Todo para Nibali

Cuentan que Ocaña jamás le perdonó a Merckx que no corriera el Tour que ganó. Aquel 1973, el caníbal corrió el Giro y la Vuelta a España porque tuvo muy buenas ofertas económicas de ambas carreras, por lo que el descomunal corredor belga, el tirano que dominaba a su antojo el ciclismo mundial, no fue de la partido en la grande boucle. Ocaña, todo garra y coraje, quiso ganar ese Tour a la campeón, avasallando a todos sus rivales, sin hacer concesiones. Quiso ganar a lo Merckx, quiso no dejar la menor duda. Era el más fuerte y lo demostró allá donde pudo. Seis etapas se llevó con una ventaja próxima a los 15 minutos sobre el segundo clasificado. Sabía el corredor conquense, y por eso nunca le perdonó a su enemigo íntimo belga que no corriera aquel Tour, que todo el mundo le recordaría la ausencia de Merckx. Lo leemos, aprovecho para volver a recomendarlo, en la sensacional biografía de Ocaña de Carlos Arribas. El español, con ese aplastante dominio sobre sus rivales, quería dejar claro que, puesto que muchos aficionados y periodistas iban a hacer ciencia-ficción preguntándose qué habría pasado si Merckx sí hubiera corrido ese Tour, decidió hacer lo mismo y demostrar su insultante estado de forma. 

Salvando las distancia, algo muy similar debe sentir en este Tour Vincenzo Nibali, uno de los corredores con más aire de ciclismo añejo de cuantos componen el pelotón por su valiente y decidida forma de entender este deporte. El corredor italiano, ganador de una Vuelta a España y un Giro de Italia, podio ya en el Tour, es el ciclista más fuerte de esta carrera y aprovechará cada ocasión que tenga para dejarlo claro. Por, al menos, dos razones. La primera, él es así. Lo vimos en el Giro 2013. No es un corredor conservador. No entiende de guardar ni de aburrir. Entiende de hacer gozar a los aficionados, de disfrutar encima de la bicicleta, de moverse si está fuerte, tanto da si va vestido de rosa en los colosos italianos o de amarillo en los Alpes franceses. Él es así. La segunda razón por la que actúa  y actuará así cada día Nibali es mucho más injusta y entronca con lo que comentamos de Luis Ocaña aquel Tour de 1973. El Tiburón siciliano quiere demostrar que será un digno y justo ganador del Tour y que no se lleva la victoria por las retiradas de Froome y Contador. 

Es muy injusto y muy irracional echarle eso en cara a Nibali, pero él sabe que mucha gente está actuando de ese modo. El último, Tinkoff, el excéntrico millonario que patrocina al equipo de Contador, quien ha dicho que el español era el corredor más fuerte del Tour y que él vestiría de amarillo ahora si no hubiera tenido la mala suerte de sufrir una caída que le mandó para casa. No merece Nibali que se le juzgue desde esta perspectiva especulativa, de ciencia ficción. La carrera es esta. Cuenta lo que hay y quienes resisten. Claro que la suerte juega su papel en las carreras. Por supuesto que nunca sabremos qué habría pasado en este Tour con los dos grandes candidatos, Froome y Contador, en liza frente a este portentoso Nibali. Pero es de mal gusto restar méritos a lo que el corredor italiano está haciendo en el Tour. Desde esa perspectiva meramente especulativa y ficticia, la que juega a imaginar lo que pasaría en carrera sin las caídas de Froome y Contador, hay quien juzga a Nibali. El italiano, bravo, entra al juego. Y quiere avasallar. Es lo que está haciendo. Tres etapas lleva ya. ¿Quién osa cuestionar su deslumbrante dominio de la carrera? 

Por estas cosas del ciclismo ficción, pues, muchos restan méritos al actual líder de la carrera, quien ayer en la primera etapa alpina manejó la carrera a su antojo y distanció aún más a sus rivales, además de llevarse con insultante facilidad la victoria parcial. Desconozco si Nibali pensará, como pensaba Ocaña sobre la ausencia de Merckx, que maldita la hora en la que Contador y Froome tuvieron que echar pie a tierra y abandonar el Tour. Perdió competencia, pero el italiano es un gran campeón y como tal no le hace gracia que, de forma tan injusta, se le recuerde permanentemente que lo que está haciendo en este Tour, un extraordinario recital, tiene menos mérito porque no están los dos grandes. Esos dos grandes, puestos a jugar al ciclismo ficción, que llevaban tiempo perdido con el italiano. 

Hay que valorar el Tour de Nibali, no las circunstancias de mala suerte que han podido cambiar la carrera (o no, ¿quién sabe?). Porque las caídas también cuentan y todos los corredores del pelotón saben lo que es abandonar forzado una carrera en la que se encontraban fuertes. Pero eso no quita méritos a quienes siguen en la brecha. Y lo cierto es que el Tour de Nibali está siendo inmaculado. Ganó la segunda etapa, aquella mini clásica por tierras británicas; dio una lección de ciclismo en la jornada del pavés; venció en la décima etapa y ayer hizo lo propio en los Alpes. Respondió sin inmutarse a los ataques de Valverde, gran animador de la carrera, y atacó cuándo y cómo quiso. Ganó solo. Es el capo de este Tour. 

Vistas las fuerzas de cada cual, parece que sólo un ataque de lejos, una emboscada kamikaze a todo o nada, podría poner en apuros a Nibali de aquí al final del Tour. A día de hoy, es el hombre más fuerte de la carrera con mucha diferencia. Va fácil, o es la impresión que da. Mucho más fácil que el resto. Casi sobrado. La gran pregunta es si sus inmediatos perseguidores (Valverde, Pinot, Bardet, Van Garderen...) están dispuestos a poner en riesgo sus opciones de podio para buscar el asalto al Tour. Creo que ahí reside la gran cuestión  de aquí al final del Tour. Valverde, por ejemplo, está segundo ya en la general tras la pájara que sufrió ayer Richie Porte (Sky). El corredor del Movistar está muy fuerte. Ayer fue él quien movió el árbol  e hizo la selección de la carrera. Fue quien atacó. Está ante la mejor ocasión de su vida para ser podio en el Tour. La pregunta es, ¿se jugaría ese prestigioso puesto en el podio por un ataque más arriesgado para intentar ganar la carrera? 

El día de ayer, por lo demás, sirvió para ver con claridad que los aficionados franceses tienen más razones que nunca en los últimos años (en concreto ayer vimos dos de esas razones) para confiar en que pronto volverán a ganar el Tour. Thibaut Pinot (FDJ) estuvo en el grupo de los hombres más fuertes de la carrera. No se entendió con Valverde cuando Nibali se marchó hacia adelante en persecución de Makja (Tinkoff-Saxo) y Leopold Konig (NetappEndura), que eran cabeza de carrera. El español y el francés, decía la lógica, debían colaborar para reducir distancias sobre El Tiburón. Pero Valverde, veterano, remoloneó más de la cuenta y le negó no pocos relevos al joven y prometedor Pinot para, después, atacarle cerca de meta y sacarle tres segundos. Nos quedamos con el buen momento de forma de Valverde y con el ilusionante rendimiento de Pinot, quien es cuarto en la general a 16" de su compatriota Romain Bardet (Ag2r), la otra gran esperanza francesa. Si de juventud hablamos, Tejay Van Garderen (BMC) también está entre los mejores. Es quinto en la general a algo más de cinco minutos de Nibali. 

Hoy, decimocuarta etapa. El paso por los Alpes está año será algo más descafeinado y menos decisivo que otros años. Corresponderá a los Pirineos, la próxima semana, ser los jueces finales de la carrera. Pero la etapa de hoy es una jornada muy exigente, una de las más atractivas de este Tour. Tres puertos: dos de primera y uno de categoría especial, en los 177 kilómetros de recorrido que separan la salida desde Grenoble de la meta de Risoul. En el kilómetro 82 de carrera está situada la cima del  Col du Lautaret, de primera, tras una ascensión de 34 kilómetros con un desnivel medio del 3,9%. Tras es descenso de este puerto llega una cima mítica, el Col d'Izoard (categoría especial) con sus 19 kilómetros al 6%. La meta está situada en Risoul, de primera categoría, con 12,6 kilómetros de ascensión al 6,9% de media. Nueva prueba para ver si alguien intenta poner en jaque a Nibali con estrategias y ataques desde lejos, pues no parece que en un mano a mano ningún rival sea capaz de hacerlo. 

Clasificación de la etapa 13
1. NIBALI Vincenzo ASTANA PRO TEAM 05h 12' 29''
2. MAJKA Rafal TINKOFF-SAXO + 00' 10''
3. KONIG Leopold TEAM NETAPP-ENDURA + 00' 11''
4. VALVERDE BELMONTE Alejandro MOVISTAR TEAM + 00' 50''
5. PINOT Thibaut FDJ.FR + 00' 53''
6. VAN GARDEREN Tejay BMC RACING TEAM + 01' 23''
7. BARDET Romain AG2R LA MONDIALE + 01' 23''
8. TEN DAM Laurens BELKIN PRO CYCLING + 01' 36''
9. PÉRAUD Jean-Christophe AG2R LA MONDIALE + 02' 09''
10. SCHLECK Frank TREK FACTORY RACING + 02' 09''
11. ZUBELDIA AGIRRE Haimar TREK FACTORY RACING + 02' 09''
12. VAN DEN BROECK Jurgen LOTTO-BELISOL + 02' 09''
13. MOLLEMA Bauke BELKIN PRO CYCLING + 02' 09''
14. ROLLAND Pierre TEAM EUROPCAR + 03' 01''
15. COSTA Rui Alberto LAMPRE - MERIDA + 03' 01''
16. ROGERS Michael TINKOFF-SAXO + 03' 07''
17. HORNER Christopher LAMPRE - MERIDA + 03' 11''
18. GASTAUER Ben AG2R LA MONDIALE + 04' 02''
19. KWIATKOWSKI Michal OMEGA PHARMA-QUICK STEP + 04' 12''
20. FEILLU Brice BRETAGNE - SECHE ENVIRONNEMENT + 05' 55''

Clasificación general
1. NIBALI Vincenzo ASTANA PRO TEAM 56h 44' 03''
2. VALVERDE BELMONTE Alejandro MOVISTAR TEAM + 03' 37''
3. BARDET Romain AG2R LA MONDIALE + 04' 24''
4. PINOT Thibaut FDJ.FR + 04' 40''
5. VAN GARDEREN Tejay BMC RACING TEAM + 05' 19''
6. PÉRAUD Jean-Christophe AG2R LA MONDIALE + 06' 06''
7. MOLLEMA Bauke BELKIN PRO CYCLING + 06' 17''
8. VAN DEN BROECK Jurgen LOTTO-BELISOL + 06' 27''
9. COSTA Rui Alberto LAMPRE - MERIDA + 08' 35''
10. KONIG Leopold TEAM NETAPP-ENDURA + 08' 36''
11. KWIATKOWSKI Michal OMEGA PHARMA-QUICK STEP + 08' 51''
12. TEN DAM Laurens BELKIN PRO CYCLING + 09' 18''
13. ROLLAND Pierre TEAM EUROPCAR + 09' 48''
14. ZUBELDIA AGIRRE Haimar TREK FACTORY RACING + 10' 10''
15. HORNER Christopher LAMPRE - MERIDA + 10' 44''
16. PORTE Richie TEAM SKY + 11' 11''
17. SCHLECK Frank TREK FACTORY RACING + 14' 00''
18. THOMAS Geraint TEAM SKY + 14' 05''
19. NIEVE ITURRALDE Mikel TEAM SKY + 14' 51''
20. TROFIMOV Yury TEAM KATUSHA + 16' 27''

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