Previa de la Milán-San Remo

Llega, ahora de verdad, la primavera ciclista. Primero de los cinco monumentos de la temporada. La Milán-San Remo celebra este domingo, el tercero de marzo, como siempre, la edición 105. La Clasicissima, prueba centenaria, histórica. Imposible afrontar este monumento sin echar la vista atrás y recordar todo el pasado que tiene tras de sí. Una prueba que comenzó a disputarse en 1907. ¡En 1907! El valor de la tradición se aprecia con nitidez en este caso. La Milán-San Remo, al sprint o no, más divertida o menos, es siempre una cita excepcional. El inicio auténtico de la primavera ciclista. Una prueba imprescindible en el calendario. Siete veces la ganó un tal Eddy Merckx. La historia de este monumento del ciclismo nos lleva a Miguel Poblet, ganador en dos ediciones (1957 y 1959), fallecido el año pasado, y a Óscar Freire, que conquistó tres años la Clasicissima (en 2004, 2007 y 2010). Dos mitos del ciclismo español que cada año por estas fechas (y por tantas otras) recordamos y a quienes nunca está de más rendir tributo.
 
El recorrido habitualmente llano, o propicio para el sprint, aunque no sin dificultades orográficas que animan a los más valientes a romper el guión no escrito que conduce  a una volata, hace que el palmarés de la prueba esté repleto de nombres de grandes velocistas. El año pasado, Gerald Ciolek se impuso a Peter Sagan y a Fabian Cancellara en una Milán-San Remo dantesca, donde la nieve hizo acto de presencia y dificultó hasta el extremo el desarrollo de la prueba, hasta el punto de que algunos kilómetros del trazado tuvieron que neutralizarse y muchos corredores se retiraron por el frío infrahumano. Entre esos nombres de grandes velocistas de siempre están Erik Zabel, Mario Cipollini, Alessandro Petachi o Mark Cavendish.
 
También es tradición que haya otra clase de aspirantes al triunfo, por aquello de que el recorrido no es totalmente llano y sí una prueba de fondo (cerca de 300 kilómetros siempre), con dificultades donde los hombres potentes pueden dar la sorpresa. Son hombres como Paolo Bettini o Fabian Cancellara, por poner los dos últimos ejemplos. Esa clase de corredores de gran fuerza que no quieren ser convidados de piedra de esta prueba. La Pompeiana, que en un principio sí aparecía en el recorrido oficial pero tuvo que ser retirada, reduce las opciones de esta clase de corredores. De ahí, por ejemplo, el sí de Cavendish a la prueba tras conocer el cambio del perfil y el no de Alejandro Valverde.
 
 
 
Ya lo ven. Sin Pompeiana, pero sí con Cipresa y el Poggio en la parte final para intentar dar la sorpresa. Los máximos favoritos, ya digo, son los sprinters. En esa lista aparecen Mark Cavendish (Omega Pharma-Quick Step), André Greipel (Lotto-Belisol), Peter Sagan (Cannondale), Simon Gerrans (Orica GreenEdge), Diego Ulisi (Lampre-Merida), John Degenkolb (Giant Shimano) o Arnaud Demáre (FDJ) o los españoles José Joaquín Rojas, Juanjo Lobato y Fran Ventoso (Movistar). Después hay otro grupo de corredores para quienes todas las opciones pasan por evitar el sprint. En le primer lugar, por supuesto, se encuentra la locomotora suiza: Fabian Cancellara (Trek). En esa categoría entrarían también Vincenzo Nibali (Astana), Michal Kwiatkowski (Omega Pharma Quick Step) o Philippe Gilbert (BMC), entre otros. La perla polaca es para mí aspirante de primer nivel, junto a Sagan.
 
La prueba, de 294 kilómetros, se podrá seguir en Eurosport y en EIB, cuya web nos salva a muchos una vez más. Todo listo para una apasionante Milán-San Remo. Es el primer monumento del año. El tercer domingo de marzo. Fecha reservada en el calendario por todo amante del ciclismo. Que lo disfruten. 

Comentarios