Armstrong podría haber confesado que se dopó


Me costaba mucho creerlo, pero parece que Lance Armstrong ha reconocido que se dopó. Lo ha hecho en la entrevista concedida a la periodista estadounidense Oprah Winfrey que se grabó ayer y se emitirá el próximo jueves (madrugada del jueves al viernes en España). Eso es al menos lo que se ha filtrado a varios medios de comunicación y que hoy todos dan por hecho. Hace unos días, varios medios estadounidenses publicaban que el ciclista estaba valorando confesar sus prácticas dopantes, algo que desmintió su representante. Poco después, supimos que Armstrong concedía una entrevista televisiva. Atando cabos, muchos vieron confirmadas esas primeras informaciones de los planes del siete veces ganador del Tour, ya desposeído de estos y todos sus títulos. Parece que tenían razón.

Naturalmente, hay que esperar a que se emita la entrevista para confirmar la confesión del tejano, pero AP cita a una fuente anónima presente en la grabación de la entrevista. Según esta fuente, Armstrong confesó haber recurrido a sustancias dopantes para mejorar su palmarés. The New York Times cuenta que el ex ciclista estadounidense no va a testificar contra sus compañeros, pero sí contra la UCI y quizás contra alguno de los propietarios o patrocinadores de su equipo durante aquellos años. De ahí que varios medios titulen hoy que Armstrong tira de la manta en la entrevista. Según estas filtraciones, hablaría de que el dopaje estaba generalizado en aquella época ante la inacción, o incluso ante la complicidad, de autoridades y marcas patrocinadoras. 

Las razones de esta confesión habría que buscarlas en el deseo de Amstrong de ver reducida su sanción de por vida para competiciones deportivas y así poder volver a competir en los triatlones en los que últimamente participaba y, sobre todo, en su deseo de no tener que pagar tanto dinero como se le reclama. Concretamente, al decir que los propietarios de su equipo sabían lo que estaba ocurriendo, busca no tener que hacer frente a la demanda presentada para recuperar el presupuesto del equipo US Postal, que fue nada menos que de unos 30 millones de dólares. Una tercera razón sería frenar el daño que todo este asunto está haciendo en su fundación contra el cáncer, Livestrong. 

El ex presidente de la UCI, Hein Verbruggen (1991-2005) y el actual, Pat McQuaid, podrían ser señalados por Armstrong. Diría que ellos sabían perfectamente lo que estaba ocurriendo en el ciclismo y que encubrieron prácticas dopantes. Los dos protagonistas de la entrevista, Armstrong y la periodista Oprah Winfrey, hablaron algo ayer sobre la charla. Antes de realizarla, el ciclista declaró que le había dicho a Winfrey que estaba preparado y que "preguntara lo que quisiera, que respondería a sus preguntas de un modo directo, sincero y honrado". Tras la grabación, la periodista escribió en su cuenta de Twitter: "acabo de terminar con Lance Armtrong. Más de dos horas y media".

La entrevista, que es un innegable bombazo informativo, se emitirá el jueves en el canal temático de la presentadora estadounidense OWN, pero se ha comercializado con ella. La propia Winfrey estará hoy en la CBS adelantando algo y calentando el ambiente. En España, la presunta confesión se podrá ver en Discovery Max, canal de la TDT de Unidad Editorial. 

Se ha sabido también que antes de grabar la entrevista, Armstrong acudió a la sede de su fundación contra el cáncer, Livestrong, para pedir perdón a aquellos que decepcionará al confesar toda la verdad y reconocer que ese mito era una mentira, una falsedad, que estaba cimentado sobre prácticas dopantes. También se ha filtrado que Armtrong estuvo acompañado durante la entrevista por sus abogados y se intuye, según cuentan quienes conocen el estilo de Oprah Winfrey, que la entrevista habría sido una charla amable más que una entrevista dura o incómoda para el deportista con el que, además, tiene una relación de cordial amistad. Hay que esperar a la emisión de la entrevista, pero todo hace indicar que el viernes nos levantaremos con un nuevo mazazo al ciclismo en forma de confesión de uno de sus mitos, Lance Armstrong. 

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