimestre del 2013 y en esa ronda de debates y consultas participarán todos los sectores de este deporte. Cuesta mucho apoyar medidas que parten de semejante individuo, que claramente ha sido muy dañino para el ciclismo, pero conviene dar cierto margen de confianza a la propuesta. Este anuncio llega tras la decisión de dejar sin sus victorias a Lance Armstrong, siete veces campeón del Tour.
El caso Armstrong sigue dando que hablar y sigue provocando debate y movimientos en algunos equipos. Centrándonos en la acción de la UCI, el máximo organismo del ciclismo también ha anunciado hoy que creará una Comisión independiente que estudie el caso. En ella estarán tres miembros: el presidente, que será un abogado experimentado de renombre; un forense recomendado por el presidente y un administrativo deportivo experimentado. La idea, según cuenta la UCI, es que los tres sean externos al mundo del ciclismo. El fin del la Comisión será estudiar los aspectos legales del caso Armstrong y posibles alegaciones al informe de la USADA. Será en el informe de esta Comisión donde apareza una petición de sanción concreta para el ex ciclista estadounidense, aunque la UCI ya tiene un borrador preliminar. Los resultados del trabajo de este comité de expertos independientes se conocerán a más tardar en junio de 2013 y de él se esperan sacar conclusiones y recomendaciones para "restaurar la confianza en el ciclismo".
El máximo mandatario de este deporte ha dicho hoy que "el ciclismo tiene un futuro prometedor". Según McQuaid, al que no estaría de más que alguien cuestionará sobre su papel al frente de la UCI estos últimos años, "los que construirán este futuro forman parte de la generación actual de corredores que han decidido demostrar que se puede ganar y competir sin hacer trampas". Ahí, en el futuro del ciclismo, será donde incida esa consulta que llevará a cabo la UCI con distintos actores que forman parte de este deporte durante el primer trimestre del próximo año. Su actividad será al margen del trabajo de la Comisión independiente antes citada.
El objetivo de esta especie de debate abierto, veremos cómo de abierta y a qué sectores, es "aportar mejorar duraderas para resolver los problemas que afectan al ciclismo y colaborar con la construcción de un futuro más sereno", según informa la UCI en un comunicado. "Todas las partes afectadas serán invitadas a formar parte de esta consulta, que considerará igualmente las medidas que permitan al mundialización de este deporte y de animar a una participación aún más importante, así como la forma de hacer este deporte todavía más apasionante para los espectadores". La nota concluye hablando de ese futuro prometedor del ciclismo y del gran arraigo en los participantes y espectadores de este deporte.
Concluyo como empecé. Resulta tremendamente complicado confiar en los actuales dirigentes de la UCI y pensar que de ellos vendrá algo positivo y renovador. Lo cierto es que el ciclismo no está mejor tras su paso por el poder, muy al contrario, son muchos los que defienden que los máximos dirigentes de este deporte son una lacra, un obstáculo, un elemento negativo para el buen desarrollo del ciclismo. En el trasfondo de esta consulta está la cuestión básica de la credibilidad y la lucha contra el dopaje. En la defensa de un ciclismo limpio estaremos todos de acuerdo, ahí es donde se puede lograr un gran consenso, en ese fin último.
Discreparemos muy probablemente en los medios, en las políticas a seguir, pero es importante que todos los que aman este deporte hagan esfuerzos por mejorar su imagen. Y eso tiene mucho de combatir el dopaje, pero incluye saber "vender" este maravilloso deporte mejor de como se hace actualmente. Supone buscar fórmulas para atraer a más patrocinadores. Supone apostar decididamente por la cantera. No supone priorizar el objetivo de hacer caja, como se ve actualmente en los dirigentes de la UCI. No supone enriquecerse a costa de un deporte que sufre importantes dolencias que deben ser bien cuidadas (marcha de sponsors, cierres de carreras, imagen...). No supone tratar a los ciclistas como delincuentes y presentarles sistemáticamente como presuntos culpables hasta que demuestren su inocencia. Dudo mucho de que esa consulta que va a abrir la UCI entre al fondo de todos aquellos problemas que afectan al ciclismo. Deseo equivocarme porque un diálogo entre directores, ciclistas, patrocinadores, organizadores de carreras, aficionados y todos los implicados en este deporte, un diálogo serio y convincente que pueda llegar a acuerdos y ponga sobre la mesa soluciones y propuestas imaginativas, sería una extraordinaria noticia.
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