El milagro no se obró

No ha podido ser. Ayer se rompieron las negociaciones entre Euskaltel y Fernando Alonso para que el piloto asturiano de Fórmula 1 se hiciera con la ficha World Tour y parte de la estructura del conjunto vasco. Este fracaso de las negociaciones supone la desaparición definitiva y total de la escuadra naranja. Una mezcla de sentimientos y muchas preguntas en el aire que, sobre todo, se resumen en una: tristeza. Profunda tristeza por la marcha de un conjunto histórico y único. Tristeza enorme por todos los trabajadores que pierden su empleo a causa de esta desaparición. Tristeza también por la afición vasca, la mejor de cuantas haya, que se queda huérfana. Y, permítanme, tristeza a título personal también por este final. 

Hoy la tristeza lo invade todo, pero esas preguntas de las que hablaba antes deberán ser respondidas en los días próximos. No dejemos que la pasión nos ciegue. Busquemos respuestas para saber qué ha pasado y qué es lo que ha conducido al fracaso de las negociaciones. Tenemos la postura de las dos partes, aunque realmente ni Euskaltel ni Alonso explican demasiado el porqué de este final abrupto de las negociaciones. Lo que parece es que Euskaltel imponía unas condiciones a Alonso que no ha querido aceptar. Como digo, esto se irá aclarando con el paso de los días. Hasta donde yo sé, nada, absolutamente nada, se puede achacar a la actitud del piloto asturiano, que ha anunciado que buscará formar su propio equipo ciclista para 2015.

En una negociación, es lógico que las dos partes pongan sus condiciones. Pero huelga decir que las dos partes de esta negociación no estaban en situaciones iguales. Lamentablemente es así. Unos estaban prácticamente desahuciados, con la aparición de Alonso como un milagro, y el otro ponía su dinero para invertir en el equipo. Normal y razonable que quien invierta en un proyecto establezca sus condiciones. Menos comprensible resulta que sea al revés. Y mucho menos que, pudiendo mantenerse algunos puestos de trabajo, algo de que era el Euskaltel-Euskadi (se iba a respetar el contrato de los ciclistas), finalmente desaparezca todo. Se deberán dar explicaciones de por qué ha ocurrido esto, ya que hay temores de que una actitud demasiado intransigente en las negociaciones ha podido dar la traste con la negociación. Insisto, no perdamos la perspectiva. Que no nos ciegue la pasión por este equipo. No fue Alonso quien condujo a la formación naranja a esta situación. Al revés, él llegó para salvar algo de la estructura. Son otros los que deberán responder por este final. Cuando te echan un flotador salvavidas es poco frecuente, y nada recomendable, ponerte a negociar condiciones con tu salvador. 

En todo caso, insisto, se nos escapan los detalles de la negociación. No sabemos qué ha ocurrido. Sólo lo que han dicho las partes. En su comunicado, Euskaltel contaba que "es una triste noticia que, tras la esperanza generada por el principio de acuerdo, no se haya podido formalizar un acuerdo definitivo que habría permitido garantizar un futuro profesional a los integrantes del equipo y devolver la ilusión a una afición que se ha mantenido fiel hasta el último momento. Para ello, desde Euskaltel hemos dedicado todo nuestro esfuerzo para lograr un acuerdo, poniendo todo de nuestra parte, sin ningún tipo de restricción ni económica ni de ningún tipo”, al contrario de lo que se ha señalado en alguna publicación". También dicen que "nos gustaría explicar los detalles de las negociaciones, porque hemos puesto todo de nuestra parte, con total honestidad, pero no nos es posible porque debemos respetar la confidencialidad de las negociaciones".

Por su parte, Fernando Alonso colgó ayer una nota de prensa vía Twitter en la que contaba que "lo hemos intentado hasta el final, pero ha sido realmente imposible tener un equipo ciclista en 2014. Mi pasión por este deporte, las ganas de colaborar y poner nuestro granito de arena, permanecen intactas, con lo que esto ha sido el comienzo del futuro". Así, el piloto piensa ya en construir su propia escuadra para 2015: "el ciclismo y sus aficionados se merecen lo mejor y ahora disponemos de tiempo para ello, tiempo en el que estaremos al tanto de las novedades, y sobre todo, que nos haga mejores para el año que viene. No ha podido ser, ¡pero será! Esta aventura no ha hecho más que empezar. ¡Con ilusión a por 2015!" 

Lo dicho, continuará. Lo primero y más importante es la tristeza por la desaparición del equipo y, sobre todo, por la pérdida de puestos de trabajo. Espero que podamos conocer en los próximos días la verdad sobre el fracaso de las negociaciones. No es mi intención prejuzgar a nadie. Lo cierto es que el adiós de Euskaltel-Euskadi nos deja muy chafados, más teniendo en cuenta que parecía que se abría una puerta que finalmente se ha cerrado de un portazo. En cuanto a Fernando Alonso, como amante del ciclismo sólo puedo reiterar mi agradecimiento por su apuesta por este deporte, que se formalizará con la creación de un equipo para 2015. 

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