Previa de la París-Roubaix


Tercer monumento del año. Sigue la fiesta de la primavera ciclista, puntual cada abril, con el Infierno del norte. Vuelven las piedras centenarias de una carrera demoníaca, inhumana, gloriosa que se disputó por primera vez en 1896. Este año cumplirá 112 ediciones. Cada año con cada monumento lo hacemos, porque es inevitable y obligado. Hay que repasar, aunque sea someramente, la historia de esta carrera. Como tantas otras pruebas ciclistas, la París-Roubaix nació gracias al impulso de un periódico deportivo, en este caso, Le vélo. Buscaban emular con esta carrera la Burdeos-París, la clásica más famosa del momento que se disputó por última vez en 1988 y que fue creada en 1891. 

Tan sólo las dos guerras mundiales obligaron a la suspensión de la prueba entre 1915 y 1918 y entre 1940 y 1942, respectivamente. La extrema dureza de la prueba, con los tramos adoquinados, el barro cuando el mal tiempo y la lluvia colaboran en hacer más infernal la prueba, es su gran atractivo. La París-Roubaix es una guerra. Una gran batalla de la que no se sabe cómo se volverá y en la que, a las buenas piernas se le debe sumar la buena colocación y la pizca de suerte, por los pinchazos y las caídas acechan en cualquier esquina, en cualquiera de los más de 20 tramos de pavé, de adoquín, de piedras mal puestas por donde habrán de transitar los corredores. 

Por países, Bélgica domina el palmarés histórico de la prueba con 56 victorias. Le sigue de lejos Francia, con 28. El ciclismo italiano cuenta con trece victorias. Holanda (5), Suiza (4), Irlanda (2) y Alemania, Luxemburgo, Ucrania, Suiza y Australia (1) también saben lo que es ver ganar a uno de los suyos en el velódromo de Roubaix donde concluye el monumento. Dos leyendas del ciclismo español, Miguel Poblet y Juan Antonio Flecha, son los únicos nombres españoles que aparecen en la lista de los podios de la prueba desde su inicio. El primero, fallecido el año pasado, quedó tercero en la edición de 1960. Flecha, que por cierto será comentarista de Eurosport, suma un segundo puesto (en 2007) y dos terceros (2005 y 2010). 

Por ciclistas, dos belgas lideran los triunfos en la París-Roubaix con cuatro. El legendario Roger De Vlaeminck (1972, 1974, 1975 y 1977) y Tom Boonen (2005, 2008, 2009 y 2012). Entre los siete ciclistas que han logrado tres victorias en esta clásica está Fabian Cancellara, quien ganó en 2006, 2010 y 2013. Para él, pues, la París-Roubaix tiene este año una motivación especial, si es que eso es posible, si es que la locomotora suiza puede estar más motivado que de costumbre en este monumento, ya que si triunfa se situará entre los ciclistas más laureados. El año pasado, Cancellara ganó en el velódromo de Roubaix en un sprint impresionante frente a Sep Vanmarcke en lo que el propio corredor suiza calificó como su mayor batalla encima de una bicicleta. Por supuesto, si Boonen lo logra, aunque no se le ve en su mejor momento, conseguiría ser el único corredor con cinco París-Roubaix. 

Ya lo ven. 28 tramos de adoquín presenta la París-Roubaix de este año en sus 257 kilómetros de recorrido. El primero de ellos se encuentra en el kilómetro 97,5 de carrera. Hasta ahí, entendemos que se formará la primera escapada de la prueba. Los valientes que decidan animar la clásica en sus primeros compases y ser los primeros en entrar al Infierno del norte, a los tramos de pavé que les separan del velódromo de Roubaix. El perfil es lo suficientemente expresivo de lo que presenta esta carrera. Continuos tramos adoquinados. En total, 51,1 kilómetros sobre las piedras. El premio al ganado, ya lo saben, otra piedra. En este enlace se encuentran detallados los 28 tramos de pavé. 

Fabian Cancellara (Trek) parte como el gran favorito tras su victoria el pasado domingo en el Tour de Flandes. El segundo el año pasado, Sep Vanmarcke (Belkin), también se dejó ver en la carrera belga y de hecho fue el único que resistió a Espartaco en sus sobrehumanos cambios de ritmo. Candidatura seria la de Vanmarcke, como también lo es la de Peter Sagan (Cannondale). Todas las miradas volverán a centrarse en el Omega Pharma Quick Step, que presenta un plantel de lujo, pero a quien no le sirvió esa superioridad numérica en la parte final del Tour de Flandes. Son muchas las bazas que puede jugar el equipo belga. En teoría, por galones, por tener cuatro pedruscos en casa, Tom Boonen liderará al equipo, aunque no se mostró fino en Flandes. A su lado estarán  Zdenek Stybar, Niki Terpstra y el gigantón  Stijn Vandenberg, a quienes se vio más fuertes. Otros nombres destacados son Greg Van Avermaet -tercero el año pasado-,Taylor Phinney y Thor Hushovd (BMC), Alexander Kristoff (Katusha), Edvald Boasson Hagen (Sky), John Degenkolb (Giant Shimano) o Nicki Sorensen (Tinfkoff-Saxo). 

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