Imparable Cancellara


El suizo Fabian Cancellara, máximo favorito en la salida, ha sido el vencedor de la edición en la que el Tour de Flandes cumplía 100 años. No se me ocurren muchos nombres más apropiados para entrar en la historia de este monumento ciclista que él en una edición tan señalada, cien años después de aquel comienzo de la prueba en el año 1913. Espartaco ha sido el más fuerte y ha lanzado un descomunal ataque en la última subida al Paterberg. Demasiado duro ese movimiento para Peter Sagan (Cannondale) y Jurgen Roelandsts (Lotto-Belisol) que componían junto al líder del RadioShack-Leopard la cabeza de carrera. Atacó, lanzó un demarraje estratosférico que ningún humano pudo seguir. Se fue en solitario camino de la victoria en la subida al último muro del día. Él gana así, a su manera. Dejando atrás a todos sus rivales, atacando con tal poderío, dando tal exhibición de potencia que no deja mucho lugar a las dudas en los kilómetros finales. Segundo Tour de Flandes para él.

La clásica había tenía su primera noticia de alcance cuando apenas se llevaban disputados 19 kilómetros de carrera. Tom Boonen (Omega Pharma Quick-Step), tres veces ganador del Tour de Flandes buscaba la hazaña se ser el primer ciclista de la historia que conseguía su cuarto triunfo en esta carrera que es mucho más que eso, es una religión en Bélgica, una maravillosa demostración del amor y la veneración por el ciclismo de aquella región, una fiesta en torno al más bello deporte. Se fue al suelo Boonen, privándonos una vez más del duelo ante Cancellara que ya nos perdimos en la pasada edición, entonces por una caída en el avituallamiento en la que se vio envuelto el suizo. En esta ocasión ha sido el belga el damnificado por la mala suerte, factor que a veces también juega un papel importante en estas carreras, en todo en la vida, realmente. Se temió que la caída fuera más grave de lo que finalmente fue, tras realizarse las pruebas médicas en el hospital. Boonen no tiene fracturas, por lo que no se descarta su presencia en la París-Roubaix, tercer monumento del año del que disfrutaremos en una semana. 

A partir de ese momento, no sólo se quedaba la carrera sin uno de los grandes favoritos a la victoria, sino que el Omega Pharma Quick-Step se veía obligado a cambiar su estrategia. Metió al combativo Michal Kwiatkowski en la fuga. Muchos pensamos en que ésta era la gran oportunidad de Chavanel, líder de la escuadra belga ante la retirada de Boonen. Y sí, le vimos con los mejores en la parte decisiva de la carrera, aunque quedó lejos de la victoria (13º). Junto a Kwiatkowski, otros corredores que buscaron su oportunidad desde lejos fueron Bol, Rathe, Van den Sarde, Morkov, Greipel, Claeys, De Troyer o De Vreese. Más tarde lo intentaron José Joaquín Rojas, el corredor murciano del Movistar, junto a O´Grady y Lund. Formaron un terceto perseguidor del grupo de cabeza, pero se quedaron en tierra de nadie y terminaron siendo reintegrados por el pelotón.

No había movimientos de los gallos y sólo la pasión desbordada de los aficionados que, un año más, abarrotaron las carreteras, ese colorida de las banderas y la certeza de que lo mejor estaba por llegar evitaron una cierta sensación de decepción. A falta de 61 kilómetros de meta se rompió el grupo debido a las terribles dificultades que pasó un corredor del Vacansoleil, cruzándose al no poder superar esos desniveles infrahumanos y provocando un primer gran corte en pelotón. Radioshack, Cannondale y Europcar tiraron del grupo a partir de entonces. Por delante, el grupo de escapados no superaba en ningún momento el minuto de diferencia.

Sólo Yoann Offredo atacó por dos veces. En la segunda intentona saltó a su rueda Jurgen Roelandts. Se movía con inteligencia el belga del Lotto-Belisol y mostraba buenas piernas. Se acercaba el momento de la verdad. Tercer y último por el Oude Kwaremont. Fabian Cancellara ataca. Soberbio movimiento de Espartaco que sólo pudieron seguir, y no son dificultades, Peter Sagan y Sylvain Chavanel.  Volvía a mostrar su fuerza descomunal, esa potencia fruto del trabajo y de sus portentosas condiciones físicas que a algunos llevó hace un tiempo a expandir estúpidas teorías conspirativas. Parecen dos motores sus piernas, sí, parece mecánica su fuerza, su marcha es más propio de una máquina a motor que de un ser humano. Pero es Fabian Cancellara, su trabajo, su dedicación y todas sus cualidades las que mueven con esa potencia arrolladora la bicicleta. 

Chavanel cedió. Sólo Sagan y Roelandts, que gracias a su ataque anterior pasó el penúltimo muro algo por delante de los gallos, resistieron el ritmo de Cancellara. Ya se veía al fondo el Paterberg. El eslovaco y el belga sabían lo que tocaba. El suizo, mejor que nadie, porque era él el llamado a no defraudar las expectativas creadas. Y llegó, claro que llegó, el hachazo del corredor del RadioShack-Leopard. Visto y no visto. Imposible seguirle, imparable. Cancellara arrolla a sus rivales, los aplasta, los aniquila. Sólo quedaban 50 metros para culminar el Paterberg. 50 metros de nada, pero Sagan, que había resistido sufriendo lo indecible, reventó. No pudo seguir el ritmo de Cancellara, ¿acaso hay alguien que pueda hacerlo en el planeta? 

Se fue solo hacia delante, camino de la victoria. Sus rivales quedaron extenuados, completamente agotados. Él iba apretando fuerte, pedaleando como sólo él sabe, sacando más y más distancia. 20 segundos. 30. 45. Al final, Cancellara tuvo todo el tiempo del mundo para festejar la arrolladora victoria. Para celebrar como es debido su segundo Tour de Flandes. Alzó los brazos en señal de triunfo. Peter Sagan, segundo, entró a 1:27 del suizo. El corredor del Cannondale celebró con un gesto del brazo su segundo puesto. No era para menos. Para empezar, se puede decir que hoy ha sido el mejor de los mortales, porque lo de Cancellara no parece de este mundo. Y además, Sagan es un corredor muy joven que ya ha hecho dos segundos puestos en sendos monumentos que llevamos disputados este año. Tiene una larga carrera por delante, si todo va normal, para ganar aquí. Él sabe, como lo sabemos todos, que tendrá muchas nuevas ocasiones. Claro que hay motivos para celebrar, y mucho, este segundo puesto. Como los tiene Jurgen Roelandts para sentirse satisfecho con su tercera plaza. Diez segundos después que el belga entró Kristoff para dar tiempo al grupo. En él llegó Flecha, puesto 21, pese a haber sufrido un pinchazo que no le impidió reincorporarse al gran grupo. 

Sólo por la extraordinaria exhibición de Fabian Cancellara podemos darle un sobresaliente a esta nueva edición de De Ronde, en la que se conmemora el centenario del nacimiento de una prueba imprescindible de la que todos los aficionados al ciclismo estamos perdidamente enamorados. 

Clasificación

1 Fabian CANCELLARA SUI RLT 6:06:01
2 Peter SAGAN SVK CAN +1:27
3 Jurgen ROELANDTS BEL LTB +1:29
4 Alexander KRISTOFF NOR KAT +1:39
5 Matthieu LADAGNOUS FRA FDJ +1:39
6 Heinrich HAUSSLER AUS IAM +1:39
7 Greg VAN AVERMAET BEL BMC +1:39
8 Sébastien TURGOT FRA EUC +1:39
9 John DEGENKOLB GER ARG +1:39
10 Sebastian LANGEVELD NED OGE +1:39
11 Lars BOOM NED BLA +1:39
12 Daniel OSS ITA BMC +1:39
13 Sylvain CHAVANEL FRA OPQ +1:39
14 Stijn VANDENBERGH BEL OPQ +1:39
15 Oscar GATTO ITA VIN +1:39
16 Yoann OFFREDO FRA FDJ +1:39
17 Edvald BOASSON HAGEN NOR SKY +1:39
18 Björn LEUKEMANS BEL VCD +1:39
19 Vincent JEROME FRA EUC +1:39
20 Johan VAN SUMMEREN BEL GRS +1:39
21 Juan Antonio FLECHA GIANNONI ESP VCD +1:39


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