Una de las más bellas páginas del ciclismo toca a su fin. Al final no se ha llegado ese milagro que todos esperábamos y la mejor afición del mundo se queda huérfana de equipo ciclista. El Euskaltel-Euskadi desaparece tras 20 temporadas en la élite. Se marcha el equipo más longevo del pelotón internacional. No es un equipo más por su historia, por su gente, por la filosofía que ha arrastrado durante estos años y por la maravillosa afición que siempre le ha rodeado. Esa marea naranja que ahora ve convertidos en realidad sus peores temores. Ayer fue un día muy triste para el ciclismo.
Se esperaba la llegada de algún patrocinador a última hora. Se habló del excéntrico multimillonario ruso Tinkof, que anda buscando escuadra ahora que dejará de copatrocinar el equipo de Contador. Pero finalmente la crisis económica ha derrumbado a este equipo carismático y único que dejará un vacío imposible de llenar en el pelotón, que supondrá la marcha de uno de los dos equipos Pro Tour del ciclismo español y que dejará en la calle a decenas de personas. Ya sabíamos que el equipo había dado la carta de libertad a sus corredores. El mundillo ciclista daba por hecho que, salvo sorpresa mayúscula de última hora, la formación naranja no podría continuar. Pero aún así, aunque no nos pilla de sorpresa, cuesta recibir un mazazo de la manera. Conocíamos la peor de las noticias ayer a través de un comunicado. El sueño naranja termina.
"La entrada de un segundo patrocinador, imprescindible para garantizar la sostenibilidad del equipo, no se ha producido, lo que hace inviable que el proyecto se mantenga a partir del próximo año", se cuenta en esa nota de prensa. "Hoy es un día triste para Euskaltel, para el equipo, para los patrocinadores actuales, para la afición y para todos los que han apoyado este proyecto. Lamentamos que ninguna empresa o entidad haya decidido apostar por este equipo, decano del ciclismo de élite mundial", continúa. En el comunicado se explica que el equipo buscó un segundo patrocinador tras conocer que las instituciones públicas del País Vasco no podrían hacer frente a su aportación en la escuadra debido a la crisis económica. Se explica que se han mantenido muchos contactos con empresas de Euskadi y del extranjero, pero al final no se ha logrado encontrar ese segundo patrocinador.
En la nota se remarca el esfuerzo añadido que ha tenido que asumir Euskaltel para poder sacar adelante al equipo. "Euskaltel, que anualmente aportaba 3,5 millones de euros, para un presupuesto total de 9 millones de euros, ha asumido este año el esfuerzo de cubrir la parte correspondiente a otros patrocinadores para que el equipo pueda competir en la élite del ciclismo mundial, por lo que su aportación alcanzará los 7 millones de euros en 2013, duplicando la cantidad correspondiente a este año", explica.
Un triste día, en efecto, para toda la afición vasca y para la familia ciclista en general. El hueco que deja Euskaltel-Euskadi no podrá ser llenado por nadie. Es como cuando se retira un ciclista genial e inigualable, que sabemos que llegarán otras estrellas, pero que él es sencillamente insustituible. Euskaltel-Euskadi lo es. Insisto, por el equipo en sí, el más veterano de cuantos existen ahora mismo en la élite del ciclsimo mundial, y por todo lo que le rodea. En especial, su afición. La mejor del mundo.
Es un día para recordar 20 años de historia. Esas tres victorias de etapa en el Tour de Francia: Roberto Laiseka en 2001, Iban Mayo en 2003 y Samuel Sánchez en 2011. Otros tantos triunfos parciales en el Giro de Italia: Igor Antón y Mikel Nieve en 2011 e Ion izagirre en 2012. Las doce etapas de la Vuelta Ciclista a España: Roberto Laiseka en 1999 y 2005; Samuel Sánchez en 2005, en 2006 y hasta en tres ocasiones en 2007; Igor Antón en 2006, 2010 (por partida doble) y 2011; y Mikel Nieve en 2010. El Dauphiné de Íñigo Landaluze en 2005, la Vuelta a Suiza de Aitor González aquel año, la Vuelta al País Vasco de Samuel Sánchez en 2012, el campeonato de España contrarreloj de Íñigo González de Heredia en 1996 o la prueba en ruta de los Juegos Olímpicos de Samuel Sánchez en 2008.
Y, ya digo, la marea naranja. La afición vasca al ciclismo, siempre animando a todos los corredores, desprendiendo ese admirable amor por este deporte. Esa entrega. Siempre una ikurriña en cada cumbre de las grandes vueltas. Siempre el color naranja tiñendo de pasión cada puerto. Una afición que ahora pierde su referente, su equipo durante 20 años inolvidables que son ya Historia del ciclismo mundial y que, lamentablemente, no tendrán continuación con una temporada 21.
Hay cuestiones derivadas de la desaparición del Euskaltel-Euskadi de las que hablaremos más a fondo en otro momento. Una de ellas es la polémica en torno al cambio de filosofía del equipo que se adoptó el año pasado con el regreso de Igor González de Galdeano a la dirección de la escuadra vasca. Se optó por dar entrada a ciclistas extranjeros con puntos en el ranking UCI para asegurarse la supervivencia en la primera categoría del ciclismo mundial. ¿Pudo optar el equipo vasco por seguir como continental? Hubo muchas críticas en Euskadi a la decisión tomada por González de Galdeano, que ayer debió de pasar un día terrible. Pienso, y es una opinión personal, que se ha sido y se está siendo muy injusto con él. Las propias palabras del admirado Miguel Marariaga, fundador del proyecto, son muy duras y disparan contra el actual manager. Cree que la desaparición del equipo naranja "es como si te raptan un hijo y te lo entregan muerto a los ocho meses".
Es muy doloroso este momento y sabemos que Madariaga salió del proyecto con grandes discrepancias. Pero hay que ser honestos. ¿Si Euskaltel-Euskadi no hubiera cambiado de filosogía seguiría en 2014? Dicho de otra forma, ¿de verdad piensan que la no continuidad del equipo se debe a esa transformación y no a las dificultades económicas, que serían exactamente las mismas si no se hubiera dado entrada a corredores de fuera? Creo que es algo oportunista achacar a esa decisión el adiós del equipo. Se debe más bien a esa segunda cuestión derivada que anunciaba antes: a la pavoroso crisis económica que afecta muy duro al ciclismo con la desaparición de carreras y equipos. El ciclismo español está catatónico. En 2014 tendremos sólo un equipo Pro Tour pero eso es casi lo de menos. La cantera agoniza por falta de proyectos y el panorama es desolado. En ese escenario se enmarca la triste marcha del Euskaltel-Euskadi al que tanto añoraremos todos los aficionados al ciclismo.
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