Kwiatkowski deslumbra en Siena

Inconmensurable. Michal Kwiatkowski (Omega Pharma-Quick Step) protagonizó ayer una soberbia exhibición en la Strade Bianche y se adjudicó la victoria con una insultante superioridad. El ciclista polaco ganó en un mano a mano muy desigual, por su enorme poderío, frente a Peter Sagan (Cannondale). Probablemente, esta edición de la Strade Bianche sirva en los próximos años para ilustrar el inicio del duelo entre los dos patrones, con permiso de Quintana, del pelotón internacional. Por cómo se desarrolló la prueba, la clásica italiana tuvo ayer algo de fin de ciclo, de inicio de una era. El tiempo lo dirá, pero la Strade Bianche 2014 puede ser el comienzo de algo, una prueba con un cierto toque fundacional.

Un año más, la prueba italiana, la clásica de las carreteras blancas, nos deparó un formidable espectáculo. Sensacional, bella y exigente esta prueba que con ocho años de historia nos ha arrebatado a todos los aficionados. Una prueba especial, con sabor añejo. Una prueba imprescindible. El primer momento de la verdad llegó cuando Sagan lanzó un hachazo impresionante, que sólo respondió Kwiatkowski. Lo hizo con asombrosa facilidad. Llevaba buenas piernas el polaco que lo hace todo y todo lo hace bien. Las dos perlas del ciclismo mundial se marcharon en solitario adelante. Como un símbolo del cambio del ciclismo del que hablaba, los dos veinteañeros abrieron un hueco que pronto se tornó en insalvable. Atacó Valverde a 11 kilómetros de meta, pero ya era la suya una misión imposible. Sagan y Kwiatkowski, llamados a dominar el ciclismo en los próximos años, se fueron adelante mientras un grupo de ilustres veteranos (Valverde, Cunego, Cancellara, Kreuziger, Evans), les perseguían. 

Hubo críticas ayer al ataque de Valverde, por lo tarde que llegó el movimiento. Tenía que haber seguido a Sagan y Kwiatkowski en sus demarrajes, dicen. Claro. Es muy sencillo visto desde casa. Pero los ataques del eslovaco primero y después del eslovaco fueron inmensos, de esas descargar eléctricas de alto voltaje que obnubilan. A ver quién era el guapo que podía seguir ese ataque. La estela marcada por las dos perlas del ciclismo no estaba al alcance de ninguno de los demás participantes. Ese momento crucial mostró que los jóvenes del Omega y del Cannondale tienen el futuro de este deporte en sus piernas, que están llamados a marcar una época en el ciclismo. 

Cuesta mucho que no te salga una epopeya gloriosa al escribir de Michal Kwiatkowski. Cuesta no llamarlo definitivamente caníbal. Es un ciclista que gana contrarrelojs, con una espléndida punta de velocidad que le hace poder disputar sprints, que resiste junto al grupo de los mejores en la alta montaña y, como vimos ayer, con enorme capacidad de lucirse en las clásicas. ¿Qué le falta? ¿De qué planeta ha venido? Sólo en lo que va de temporada, Kwiatkowski ha logrado victorias muy distintas. El Trofeo Serra de Tramuntana, dando una exhibición en solitario en esta prueba con un perfil claramente montañoso; una etapa en linea de la Volta al Algarve también exhibiéndose sin compañía; la crono y la general final de esta prueba portuguesa y, ahora, la Strade Bianche. Lo dicho, uno no quiere caer en excesos verbales, exagerar los logros de este joven ciclista polaco, pero es un corredor todoterreno. Nadie es capaz de ponerle hoy techo. ¿Acaso no vemos a Kwiatkowski con potencial y clase de sobra para ganar el Tour de Francia el día de mañana?

La Strade Bianche volvió a enamorar ayer, con esa mezcla entre ciclismo de otra época, belleza arrebatadora del paisaje de la Toscana, dureza del recorrido y espectacularidad de la prueba. Cada año por esta fechas lo repetimos, pero es porque cada vez lo vemos con más claridad. La tensión y la intensidad de las clásicas de primavera no se alcanza en ninguna otra carrera ciclista a lo largo del año. Para muchos aficionados es esta la mejor época de la temporada, y uno va camino de unirse al club. Las grandes vueltas por etapas son muy emocionantes, sin ninguna duda, pero las clásicas tienen algo único, como esos momentos en los que se fractura el grupo, situaciones de carrera en la que la prueba comienza a decidirse, empieza a desequilibrarse hacia un lado u otro de la balanza.

Ayer, Omega Pharma Quick Step mostró un gran dominio de la situación. En el primer corte decisivo, hasta cinco componentes del conjunto belga aparecían en cabeza. Junto a Kwiatkowski, Michal Golas, Matteo Trentin, Wouter Poels y Rigoberto Urán. En ese grupo también estaban Cancellara, Evans, Alejandro Valverde, Andrey Amador, Sagan, Ángel Vicioso (bravo por el ciclista español del Katusha), entre otros. Ante tal superioridad numérica, el equipo belga decidió mover la carrera y lanzó por delante a Trentin. No logró abrir gran distancia el italiano. Evans provocó un nuevo corte, con un gran Kreuziger junto a él. Una vez cazados, Sagan lanzó su ataque supersónico. Parálisis en el gran grupo. El eslovaco volvía a asumir protagonismo en las clásicas, a dar la cara, a tomar la iniciativa. Durante un momento, apenas unos instantes, parecía que el de Cannondale emprendería una cabalgada en solitario camino de Siena, pero apareció por detrás como un misil el campeón polaco. Michal Kwiatkowski dio alcance a Sagan con facilidad. 20 segundos. 30. 45. Rápido se fueron por encima del minuto. La carrera era cosa de dos.

Con buen entendimiento, aunque con los lógicos gestos pidiendo tirar y dar el relevo al otro compañero de fuga, llegaron Sagan y Kwiatkowski hasta el momento cumbre de la carrera, la via Santa Caterina, mítico escenario ya para los amantes del ciclismo. Aceleró Sagan en cuanto empezó la pendiente. Valiente el eslovaco. Valentía que nada pudo hacer ante la portentosa aceleración del polaco. ¡19 segundos le metió a Sagan en esos metros finales! Los que hubiera querido. Arrasó, pasó por encima de él. Por encima de todos. Este joven quiere arrasar con todo, batir marcas. No sabemos dónde está su techo, pero intuimos que muy alto. Lo más alto posible. Michal Kwiatkowski, el ciclista que lo hace todo y todo lo hace bien. 

Clasificación
1 Michal KWIATKOWSKI POL OPQ 5:20:33
2 Peter SAGAN SVK CAN 19
3 Alejandro VALVERDE BELMONTE ESP MOV 36
4 Damiano CUNEGO ITA LAM 40
5 Roman KREUZIGER CZE TCS 40
6 Fabian CANCELLARA SUI TFR 59
7 Cadel EVANS AUS BMC +1:44
8 Warren BARGUIL FRA GIA +2:02
9 Wouter POELS NED OPQ +2:11
10 Simon GESCHKE GER GIA +2:51

Previa de la Roma Máxima
Si decimos que la Strade Bianche es muy joven, apenas 8 años de existencia, la clásica que hoy volverá a situar en Italia las miradas de los aficionados es pañales con la denominación actual. La Roma Máxima, con final frente al Coliseo de la ciudad eterna, tiene una larga historia detrás como Giro del Lazio, carrera creada en 1933. En 2009 no se disputó esta prueba y estuvo ausente del calendario hasta que RCS decidió que tomara el relevo al Giro de Lazio esta Roma Máxima, carrera que también tiene vocación de pervivencia y de transmitir sensaciones de ciclismo añejo. Presenta varias cotas esta clásica de 195 kilómetros de recorrido con salida y llegada a Roma. Entre los participantes de una prueba que podremos seguir por la web de ETB a través de las 13:50 horas están Philippe Gilbert y Samuel Sánchez (BMC), Alenjandro Valverde y Fran Ventoso (Movistar), Filipo Pozzato (Lampre-Merida) o Luca Paolino (Katusha), entre otros. El año pasado el vencedor fue el francés Biel Kadri (Ag2r). Recordems que hoy, además de la Roma Máxima, la atención también estará en la primera etapa de la París-Niza, etapa en línea propicia para el sprint que emitirá a partir de las 14:40. Mucho ciclismo de calidad este domingo. 

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