Valverde renuncia a la Milán-San Remo

El mes de marzo trae varias citas de primer nivel al calendario ciclista. En los próximos días podremos disfrutar de clásicas jóvenes pero que en poco tiempo se han ganado la veneración de los aficionados como la Strade Bianche (el sábado) y Roma Máxima (el domingo) y también de carreras de una semana como París Niza (que comienza el domingo) y la Tirreno-Adriático (que empieza el próximo miércoles). Sin duda, una de las grandes pruebas del mes de marzo es la Milán-San Remo, primero de los cinco monumentos del ciclismo. La Classicissima se disputa el tercer domingo del mes, el día 23, y un cambio de última hora en su recorrido ha provocado cambios en la participación de corredores en la prueba con el consiguiente debate.
 
 

El cambio en el recorrido es concretamente la supresión de la subida a la Pompeiana  por el mal estado de la carretera debido al mal tiempo. El nuevo responsable deportivo de RCS, empresa organizadora de la carrera, Mauro Vegni, anunció hace días que "en vista de las actuales condiciones climatológicas y el daño que ha provocado en los últimos meses, pensamos que no hay forma de poder disponer de unas carreteras seguras a tiempo para la carrera" y que el próximo año intentarán correr el recorrido previsto para este.
 
La supresión de la Pompiana deja al Poggio como una cota en la que los corredores fuertes pueden poner en apuros a los velocistas. A priori, este cambio de recorrido es claramente propicio para los hombres rápidos. Una muestra de ello es que Marck Cavendis (Omeha Pharma-Quick Step) anunció de inmediato su participación en la misma, pese a que no tenía previsto correr la clásica italiana en un primer momento. Entiende el sprinter británico que este nuevo recorrido le viene mucho mejor. Exactamente igual, sólo que a la inversa, ha hecho Alejandro Valverde. El corredor murciano del Movistar tenía previsto disputar la Classicissima, pero la eliminación de la Pompiana  le ha desanimado y le ha hecho desistir.
 
No han faltado críticas a la decisión de Valverde, fundamentalmente por la trascendencia y el prestigio de la prueba. Es la Milán-San Remo. Uno de los cinco monumentos del ciclismo junto a Flandes, Lieja-Bastoña-Lieja, París-Roubaix y Giro de Lombardía. Cuando Valverde anunció que este año correría la clásica italiana muchos aficionados festejamos que el ciclista de Movistar decidiera disputar un calendario de clásicas de primer nivel en la primavera ciclista. De ahí probablemente la decepción de algunos con este cambio del corredor murciano.
 
Yo entiendo la renuncia de Valverde y, aunque naturalmente comparto la opinión de que la Milán-San Remo es una carrera fundamental, de las pruebas más importantes del calendario, le restaría importancia a su decisión. Al igual que los hombres rápidos comprenden que el cambio forzado del recorrido en la Classicissima les beneficia y por eso se animan a disputar esta clásica ciclistas que en principio no habían mostrado interés, comprendo que suceda a la inversa con corredores con buena punta de velocidad como es el caso de Valverde, pero que necesitan más dureza para hacer una selección del grupo y poder tener opciones frente a los sprinters.
 
Con el nuevo recorrido, Valverde perdía muchas posibilidades de optar a la victoria. Lo veremos el día 23, pero todo hace indicar que la Milán-San Remo está destinada a ser una prueba que se disputen los hombres rápidos puros. Velocistas clásicas entre los que Valverde contaría con pocas opciones. No hay que dramatizar con este cambio. Tampoco habría pasado nada, en eso estoy de acuerdo, si Valverde hubiera mantenido su plan inicial de disputar la carrera, pero comprendo que al ver el corredor murciano este trascendental cambio de recorrido se haya echado atrás. Los ciclistas no sólo pueden seleccionar su calendario en base al prestigio de las carreras, sino también en función de su recorrido. Creo que es algo comprensible. Si Valverde entiende que este perfil de la Milán-San Remo pasa  a ser, como entendemos la mayoría, fundamentalmente para velocistas, es normal que dé un paso atrás. No le faltarán objetivos al líder del Movistar que lleva ya cinco triunfos esta temporada. 


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