Reacciones a la confesión de Armstrong y segunda parte de la entrevista

La confesión de Lance Armstrong en la entrevista con Oprah Winfrey ha provocado un terremoto en el mundo del deporte, como era de esperar. De nuevo, los aficionados al ciclismo constatamos con tristeza que nuestro deporte sólo llega a los titulares y sólo ocupa mucho tiempo y espacio en los medios de comunicación cuando está de por medio algún tema turbio de dopaje. Evidentemente, la confesión de alguien que ganó siete Tours es noticia de apertura de informativos y de secciones deportivas, por supuesto, pero hablo de una corriente habitual. Del hecho de que cualquier logro del ciclismo, cualquier gran evento deportivo que protagonice no llega a ocupar jamás el espacio y la dedicación mediática que tiene cada caso de dopaje.

 De esta forma, muchos medios olvidan por completo a este deporte salvo cuando surge algún tema polémico. Entonces lo llevan a portada. Con ese trato injusto, unido al desconocimiento del gran público, no parece extraño que tanta gente tenga una idea desdibujada e irreal del ciclismo. Piensan que todos van dopados, se dejan llevar por la simpleza de que suben esos puertos exclusivamente porque todos han recurrido a sustancias dopantes. Esto es tanto como insultar el trabajo y el esfuerzo brutal de todos y cada uno de los ciclistas. El tema del dopaje es demasiado serio como dejarse llevar por generalidades y simplezas y el ciclismo es un deporte demasiado bello (y esforzado para quienes los practican) como para permitir calumnias y falsedades de este tipo. 

A la hora de analizar las reacciones al caso Armstrong, por tanto, la primera es la constatación una vez más de que el ciclismo, por alguna extraña razón que no logro comprender, vende más cuando está vinculado a la palabra dopaje. Sólo entonces logra ponerse a la altura de otros deportes en cobertura mediática. El ciclismo sólo logra arrebatarle al fútbol el protagonismo cuando hay temas polémicos. Al hilo de esto, traigo aquí un tuit muy certero de @BiciEnfurecida que resume a la perfección la sensación que tenemos la mayoría de los aficionados al ciclismo en estos días en que todo el mundo habla de nuestro deporte, pero reduciéndolo a generalidades y asuntos turbios. El tuit dice así: "gente que opina del tema de Armstrong pero que cuando le hablas de Flandes piensa en el vecino de los Simpsons. Esa gente". Pues eso.


En la segunda parte de la entrevista con Oprah Winfrey se ha visto a un Armstrong más humano, menos frío. Incluso se ha llegado a emocionar en algún momento de la charla. Reconoció sentirse "deshonrado, humillado y avergonzado" y también que se está sometiendo a sesiones de psicoterapia. "Mi peor delito fue traicionar a esas personas que me apoyaron y creyeron en mí. Yo les mentí y merezco un castigo. Aunque no creo que merezca la pena de muerte", declaró. Habló de cuestiones económicas, fundamentalmente de la huida de patrocinadores por valor de 75 millones de euros. Con todo, explica que lo más doloroso fue verse forzado a salir de Livestrong, la fundación contra el cáncer que él mismo fundó tras superar la enfermedad. "Recibí dos llamadas. La primera para dejar la presidencia y seguir involucrado, pero no suficiente para os aficionados. Luego hubo una segunda para decirme que no sólo debía dejar mi cargo, sino que me pidieron que me desvinculara". Asegura que "la fundación era como mi sexto hijo y fue difícil. Era consciente de que no me forzaron, me lo sugirieron. Era lo mejor, pero me dolió mucho".

Asegura que quiere volver a competir: "soy un competidor, me encanta correr, me encanta la disciplina. No en el Tour, pero hay un montón de cosas diferentes que puedo hacer. Me gustaría correr el maratón de Chicago con 50 años, me encantaría tener la oportunidad de volver a competir". Entró también en el terreno personal, al hablar de su mujer, Kristin, que sabía algo de sus trampas pero a la que intentó salvaguardar. También habló de su hijo en el momento más emotivo de la entrevista. Cuenta que un día vio cómo su hijo Luke le defendía  de quienes le llamaban mentiroso e impostor en las redes sociales. Habló con él: "le dije que no me defendiera más. Di sólo que tu padre lo siente. Me dijo que me quería. Que era su padre y que eso no había cambiado. Gracias a Dios se parece más a Kristin que a mí". Ocurrió esta conversación en Navidades. Armstrong estuvo a punto de llorar en ese momento de la entrevista. 

Por último, aseguró que "es un tema cerrado, pero soy optimista y me gustaría mirar hacia adelante". Y sigue: "no sé lo que me espera ahí fuera, me he lanzado, pero no sé lo que va a pasar, es algo que me hubiera vuelto loco en el pasado". "No puedo volver a perder el rumbo y no estoy en condiciones de hacer promesas, ese será el mayor reto de mi vida, no volver a meter la pata", zanjó.

Reacciones
Muchas reacciones en el mundo del ciclismo y del deporte en general provocó la confesión de Armstrong en la primera parte de la entrevista. Samuel Sánchez, ciclista del Euskaltel-Euskadi, dijo sobre el tejano que "la ambición le pudo" y puso el acento en que  hoy en día los ciclistas están controlado las 24 horas del días: "cualquier duda sobre el ciclismo que tenga la gente creo que queda suficientemente despejada". Samuel Sánchez quiere mirar hacia adelante, como debe ser. Ésa y no otra ha de ser la actitud de todos. Por su parte, Andy Schleck declaró sentirse "decepcionado" con Armstrong y aseguró que "todo esto llega un poco tarde". Stuart O´Grady fue tajante al afirmar que "Armstrong ha engañado a todo el mundo en el planeta", lo que le hace sentirse "confuso" y "molesto". 

David Millar, defensor a ultranza de que los ciclistas que se han dopado en el pasado hagan como él y confiesen todas esas prácticas prohibidas, declaró comprender a Armstrong por lo que estará pasando. Según él, "esto es bueno para el deporte, pero aún no estamos fuera de la crisis que inunda al ciclismo". También pidió que ciclistas de épocas más pretéritas aún que la de Armstrong, (mencionó a Indurain) hablen de posibles prácticas dopantes en el pasado. Memoria histórica a tope, pide Millar, algo que él considera positivo para el ciclismo. Pienso que siempre es mejor mirar hacia adelante porque el futuro es el lugar donde vamos a pasar el resto de nuestras vidas, como dijo el genio Woody Allen. Christian Prudhomme, director del Tour de Francia, se quejó de que Armstrong no tirará de la manta en la entrevista: "uno no puede doparse durante años, como él dice que lo hizo, sin cómplices". "No dijo nada del sistema que denuncia la USADA. Tenemos que saber cómo funcionaba ese sistema para que no se repita". 

Gre Lemong, compatriota de Armstrong y ganador del Tour de Francia en tres ocasiones, fue muy duro con el tejano: "ha destruido a todos los que han tenido éxito en el ciclismo. Me ha indignado oír que no puedes ganar el Tour sin doparte". El también ganador del Tour de Francia Óscar Pereiro dijo sobre la entrevista que "arrepentimiento no vi mucho, vi necesidad de hacerlo". Destaca el gallego la frialdad percibida en las respuestas de Armstrong. El francés Laurent Jalabert se preguntaba ayer si esta confesión no será una táctica. "Quizás aún tenga proyectos y prefiera reconocer que ha engañado para poder resurgir en otra cosa", declaró. Eddy Mercks, uno de los más grandes ciclistas de todos los tiempos, dijo ayer que está "extremadamente decepcionado". Explica que "no había visto venir nada de esto". A él también le indignó especialmente, como a Lemond, lo que dijo Armstrong sobre la imposibilidad de ganar un Tour sin recurrir a sustancis prohibidas: "el periodo Armstrong fue difícil para el ciclismo, llegó después del caso Festina, se descubrió la EPO, etc. pero eso no es una razón para decir que no se puede ganar el Tour sin dopaje". 

Javier Guillén, director de la Vuelta Ciclista a España, cree que "la entrevista me ha parecido incompleta, pero certifica una verdad conocida". Por su parte, el presidente de la Real Federación Española de Ciclismo, Losé Luis López Cerrón, espera que esta confesión "sea un punto de partida para un nuevo ciclismo como el que hemos visto en la Vuelta a España, un ciclismo apasionante y espectacular, o en el último Tour de Francia o en el Giro de Italia, donde no ha habido ningún problema". Él también cree, como Guillén, que de lo dicho en la entrevista "ya se sabía casi todo". El número 1 de tenis mundial, el serbio Novak Djokovic, también habló de este caso: "creo que es una vergüenza para el deporte tener un atleta así. Engañó al deporte, engañó a muchas personas en todo el mundo con su carrera, con su historia de vida". Y luego contribuyó un poco al descrédito del ciclismo con una de esas afirmaciones que tanto daño hacen a este deporte: "he perdido un montón de fe en el ciclismo. Solía verlo. Ha habido tanta controversia sobre este deporte...". 

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