Así será la Vuelta 2014

Me gusta el recorrido de la Vuelta 2014. Le daría un notable alto. Creo que la Vuelta conserva su personalidad, esa con la que ha ofrecido un gran espectáculo en los últimos años. Hay pocos cambios respecto a ediciones anteriores, por lo que comprendo que quienes aprobábamos con nota los recorridos de los últimos años volvamos a hacerlo y que quienes los criticaban insistan en mostrar sus dudas sobre la Vuelta 2014. Respecto a las otras grandes vueltas, percibo cierto desdén hacia la Vuelta en algunos analistas. Discrepo por completo con quienes afirman que este año, y los anteriores, el recorrido de la ronda española es mucho peor que los de Giro y Tour. Lejos de eso, pienso que en 2012, por ejemplo, la Vuelta fue, de largo, la carrera de tres semanas más atractiva. Creo que, en general, estos últimos años la Vuelta está avanzando a pasos agigantados y está logrando una mayor atención mediática, un mayor prestigio en cuanto a la participación y un notable nivel deportivo. No me parece justo ese menosprecio al recorrido de la carrera española. ¿Dónde pierde de forma tan clamorosa la batalla con los recorridos de Giro y Tour? No me queda claro, sinceramente. No podemos pretender compararnos con los inigualables etapas de alta montaña en el Giro, evidentemente, ni con la grandeza que irradia todo lo que rodea al Tour. Pero creo sinceramente que la Vuelta ha encontrado su camino, una filosofía de carrera muy bien definida y que continúa sin grandes variaciones en 2014. Ese modelo de carrera es tan atractivo como cualquier otro. 

La personalidad de la Vuelta está clara. Ya sólo eso, me parece algo positivo. Todos sabemos lo que podemos esperar de la última grande del calendario. Conocemos lo que nos deparará. Corredores y aficionados saben de qué va la Vuelta. Insisto, tener esa esencia propia, esos rasgos distintivos, es muy bueno para una carrera. Si esa esencia, además, conecta con lo que el público mayoritariamente desea, entonces es aún mejor. Recorridos no demasiado largos (sólo una etapa de esta edición superará los 200 kilómetros). Muchos finales en alto y, en aquellas etapas llanas, buscar en la medida de lo posible finales en repecho. Poco peso de la contrarreloj, en una apuesta clara por que todo se decida en la montaña. Sí, coincido con la organización de la Vuelta en que eso es lo que quiere la afición. Cualquier debate es bienvenido y saludable. Es una muestra de vitalidad que haya opiniones enfrentadas sobre el recorrido de la Vuelta y cualquier otra cuestión estrictamente deportiva. Es algo que el ciclismo necesita como agua de mayo. Por tanto, respeto esas opiniones tan radicalmente contrarias al recorrido de la Vuelta 2014, pero no puedo compartir esas críticas tan severas. 

La Vuelta 2014 comenzará con una contrarreloj por equipos de 12,6 kilómetros por el casco urbano de Jerez de la Frontera que servirá para tener al primer líder de la ronda y marcar las primeras diferencias. La segunda etapa, Algeciras-San Fernando (174,4 kilómetros)  es claramente propicia para los sprinters, con un sólo puerto de tercera al comienzo del recorrido. La tercera etapa tendrá más miga, pues en los 188 kilómetros que separan la salida desde Cádiz de la meta en Arcos de la Frontera habrá tres puertos de tercera y además el final pica hacia arriba. La cuarta etapa (Mairena del Alcor-Córdoba) está catalogada como de media montaña, pues incluye un puerto de segunda que se corona a 25 kilómetros de meta. En principio, los hombres rápidos volverán a tener una oportunidad en la etapa 5, con salida en Priego de Córdoba y final en Ronda. 

De la provincia de Málaga saldrá la siguiente etapa, la sexta. Con salida en Benalmádena, esta jornada de 157,7 kilómetros será la primera con final en alto de la Vuelta. La Zubia, puerto granadino corto pero muy exigente (cinco kilómetros con rampas de hasta el 13%), será el primer juez serio del estado de los grandes aspirantes a la Vuelta. Tras esa primera gran jornada de la Vuelta, será turno para la media montaña enla etapa 7 (165,4 kilómetros entre Alhendín y  Alcaudete), seguida de una jornada propicia para los velocistas en la siguiente (Baeza-Albacete), la más larga de la edición de este año (207,4 kilómetros). La primera semana de carrera se cerrará con un nuevo final en alto. La estación de Valdelinares, en Teruel, pondrá punto final a una novena etapa en la que los ciclistas también tendrán que superar antes un tercera (el Puerto de Cabigordo) y un segunda (Puerto de San Rafael).

Por tanto, en la primera semana de carrera habrá habido ocasiones para todos y ya habrán tenido contacto importante con la montaña los ciclistas. La segunda semana comienza con la única crono individual "larga" (34,5 kilómetros) de la Vuelta 2014. Como el año pasado, el recorrido de la contrarreloj incluye un puerto de tercera, el Alto del Moncayo. Tras la crono, la undécima etapa es una de las más esperadas por los aficionados. Los corredores saldrán de Pamplona camino del Santuario de San Miguel de Aralar, con rampas exigentes y el asfalto de cemento. Un puerto muy duro, dicen quienes lo conocen. Antes, servirá de aperitivo el Puerto de Lizarraga. La etapa 12 será un circuito por Logroño (168 kilómetros). Jornada llana que volverá a ser propicia para hombres rápidos y en la que los hombres fuertes de la general buscarán pasar un día tranquilo ante la sucesión de etapas montañosas que se les avecinará. 

Etapa 16. San Martín del Rey Aurelio – Farrapona. Lagos de Somiedo, 158 kilómetros

La decimotercera etapa es de media montaña con final en el Parque de Cabárceno, un final que no es llano y puede dar mucho juego. A partir de ahí, llega un tríptico montañoso temible. La etapa 14 tiene tres puertos en su recorrido: la Collada de la Hoz (en el recuerdo de los aficionados al ciclismo por el memorable ataque que protagonizó ahí Alberto Contador camino de Fuentedé con el que sentenció la Vuelta 2012), de segunda categoría; el Puerto de San Glorio, de primera, y La Camperona, cima inédita en la Vuelta que en sus últimos tres kilómetros presenta rampas de hasta el 23%. Al día siguiente llega un final clásico: Lagos de Covadonga, de categoría especial. Después, etapa 16, la que para muchos es la etapa reina de la Vuelta 2013. Con final en La Farrapona, esta etapa de 158 kilómetros tiene otros cuatro puertos de primera categoría: Alto de la Colladona (kilómetro 16), Alto del Cordal (kilómetro 68), Alto de la Cobertoria (kilómetro 84,7) y Puerto de San Lorenzo (kilómetro 125,2). Tras esta paliza, los corredores tendrán su segunda jornada de descanso. 

La tercera semana, íntegramente en Galicia, terminará de decidir la carrera. Lo hará en ese territorio tan escarpado que no deja muchos metros llanos seguidos que presenta aquella comunidad. La etapa 17 unirá las localidades de Ortigueira y A Coruña. 174 kilómetros de una jornada propicia para las fugas o el sprint. Tras esa jornada algo más calmada, llega el segundo y último gran tríptico montañoso de la Vuelta 2014. La etapa 18 concluye en el Monte Castrove. Se subirá dos veces este puerto de 5 kilómetros con rampas del 12%. La decimonovena etapa será rompepiernas, con un puerto de segunda (Alto do Monte da Groba) y uno de primera (Alto do Morrazo). 

Etapa 20. Santa Estevo de Ribas do Sil (Ourense) – Puerto de Ancares, 163,8 kms
Para terminar la ronda española, otra jornada que promete ser épica y memorable. El Alto de Folgueira de Aigas (de primera categoría) y el Puerto de Ancares (de categoría especial) serán los dos últimos puertos de la Vuelta 2014. Antes, dos puertos de tercera y uno de segunda componen la penúltima etapa de la carrera. Es tradición en la Vuelta, también forma parte de esa filosofía de carrera de la que hablábamos antes, que en la etapa 20 haya una exigente jornada de montaña donde terminar de decidir la ronda. A la Bola del Mundo y el Alto del Angliru toma ahora el relevo el puerto gallego de Ancares. A diferencia de años anteriores, al última etapa será una crono, pero muy corta (10 kilómetros), con final en la imponente y monumental Plaza del Obradoiro de Santiago de Campostela. 

Por todas estas razones, por este atractivo recorrido, me gusta la Vuelta 2014. Sobre la cuestión inicial, el debate que genera siempre la presentación del recorrido de una gran vuelta, quiero comentar un par de cuestiones más. Se critica mucho de la Vuelta los pocos kilómetros contrarreloj que incluye. Está claro que son muchos menos que los de las otras grandes vueltas. La organización de la Vuelta quiere que la crono tenga un peso escaso en la carrera y que sea la montaña la que decida. Volviendo al asunto tan vaporoso del interés del público, de lo que la gente quiere ver, los organizadores de la ronda española entienden que al aficionado le resulta más atractiva una jornada de alta montaña que una contrarreloj llana de muchos kilómetros. Y decide priorizar ese interés de los espectadores. ¿Es eso algo reprobable? Yo creo que no. 

De manera despectiva, se llama al tipo de carrera por el que lleva años optando la Vuelta como ciclismo de Youtube, por su empeño en buscar finales explosivos y nerviosos. No veo nada de malo en intentar que las carreras lleguen al gran público. Incluso voy más allá, creo que esta debe ser la obligación de los organizadores. Es más inteligente buscar nuevos aficionados que intentar contentar a los puristas, al público seguro, a los que desprecian la apuesta de Unipublic por finales explosivos. Ayer hubo una declaración sintomática de Javier Guillén en el acto de presentación que invita  a un debate muy interesante. Nadie podrá negar que la organización de la Vuelta tiene las cosas claras. Defendía el director de la Vuelta la personalidad de su carrera y la apuesta por concentrar puntos de interés y emoción en las etapas en la hora y media de cobertura televisiva. ¿Es eso malo? Creo que no. Yo disfruto, por supuesto, viendo etapas enteras y estando horas delante del televisor disfrutando de las carreras. Pero no es en absoluto criticable que el organizador de una gran vuelta piense también en el gran público y no sólo en los muy aficionados, en los que vemos las siete horas de las grandes clásicas de inicio a fin. Es sano que así se haga. Por eso hablo de puristas. 

Lo inteligente, más en estos momentos actuales en los que no estamos precisamente boyantes como para cerrarnos en nosotros mismos, es abrirse a nuevos públicos. Y las etapas que enganchan son las que planea la Vuelta. En gran medida, esa apuesta por ofrecer finales nerviosos y explosivos es la mejor forma de atraer a los espectadores. Esa actitud no es reprochable, creo. Por eso, el término de ciclismo de Youtube me parece una crítica muy injusta a la Vuelta y bastante corta de miras. Queramos o no, para atraer al gran público es necesario ofrecer ese tipo de estampas explosivas, por mucho que otros recorridos más elaborados o que no lo fíen casi todo a los finales en alto con enormes rampas nos parezcan más equilibrados e interesantes a los aficionados. Bienvenida sea esa concepción del ciclismo, ese pensar en cómo contentar a los espectadores. Necesitamos esa afición. ¿O no? 

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