Horner: líder con 41 años

Admirable. Chris Horner cumplirá 42 años en octubre y ayer se convirtió en el corredor más veterano que es líder en una gran vuelta por etapas. El ejemplar ciclista estadounidense ganó la tercera etapa de la Vuelta Ciclista a España gracias a un portentoso ataque en el Mirador de Lobeira que nadie pudo seguir. Afilaban sus armas Joaquim Rodríguez y Alejandro Valverde, deseosos de lograr su primera victoria parcial en esta batalla sin cuartel desde el primer día que es la Vuelta. Pero un corredor veterano, mítico ya, Chris Horner, les ganó por potencia. Un descomunal demarraje le permitió adjudicarse la victoria parcial y vestir el maillot rojo de líder. Y atención, porque Horner dice que quiere ganar la Vuelta y a ver quién le lleva la contraria a un hombre que a sus 41 años no sólo es capaz de mantenerse activo en la alta competición, sino que además le moja las orejas a Purito y a Valverde en finales como el de ayer. 

Horner es un tipo peculiar. Un referente para los ciclistas más jóvenes y un ídolo para los aficionados que llevamos muchos años disfrutando de su profesionalidad y de su amor por el ciclismo. "No voy a decir quién pero hoy alguien del pelotón me dijo que estaba cansado de competir, sin embargo a medida que me hago mayor me enamoro más y más de este deporte. Quiero continuar", declara el corredor estadounidense en una entrevista que leemos en Biciciclismo. No tiene contrato para 2014, pero a sus 41 años (42 en breve) da muestras de que puede seguir dando guerra y logrando victorias. Entrega, profesionalidad y amor por el ciclismo no le faltan. Creo que todos los aficionados nos alegramos ayer de su victoria o, cuanto menos, compartimos esa sensación de profunda admiración hacia el veterano corredor estadounidense. Maravilloso recital del abuelo del pelotón.  

Por lo demás, como decíamos antes, la Vuelta sigue el camino de la edición del año pasado y, debido a su recorrido con continuos finales en alto en los que se ponen en juego además las bonificaciones de 10", 6" y 4" a los tres primeros de la etapa, cada día es una batalla por la general. Un combate de desgaste. Vincenzo Nibali es el máximo favorito a la victoria, pero ayer en el Mirador de Lobeira  dio algún síntoma de que no le van del todo bien estos finales tan explosivos, frente a corredores como Valverde y Purito. El Tiburón es un soberbio escalador y, aunque tampoco se suele desenvolver nada mal en finales más explosivos, es cierto que, al menos de momento, está mostrando que le cuesta seguir la potencia de sus adversarios. Él mismo lo reconoció en declaraciones a la prensa en línea de meta: "¡Simplemente no puedo esprintar de esta manera! Este tipo de finales no me vienen nada bien pero la etapa en mi caso fue bastante fluida". Nibali conserva una ventaja de 21" sobre Valverde y de 53" sobre Joaquim Rodríguez. Los dos españoles fueron segundo y tercero en la etapa, por lo que se llevaron seis y cuatro segundos de bonificación. Y hoy, más de lo mismo. Lo dicho, una batalla sin cuartel. 

No quiero dejar en el tintero la alusión obligada a los buscadores de gloria de la etapa. Ferrari, Bessy, Urtasun, Reynés y Dodi formaron la escapada del día Los valientes que lo intentan aún sabiendo que se trata de una misión casi imposible, pero que buscan minutos de televisión para sus patrocinadores (que de eso vivimos) y tener presencia en carrera merecen siempre ser reconocidos en la crónica del día.  

Ayer fue polémico el peligroso paso por el puente de Lobeira, muy criticado por varios corredores. La seguridad de los ciclistas debe ser un eje de actuación de los organizadores de las carreras y a muchos nos pareció ese paso demasiado arriesgado.“Con ese puente ahí, era normal que hubiese caídas, era para matarnos con el viento que hacía”, dijo Valverde. También criticó el paso por el puente Sergio Luis Henao, a través de su cuenta de Twitter. Aquí alabamos a la organización siempre que acierta, que son muchas veces desde nuestro punto de vista, pero de igual forma debemos darles un tirón de orejas cuando, como ayer, pensamos que no lo ha hecho. 

Clasificación de la etapa 3 
1 Christopher HORNER USA RLT 4:30:18
2 Alejandro VALVERDE BELMONTE ESP MOV 3
3 Joaquin RODRIGUEZ OLIVER ESP KAT 3
4 Rigoberto URAN URAN COL SKY 3
5 Daniel MARTIN IRL GRS 3
6 Bauke MOLLEMA NED BEL 3
7 Michele SCARPONI ITA LAM 3
8 Haimar ZUBELDIA AGIRRE ESP RLT 3
9 Nicolas ROCHE IRL TST 3
10 Ivan BASSO ITA CAN 3
11 Vincenzo NIBALI ITA AST 3
12 Rafal MAJKA POL TST 3
13 Daniel MORENO FERNANDEZ ESP KAT 3
14 Sergio Luis HENAO MONTOYA COL SKY 13
15 Domenico POZZOVIVO ITA ALM 13

Clasificación general
1 Christopher HORNER United States RLT 9:37:40
2 Vincenzo NIBALI Italy AST 3
3 Nicolas ROCHE Ireland TST 11
4 Haimar ZUBELDIA AGIRRE Spain RLT 13
5 Robert KISERLOVSKI Croatia RLT 23
6 Alejandro VALVERDE BELMONTE Spain MOV 24
7 Rigoberto URAN URAN Colombia SKY 25
8 Rafal MAJKA Poland TST 35
9 Daniel MORENO FERNANDEZ Spain KAT 44
10 Roman KREUZIGER Czech Republic TST 45
11 Leopold KONIG Czech Republic TNE 45
12 Bartosz HUZARSKI Poland TNE 48
13 Ivan SANTAROMITA Italy BMC 49
14 Eros CAPECCHI Italy MOV 49
15 Chris Anker SÖRENSEN Denmark TST 52
16 Bauke MOLLEMA Netherlands BEL 52
17 Ben HERMANS Belgium RLT 56
18 Joaquin RODRIGUEZ OLIVER Spain KAT 56
19 Yannick EIJSSEN Belgium BMC 56
20 Janez BRAJKOVIC Slovenia AST +1:01

Para hoy, cuarta etapa. Despedida de las preciosas tierras gallegas con una jornada de 189 kilómetros entre las localidades de Laín y Fisterra en la que se ha catalogado como "La etapa del fin del mundo", porque se llega a Finisterre (fin de la Tierra), por como se conoce a ese punto geográfico de Galicia. El final vuelve a tener interés, ya que pica para arriba, aunque el punto decisivo del día, aquel del que estaremos más pendientes, es el paso por el célebre Mirador de Ézaro, que se estreno el año pasado en la Vuelta con sus pendientes infernales. Entonces fue final de etapa y ahora se ha decidido situarlo a algo más de 30 kilómetros de la meta. En cualquier caso, es tal su dureza que seguro que romperá el grupo. Veremos con qué intensidad. De ahí a meta, terreno típicamente gallego, con subidas y bajas constantes. Ni un respiro para los ciclistas, que disputarán el final de etapa en un repecho pronunciado. 

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