Primer monumento para Terpstra

Inmensa victoria de Niki Terpstra, que cumple así "un sueño de la infancia" en la París-Roubaix, una carrera legendaria que ayer nos volvió a cautivar en una de sus ediciones más abiertas, con más alternativas y más tácticas que se recuerdan. Triunfó el Omega Pharma Quick Step, que esta vez sí sacó partido de su imponente bloque para las clásicas de adoquín que se despidieron ayer hasta el próximo año, con ese aire de cierre de una parte de la temporada, que dará paso a partir del domingo a las no menos espectaculares clásicas de las Ardenas. El Infierno del norte nos dejó un día memorable de ciclismo en el que tal vez la resolución dejó algo fríos a los aficionados, porque la composición del grupo final de 11 hombres invitaba a pensar en un desenlace más espectacular. 

Hubo una sucesión constante de ataques, de movimientos tácticos. Indecisión y alternativas. Los ocho valientes que compusieron la primera fuga de la clásica fueron Boucher (FDJ), Kenny De Haes (LTB), Michael Kolar (TCS), Benoît Jarrier y Clément Koretzky (BSE), Tim De Troyer (WGG), Andreas Schillinger (TNE) y John Murphy (UHC). Ellos llegaron a alcanzar doce minutos de ventaja en la primera parte de la prueba, aunque sabían que según fueran llegando a los tramos de pavé el grupo se les echaría encima. Al paso por Arenberg, esta vez menos explosivo en el grupo que otras veces, Kristoff (Katusha) y Yoan Offredo (Ag2r La Mondiale) sufrieron sendos pinchazos. Para el corredor del conjunto ruso, ganador de la Milán-San Remo, ese pinchazo fue el comienzo de sus males. Después llegaría otro pinchazo y una caída que le obligó a abandonar.

La distancia de la escapada se había reducido a su mínimo expresión cuando se produjo un corte en el grupo de favoritos. Tom Boonen decidió atacar a 63 kilómetros del final, al paso por el tramo de Beuvry la Foret . Se fue solo. Descomunal arrancada de un corredor que es leyenda viva de este deporte. Cuatro París-Roubaix reúne el corredor belga. Con un alarde de fuerza y de ambición impresionante, pero también de labor de equipo que a la postre resultaría clave para el triunfo final de Tersptra, Boonen se marchó hacia delante y compuso un grupo de perseguidores de siete hombres. Junto a él iban Damien Gaudin (Ag2r), Matthieu Ladagnous (FDJ.fr), Marteen Tjlallingii (Belkin), Geraint Thomas (Sky), Saramotins (IAM) y Yannick Martinez (Europcar). Ninguno de estos corredores dio relevos a Boonen, quien se enfadó en más de una ocasión con sus compañeros de fuga con gestos ostensibles de desagrado. Sus compañeros de fuga no veían interesante colaborar con semejante corredor, pues pensaban que hacerlo implicada casi dejarle el triunfo en bandeja. 

Lo cierto es que ese movimiento valiente de Boonen marcó la carrera. Por detrás, obligó a desgastarse al Trek de Cancellara, al BMC de Van Avermaet y al Sky de Wiggins. Neutralizó Boonen posibles movimientos por detrás y provocó mucho trabajo. No alcanzó en ningún momento una diferencia alarmante, pero él prácticamente solo, con su tesón y esfuerzo, puso en jaque al grupo del resto de favoritos. Él hizo que avanzara esa fuga. Como no lograba la colaboración del resto de escapados, tan sólo en algún momento aislado de Geraint Thomas, Boonen volvió a acelerar unas cuantas veces. Por detrás, arrancó Thor Hushovd, permitiendo así a su equipo, el BMC, desentenderse de las labores de caza y dejar la tostada a otras escuadras. 

Los dos veteranos ciclistas, Boonen y Hushovd, se entendieron por delante y siguieron con unos segundos de ventaja sobre el resto de rivales. Junto al belga y al noruego, marchaban, ahora sí colaborando más, Tankink, Yannick Martinez y De Backer. El Trek de Cancellara trabaja por detrás hasta que en el tramo de  Pont Thibaut, a falta de 38 kilómetros para meta, lanzó un gran ataque Sep Vanmarcke (Belkin) que respondió en primera persona Espartaco. Tras ellos, llegaron Stybar y Bradley Wiggins. Muy serio lo que hizo el británico ayer en la París-Roubaix. Estuvo en la pomada hasta el final. Es un ganador de Tour de Francia. Hacía mucho que no se veía algo así. Merece toda la admiración y el respeto el ciclista de Sky, que tan poco se hace querer por su forma de ser pero que es capaz de dejarnos con la boca abierta con actuaciones como la de ayer. 

Peter Sagan (Cannondale), aprovechó un cierto parón en el grupo para lanzarse al ataque de la mano de Maarten Wynants. Por delante resistía el grupo de Boonen, hasta el que llegaron los dos corredores. El eslovaco se marchó en solitario hacia delante cuando restaban 21 kilómetros para el final. Nuevos ataques por detrás como el de Vanmarcke y un ritmo infernal al paso del Carrefour de l´Arbre, contribuyeron a animar la parte de la prueba y a componer un grupo de once unidades entre los que se decidiría la carrera. Eran Boonen, Sagan, Cancellara, Stybar, Terpstra, Degenkolb, De Backer, Vanmarcke, Wiggins, Geraint Thomas y Langevelv. Superioridad numérica de Omega Pharma Quick Step y presencia de muchos de los gallos de la prueba en ese grupo. Se presentaba un final apoteósico camino del velódromo de Roubaix. A seis kilómetros para el final atacó Niki Terpstra, para hacer buena esa mayor presencia de su equipo. No se entendieron por detrás para neutralizar su demarraje y el ciclista holandés se impuso en solitario para cumplir un sueño que tenía desde niño, para recibir la piedra que le reconoce como el hombre capaz de reinar en el Infierno del norte

En el sprint por el segundo puesto, el más rápido fue Jhon Degenkolb, que confirma con su presencia en el podio que es un ciclista a tener en cuenta en el futuro para las clásivas de pavé. Con cara de muy pocos amigos subió al podio Cancellara. Es el podio número 12 consecutivo en monumentos para la locomotora suiza, algo que sólo está al alance de los más grandes, pero el corredor de Trek quería ganar y se le vio visiblemente cabreado. Sin duda, la determinación de Boonen por seguir apretando en cabeza, incluso cuando sacaba tan sólo un puñado de segundos al grupo de favoritos, fue clave para el triunfo final de Terpstra y ese coraje del corredor belga será quizá lo más recordada de esta edición de la París-Roubaix. También la valentía de Sagan en la parte final, atacando en solitario (sexto clasificado al final el de Cannondale, puede estar satisfecho por su trabajo) y, como destaqué arriba, por el noveno puesto de Wiggins. El británico dijo desde el principio que llegaba a esta clásica con mucha motivación y con ánimo de disputarla. Muchos no nos lo tomamos demasiado en serio. Pero este hombre que procede de la pista y que ganó el Tour de Francia en 2012 vuelve a sorprendernos con una actuación en el Infierno del norte que merece toda nuestra admiración. Se acabaron las clásicas de pavé por este año. Tiempo ahora, a partir del domingo, para las Ardenas. 

Clasificación
1 Niki TERPSTRA OMEGA PHARMA-QUICK STEP 06:09:01
2 John DEGENKOLB TEAM GIANT-SHIMANO 00:00:20
3 Fabian CANCELLARA TREK FACTORY RACING 00:00:20
4 Sep VANMARCKE BELKIN PRO CYCLING 00:00:20
5 Zdenek STYBAR OMEGA PHARMA-QUICK STEP 00:00:20
6 Peter SAGAN CANNONDALE 00:00:20
7 Geraint THOMAS TEAM SKY 00:00:20
8 Sebastian LANGEVELD GARMIN - SHARP 00:00:20
9 Bradley WIGGINS TEAM SKY 00:00:20
10 Tom BOONEN OMEGA PHARMA-QUICK STEP 00:00:20

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