Bouhanni triunfa entre el caos y la polémica

Caótica, accidentada, polémica, peligrosa. La cuarta etapa del Giro, la primera en tierras italianas, generó mucha discusión. La lluvia convirtió la carretera en una deslizante pista de patinaje, por lo que los corredores decidieron ralentizar la marcha y presionar a la organización, que decidió, con vistas a evitar riesgos entre los corredores, eliminar las bonificaciones en meta y neutralizar los tiempos en el penúltimo paso por la línea de meta del circuito de 8,6 kilómetros en Bari que acogió el desenlace de la cuarta etapa. Apenas 112 kilómetros, pero mucha historia, mucha polémica en la etapa. 

Ya desde el principio dejó noticias la cuarta etapa. Echó a andar el pelotón con la indeseada información de que Marcel Kittel, el portentoso velocista alemán que había dominado las dos primeras volatas de la prueba, se veía obligado a retirarse porque tenía fiebre. La salud se interpuso en el camino del káiser de los sprints y le forzó a echar pie a tierra. Una lástima para el hombre rápido del Giant-Shimano que amenazaba con dominar con autoridad incontestable los sprints de la corsa rosa. Triste que tenga que ser así como se abra el abanico de posibles ganadores en las volatas de la carrera transalpina. La aparición de Kittel en el Giro, pues, ha sido más breve de lo previsto, pero aun así consigue irse para casa con dos etapas y entrando en el selecto club de corredores que han ganado en las tres grandes vueltas.

La lluvia hizo pronto acto de aparición. Se había censurado mucho la decisión de la organización de llevar el Giro a Irlanda, entre otras razones, por la propensión a la lluvia por aquellos lares. Evidentemente, en Irlanda hay más probabilidad de lluvia, pero el sur de Italia no suele ser un lugar lluvioso y, sin embargo, ayer hubo mucha más peligrosidad en la carretera y  unas condiciones climatológicas mucho más adversas. Los corredores decidieron no jugársela en una decisión que despertó polémica y generó debate, pero que es perfectamente comprensible. Cuarta etapa del Giro. Los ciclistas entendieron que era mucho más lo que podían perder en ese peligroso circuito que lo que podrían ganar. 

Se vivieron escenas de conversaciones y discusiones entre los corredores, charlas por los pinganillos, discrepancias entre ciclistas... Lo clásico en estas situaciones. Las huelgas de pedales caídos son infrecuentes, pero se ven de vez en cuando. En el pasado Giro, sin ir más lejos, los corredores decidieron hacer una subida neutralizada a un puerto cuyo descenso se presentaba muy peligroso por la nieve. Son escenas que nadie desea ver y que no hacen bien a nuestro deporte, sin duda, pero son escenas comprensibles. Lo más complejo en estas situaciones suele ser el hecho innegable de que es prácticamente misión imposible que todos los corredores y todos los equipos se pongan de acuerdo en la decisión de frenar el ritmo y neutralizar la etapa. Llegan entonces los ataques de ciclistas que quieren seguir disputando la etapa pese a la peligrosidad y que son abucheados por el resto. Es una situación complicada. Si alguien decide arriesgar, ¿por qué se le va a frenar? Por ejemplo, ayer declaró en meta el veterano Petacchi que se llevó un disgusto al enterarse de que no había bonificaciones en meta. El ciclista italiano del Omega Pharma-Quick Step es segundo en la general y buscaba la magia rosa. Es casi imposible compaginar los intereses de todo el mundo en esta clase de situaciones. 

Probablemente, en el ánimo de los corredores pesó también el largo traslado desde Irlanda. Están mosqueados con al organización, como ya comentábamos ayer. Puede que llueva sobre mojado y, cuando vieron la peligrosidad del circuito a causa de la lluvia, su cabreo anterior se sumara a la decisión de no arriesgar en una etapa a todas luces intrascendente como la de ayer que sólo podía traerles disgustos y caídas. Los ciclistas quieren dejar de ser los monos de feria con los que nadie cuenta. Con razón, los corredores quieren ser escuchados. No es de recibo que los protagonistas principales del espectáculo no tengan ni voz ni voto. En situaciones como las de ayer en la que está en riesgo su seguridad física, lo lógico es que se les escuche. No son los organizadores ni somos los aficionados quienes nos la jugamos en esta situaciones. Son ellos. 

El ciclismo no es un deporte más grande por hacer sufrir hasta extremos ilimitados a los corredores o por forzarlos a poner en riesgo su seguridad de forma absurda cuando, por ejemplo, las condiciones climatológicas y el estado de la carretera no permiten la práctica del deporte. Creo que es algo que debería llevarnos a la reflexión. No va a perder épica el ciclismo si en jornadas dantescas de lluvia extrema o nieve se antepone la salud y la seguridad de los ciclistas, que son personas y no máquinas, al espectáculo. Cuando las condiciones no permiten que se dispute la etapa, más cuando hablamos de etapas intrascendentes como la de ayer, creo que es un error forzar la situación. Por eso, entiendo que ayer los corredores hicieron lo correcto y, desde luego, aunque pensara que se equivocaron al frenar la marcha respetaría totalmente su decisión, porque comprendo que son ellos los que están dando pedales bajo la lluvia y sobre un asfalto resbaladizo mientras que son los que están cómodamente resguardados frente al televisor o a la pantalla del ordenador quienes se atreven a censurar la actitud de los ciclistas. 

Como se neutralizó el tiempo en el toque de campana, penúltimo paso por la línea de meta del circuito, en la última vuelta quedaron prácticamente sólo los ciclistas que querían disputar la etapa. En cuanto se aceleró la marcha para disputar el sprint llegaron las caídas. Tanto que fue un grupo de seis hombres el que se disputó el triunfo de etapa. Tom Veelers, del Giant Shimano, intentó brindar el triunfo a su líder para endulzar algo su retirada por motivos de salud. Fue el holandés el primero en moverse, pero el francés Nacer Bouhanni  (FDJ) volvió a dar una victoria al país galo en el Giro por primera vez en tres años. 

Taranto-Viggiano. 203 kilómetros
El caos y la polémica de estos primero días del Giro deben quedar atrás en la etapa de hoy, primer contacto con la media montaña. La etapa concluye en Viggiano, puerto catalogado de cuarta categoría con 5,5 kilómetros de recorrido al 5,5% de pendiente media y rampas de hasta el 8%. Habrá un doble paso por ese puerto en la parte final de la etapa por lo que, si hay corredores que decidan plantar batalla, podremos ver los primeros ataques cuesta arriba de esta edición de la corsa rosa. Las bonificaciones de 10", 8" y 6" en meta a los tres primeros también puede ser un goloso incentivo para que veamos movimientos en esta esperada primera etapa con final en alto. 

Clasificación de la etapa 4
1 Nacer BOUHANNI FDJ 2:22:06
2 Giacomo NIZZOLO TFR 0
3 Tom VEELERS GIA 0
4 Roberto FERRARI LAM 0
5 Elia VIVIANI CAN 0
6 Matteo MONTAGUTI ALM 0
7 Kenny DE HAES LTB 0
8 Luka MEZGEC GIA 0
9 Bert DE BACKER GIA 0
10 Francesco CHICCHI NRI 0

Clasificación general
1 Michael MATTHEWS OGE 12:28:43
2 Alessandro PETACCHI OPQ 8
3 Daniel OSS BMC 10
4 Ivan SANTAROMITA OGE 14
5 Pieter WEENING OGE 14
6 Luke DURBRIDGE OGE 14
7 Svein TUFT  OGE 14
8 Serge PAUWELS OPQ 19
9 Rigoberto URAN URAN OPQ 19
10 Julien VERMOTE OPQ 19
11 Pieter SERRY OPQ 19
12 Gianluca BRAMBILLA OPQ 19
13 Danilo WYSS BMC 21
14 Cadel EVANS BMC 21
15 Samuel SANCHEZ GONZALEZ ESP 21
16 Steve MORABITO BMC 21
17 Yannick EIJSSEN BMC 23
18 Brett LANCASTER OGE 25
19 Rafal MAJKA TCS 26
20 Ben SWIFT SKY 29

Dennis reta a Wiggins en el Tour de California
En Estados Unidos continúa disputándose el Tour de California, que ayer vivió su primer día de alta montaña con final en Monte Diablo. La etapa estuvo protagonizada en los primeros compases de la misma por Voss (NetApp), Squire (Jamis), Lemus Dávila (Jelly Belly),  Zepuntke (Bissell), Wynants (Belkin), Clarke (UnitedHealthcare) Routley (Optum) y Lozano (Novo Nordisk), quienes formaron la fuga del día. Poco a poco fueron neutralizados, con el conjunto Sky controlando la carrera. El equipo británico recordó al de las grandes ocasiones, cuando comanda el gran grupo prácticamente hasta la meta, donde ya son los líderes quienes se deben batir en duelo. Así fue ayer. A falta de unos pocos metros para el final atacó el joven Adam Yates (Orica-GreenEdge), movimiento que aprovechó Rohan Dennis, segundo en la general, para lanzar un demarraje que terminó dándole el triunfo de etapa y le ayudó a recortar distancias respecto a Wiggins. El británico del Sky sigue al frente de la ronda con 24" de ventaja sobre el corredor del Garmin-Sharp. 

Clasificación de la etapa 3
1 Rohan DENNIS Garmin-Sharp 4:56:02
2 Tiago MACHADO Team NetApp-Endura 0:00:06
3 Lawson CRADDOCK Team Giant-Shimano 0:00:08
4 Adam YATES Orica GreenEDGE 0:00:11
5 Janier Alexis ACEVEDO CALLE Garmin-Sharp 0:00:11
6 Carter JONES Team Optum By Kelly Benefit Strategies 0:00:14
7 Peter STETINA BMC Racing Team 0:00:14
8 Johan Esteban CHAVES RUBIO Orica GreenEDGE 0:00:14
9 Bradley WIGGINS Team Sky 0:00:20
10 Matthew BUSCHE Trek Factory Racing 0:00:29

Clasificación general
1 Bradley WIGGINS Team Sky 10:03:57
2 Rohan DENNIS Garmin-Sharp 0:00:24
3 Tiago MACHADO Team NetApp-Endura 0:01:05
4 Lawson CRADDOCK Team Giant-Shimano 0:01:21
5 Adam YATES Orica GreenEDGE 0:02:10
6 Peter STETINA BMC Racing Team 0:02:24
7 Matthew BUSCHE Trek Factory Racing 0:02:25
8 Carter JONES Team Optum By Kelly Benefit Strategies 0:02:27
9 Laurens TEN DAM Belkin Pro Cycling Team 0:02:29
10 Janier Alexis ACEVEDO CALLE Garmin-Sharp 0:02:30

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