Astana mira al Tour

Se suceden estos días las presentaciones de los equipos para la próxima temporada. Ayer comenzó la andadura del conjunto Astana, que en 2014 tiene como gran objetivo ganar el Tour de Francia con Vincenzo Nibali, vencedor inapelable del Giro el año pasado y segundo en la Vuelta. Para eso, el conjunto kazajo, con el mítico Alexandr Vinokurov como mánager general, ha mantenido un bloque sólido y se ha reforzado con nuevas incorporaciones. El lugar elegido para la presentación del equipo de esta temporada es Brescia, la localidad italiana donde concluyó el Giro que de forma tan gloriosa ganó Nibali. 

“El Tour de Francia en julio es, por supuesto, nuestro principal objetivo, hemos desarrollado un programa de carreras que va a tratar de llevarnos al más alto nivel para la salida y en unos pocos días empezaremos a correr en Argentina y Australia. Pero también queremos sacar provecho de nuestros corredores con talento y aspirar a resultados en Milán-San Remo, Lieja- Bastogne- Lieja, París-Niza, Tirreno -Adriático y Giro de Italia de nuevo. Estas son complicadas tareas y supone un gran trabajo para todo el equipo", afirmó ayer Nibali. 

Efectivamente, son retos muy ambiciosos, pero no es menos cierto que el conjunto kazajo presenta una de las escuadras más potentes de esta temporada. Siempre están ahí Sky, sólido y con grandes líderes o Movistar, que ha vuelto a fichar muy bien este año y mantiene la esencia de su bloque en 2013 (con la baja sensible de Rui Costa), entre los equipos más potentes. Pero, sin duda, Astana puede plantar cara, como bloque, a cualquier otro equipo del pelotón. No sólo conserva a sus grandes nombres de la temporada pasada (con El Tiburón Nibali al frente), sino que también se ha reforzado muy bien. Siguen grandes ciclistas ya presentes en el equipo kazajo en 2013 como Tanel Kangert, Fredrik Kessiakoff, Jakob Fuglsang, Janez Brajkovic, Enrico Fasparotto, Maxim Iglinskiy o Paolo Tiralongo, entre otros. 

En cuanto a los fichajes, han sido cuatro las incorporaciones de Astana: Mikel Landa, Lieuwe Westra, Valentin Iglinskiy y Michele Scarponi. Este último aportará su veteranía al servicio de Nibali en su objetivo de disputar la victoria en el Tour a Froome, Contador y compañía. Es un fichaje de gran relevancia para Astana ya que, si bien es evidente que Scarponi está lejos de su mejor nivel (la edad pesa), es un apoyo excepcional para una gran vuelta tan exigente como el Tour. En la montaña, Nibali agradecerá la compañía y la ayuda de Scarponi. Mikel Landa, por su parte, aporta clase en la montaña. En principio, el corredor vasco no está entre los ciclistas que correrán el Tour junto a Nibali. Irá al Giro, probablemente. El joven escalador llega a Astana procedente del desaparecido Euskaltel-Euskadi y tiene mucho que ofrecer al conjunto kazajo.

Como bloque, ya decimos, Astana puede construir perfectamente un nueve sólido para arropar a Nibali en la grande boucle. Según leímos en Biciciclismo en diciembre, en el equipo kazajo tienen bastante claro ya los nombres de los ciclistas que acompañarán al Tiburón en su gran objetivo del año. Jakob Fuglsang, Andriy Grivko, Tanel Kangert y Michele Scarponi, más, “seguramente”, Fredrik Kessiakoff y Lieuwe Westra, informaba esa noticia del citado medio. Por tanto, habría ya siete plazas casi fijas para el Tour. Las dos restantes, aseguraba Giuseppe Martinelli, saldrían probablemente de corredores de confianza de Nibali como los italianos Valerio Agnoli o Alessandro Vanotti. Un nueve de garantías, sin duda.

Nibali dio el gran salto de calidad y madurez el año pasado. Ya era, por supuesto, un gran nombre del pelotón. Uno de los patricios del ciclismo mundial. Ganador de la Vuelta a España 2010 y tercero del Giro ese año, segundo en el Giro de 2011, tercero en el Tour de 2012, ganador de la Tirreno-Adriático ese año... Pero la temporada pasada, con su espléndida victoria en el Giro, donde conquistó dos etapas, Nibali demostró a quien pudiera aún albergar alguna duda sobre ello que es un ciclista excepcional con opciones claras en las grandes vueltas donde decida participar. Tras ese logro en la carrera de casa, buscó hacer doblete en grandes vueltas y sólo le impidió hacerlo un pletórico Chris Horner. Nibali terminó segundo en la Vuelta. Completó el año pasado con su victoria en la Tirreno-Adriático, donde venció a Froome, y con el Giro del Trentino más una etapa. 

La actitud de Nibali encima de la bicicleta, siempre combativo, batallador, valiente, es admirada por los aficionados al ciclismo. Por poco frecuente y por entregada. En un tiempo donde pinganillos, controles exhaustivos de datos y de cualquier situación de carrera, racaneo de esfuerzos y conservadurismo, el carácter indomable del Tiburón es una bendición para este deporte. Una forma de entender el ciclismo que cautiva. Tiene esa garra de gran campeón, esa ambición y esa confianza en sí mismo. Pero también tiene, lo ha demostrado, calidad y fuerza suficiente como para hacer frente a rivales de gran entidad. En el Tour de 2012 fue tercero tras los dos imponentes líderes del Sky aquel año, Wiggins y Froome. Entonces no fue un adversario real de los británicos. Se le vio claramente inferior a ellos. El año pasado se vio las caras con Wiggins en el Giro, pero no era ya el Wiggins de un año atrás, y venció a Froome en la Tirreno-Adriático, pero hay que tener cautela a la hora de sacar conclusiones de una carrera de una semana e intentar extrapolarlas a una gran vuelta de tres. Por tanto, sí queda esa duda de hasta qué punto Nibali podrá plantar cara Froome en el Tour. Si vemos al Froome estratosférico, sobrehumano, de este año, creo que esa duda existirá en torno a  en todos los ciclistas que intenten ganar el Tour. 

Independiente de aquello, Nibali está llamado a dar ese salto. Tras arrollar en el Giro, ya sabe lo que es ganar en dos de las tres grandes vueltas. Ha sido ya podio en París y ahora buscará escalar hasta el puesto más alto. Queda mucho hasta julio, naturalmente, y tendremos qué ver cómo se prepara cada aspirante al Tour, pero se nos hace la boca agua de imaginar un duelo entre muchos de los hombres fuertes del pelotón internacional, Nibali entre ellos, desafiando al británico con origen en Kenia que fue amo y señor de la ronda gala el año pasado. 

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