Káiser Kittel

Rodeado de miembros de la realiza británica, Marcel Kittel, káiser de las volatas, amo y señor de las llegadas masivas, se vistió ayer de amarillo en Harrogate tras imponerse al sprint en la primera etapa del Tour de Francia. Repite el corredor alemán del Giant Shimano el arrollador inicio de la ronda gala que protagonizó el año pasado (cuatro etapas se llevó y también vistió el amarillo en las primeras jornadas). También continúa avasallando en las llegadas masivas con portentosa autoridad, como ya hizo en el Giro de Italia en las dos primeras volatas, antes de tener que abandonar precipitadamente la carrera por culpa de la fiebre. Kittel es la cara de una etapa donde el británico Mark Cavendish, corriendo literamente en casa (la etapa concluyó en la localidad natal de su madre) no sólo no ganó sino que además se fue al suelo tras provocar una caída. Le pudieron los nervios y la presión. Está dolorido de un hombro el velocista del Omega Pharma Quick Step. Desastroso comienzo del Tour para él. 

Así, con un sonriente Marcel Kittel en el podio de Harrogate, concluyó una primera etapa del Tour difícil de olvidar por la sensacional entrega del público británico. Yorkshire acogió con enorme entusiasmo a la carrera ciclista más importante del mundo. Según la organización, hasta dos millones de personas salieron a algún punto del recorrido para presenciar el paso de los ciclistas. Los puertos de tercera y cuarta categoría que se subieron ayer parecían por momentos grandes colosos alpinos o pirenaicos por la afluencia masiva de público. Las imágenes de tanta gente agolpada a las carreteras, hasta el punto de que provocaron algún que otro corte por invadir (indebidamente, todo hay que decirlo) el asfalto por donde habían de pasar los ciclistas, son una formidable demostración del poder de atracción del Tour, una notable inyección de moral para todos los amantes de este deporte y la prueba de que la pasión por el ciclismo no hace sino crecer en el Reino Unido.



Asistieron a la salida y al final de etapa los príncipes Guillermo, Catalina y Enrique de Inglaterra, con lo que el país desde el que sale esta edición del Tour mostró su implicación al más alto nivel con la grande boucle. Pero, como digo, lo más ilusionante y enriquecedor, la mejor noticia posible para empezar esta 101 edición de uno de los mayores eventos deportivos del mundo, es la entrega absoluta del público británico. Los ciclistas mostraron ayer su agradecimiento a los ciudadanos de Yorkshire por su insuperable acogida a la carrera. El pelotón no pudo comenzar con mayor calor humano y la organización del Tour no pudo acertar más que llevando la gran salida de la carrera a un lugar donde se le ha recibido con tanta pasión. 

Además, ASO ha hecho otra cosa bien. Estas primeras etapas en el Reino Unido no son un paseo turístico, con recorridos llanos sin ningún punto de interés. Lejos de eso, la etapa de ayer (y sobre todo la de hoy) presentan cotas y atractivos diversos para el espectador. No será, pues, sólo un viaje del pelotón fuera de tierras francesas, sino que tendrán estas jornadas un interés deportivo no menor, lo cual es siempre algo que se debe tener en cuenta. El ciclismo tiene muchos elementos atractivos adyacentes a lo meramente deportivo y conviene combinarlos todos. Lo que ASO ha hecho con estos primeros días en el Reino Unido se aproxima mucho a ello. El interés deportivo, su interés económico, la expansión internacional del evento... Todo combinado para ofrecer un bello espectáculo. 

La etapa de ayer sirvió de demostración de cuán falsa es la afirmación de que hay etapas totalmente intrascendentes en el Tour. En cualquier carrera ciclista, pero en especial aquí, nunca se puede decir tal cosa. En cualquier rincón puede surgir un ataque inesperado, una caída, cualquier suceso que cambie el rumbo de la prueba. Ayer se vieron varios de esos regalos, envenenados o gozosos, que puede deparar el Tour en cualquier parte. Presenciamos una escapada, la primera de los buscadores de gloria en las jornadas en las que el guión no escrito dice que su aventura terminará naufragando cuando el gran pelotón así lo decida. Formaron la fuga del día Nicolas Edet (Cofidis), Benoit Jarrier (Bretagne-Séché Environnement) y el viejo rockero que nunca muere (y que ni se le ocurra hacerlo) Jens Voight. El veterano ciclista del Trek fue el primer gran protagonista del Tour. Esperó poco, muy poco, para asumir ese rol, al meterse en la escapada. Después, fue el que más resistió al frente de la carrera, lo que sirvió para vestir el maillot blanco a puntos rojos de líder de la montaña y para llevarse el premio de la combatividad. Incombustible, ejemplar, asombroso, genial Voight. 

Una vez neutralizada la fuga, los equipos de los hombres rápidos y también los de los grandes hombres de la general se pusieron al frente del gran grupo. Unos, para comenzar a preparar la primera volata del Tour. Los otros, para proteger a sus líderes de eventuales cortes o problemas. Bien colocado vimos en toda la etapa a Alberto Contador. Froome terminó ¡sexto! una etapa que se decidió al sprint. Esto habla bien de lo muy enchufado que comienza la carrera su vigente ganador. En línea con lo comentado antes, la organización de la carrera situó la meta en una rampa, lo que hacía pensar en posibles ataques en los metros finales. Cuando restaba poco más de un kilómetro para el final, Fabian Cancellara, quién si no, demarró con fuerza. Espartaco atacó portentoso, como sólo él sabe. Activó la locomotora suiza, que se puso en marcha a toda máquina. El corredor de Trek, que tiene entre ceja y ceja la quinta etapa, la del temido pavé, no tardó en dejarse ver y en buscar su primer triunfo. Finalmente fue neutralizado, pero con su ataque demostró que viene a por todas al Tour, exhibió su desmedida clase y rompió el sprint. 

La llegada masiva, que venía totalmente deshecha por el ataque de Cancellara, terminó de descuadrarse por una caída provocada por Mark Cavendish, como él mismo reconoció pasadas unas horas. El ciclista británico, nervioso, metió la cabeza para abrirse hueco en el sprint y echó al suelo a Simon Gerrans. Ambos se fueron al suelo. Se temió que Cavendish tuviera rota la clavícula, pero parece que "sólo" tiene una luxación de hombro. Fue un error del ciclista británico del Omega Pharma Quick Step, probablemente causado por la presión de llegar a casa y de querer vestir su primer maillot amarillo en un lugar tan especial para él. El error le salió caro. Aunque parece que podrá seguir en carrera, una luxación es un impedimento notable para poder disputar esos finales trepidantes y alocados de las volatas. Veremos. Kittel, torbellino alemán, eficiencia de maquinaria germana, arrolló en el final y se llevó la etapa. Lo hizo por delante de un Peter Sagan que se puso líder de los jóvenes y quien, sin duda, tiene ante sí una interesante oportunidad en la etapa de hoy para vestirse de líder. 


No hay bonificaciones en ninguna etapa de este Tour, por lo que la clasificación de la etapa es la misma que la de la general. Esto quiere decir que Kittel es líder sin tiempo de ventaja sobre Sagan, segundo, y sobre el resto de ciclistas que llegó en el pelotón. Los jueces de carrera, con buen criterio, neutralizaron tiempos de los corredores que se vieron cortados por las caídas. Entre ellos, Michal Kwiatkowski (Omega Pharma Quick Step) y Talansky (Garmin-Sharp), que llegaron pasados más de dos minutos, afectado este último también por una avería. Primer momento de tensión para ambos que se solventó sin pérdida de tiempo. Hoy, etapa apasionante. Hay quien la ha catalogado (el CM de Movistar) de mini clásica, y no es para menos. Etapa rompepiernas con nueve puertos: tres de cuarta, cinco de tercera y uno de segunda. La sucesión de cotas en la parte final, cuatro en los últimos 34 kilómetros, garantiza espectáculo y batalla por el amarillo en la jornada de hoy con salida en York y final en Sheffiel tras 201 kilómetros de recorrido

Por cierto, un último apunte. Ayer no pude ver la etapa, porque me pilló de viaje de regreso de mis vacaciones. Vi después resúmenes y el sprint. Por eso, seguí el inicio del Tour a través de Twitter, cada día más imprescindible para disfrutar de las carreras ciclistas, y por la radio. Fue cambiando el dial, para seguir el final de etapa y también para comprobar cómo era la cobertura de las distintas emisoras. La Cadena Ser, Cope y RNE narraron en directo el final de etapa; Radio Marca conectó con los comentarios de Eurosport (con Antonio Alix, Eduardo Chozas y Juan Antonio Flecha) y, la gran decepción de la tarde, Onda Cero apenas habló de la ronda gala. Es la emisora en la que me gusta seguir el ciclismo, por Javier Ares, pero ayer sólo hablaban del Mundial de fútbol, por lo que cambié de dial. Es triste para muchos aficionados que esta emisora, la segunda más escuchada del país y la que cuenta con esta gran autoridad en el ciclismo que es Ares, desprecie por segundo año consecutivo el Tour

Clasificación de la etapa 1 y de la general
1 Marcel KITTEL GIA 4:44:07
2 Peter SAGAN CAN 0
3 Ramunas NAVARDAUSKAS GRS 0
4 Bryan COQUARD EUC 0
5 Michael ROGERS TCS 0
6 Christopher FROOME SKY 0
7 Alexander KRISTOFF KAT 0
8 Sep VANMARCKE BEL 0
9 Jose Joaquin ROJAS GIL MOV 0
10 Michael ALBASINI OGE 0

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