Quintana gana la Vuelta a Burgos

La Vuelta a Burgos es un clásico de todos los veranos ciclistas. Una carrera con sobradas razones para despertar una especial simpatía entre los aficionados al ciclismo. Es una de las pocas pruebas de una semana que han sobrevivido en un calendario español cada vez más azotado por la falta de patrocinadores y la desaparición de tantas carreras. Situado entre el Tour de Francia y la Vuelta a España, la ronda burbalesa es una cita siempre interesante en la que suelen darse cita corredores que buscan alargar su estado de forma procedentes de la carrera francesa y algunos de los aspirantes para la tercera grande del calendario. Además, presenta etapas muy conocidas por el público (el final en el alto del Castillo en Burgos, las Lagunas de Neila...), al tiempo que cuenta con el respaldo de unas autoridades locales que saben apreciar el potencial del ciclismo para fomentar el atractivo turístico de la provincia. Por muchas razones, pues, la Vuelta a Burgos es una cita clásica y muy querida del verano de cuya edición de este año hacemos aquí balance.

Este año ha incluido importantes novedades. Una de ellas, en principio coyuntural, ha sido de fechas, ya que la ronda burgalesa ha estado más cerca que nunca antes de la Vuelta a España, algo que ha hecho resentir, en parte, el nivel de la participación. El próximo año, la carrera se disputará del 4 al 8 de agosto, es decir, de nuevo una semana después del final del Tour. El otro gran cambio de la edición de este año, veremos si puntual o permanente, es el de situar la etapa de las Lagunas de Neila, tradicional juez de la prueba, a mitad de carrera en lugar de en el último día como venía siendo habitual. Este año, desde luego, el final de la ronda burgalesa ha sido el soñado por la organización, con dos corredores en menos de un segundo disputándose la general hasta el último metro de la contrarreloj disputada ayer en Aranda de Duero.

Situar las Lagunas de Neila en la última etapa supone dejar el día más trascendente de la prueba para el final, mientras que llevarla a la tercera etapa supone adelantar esa gran jornada montañosa y dejar abierta la carrera hasta la contrarreloj final. Este año, sin duda, no les ha salido mal el cambio a los organizadores. En caso de repetirlo en próximas ediciones, lo razonable sería mantener esta contrarreloj final donde pueda resolverse la prueba. La edición de este año, retransmitida por Teledeporte (otro de los puntos fuertes de la Vuelta a Burgos y de sus mayores soportes es la presencia de televisión en directo), ha sido muy atractiva. En las Lagunas de Neila, rebautizadas ya como las Lagunas de Nairo, vimos a un portentoso Nairo Quintana (Movistar) dominando a sus rivales a su antojo.

A una semana de la Vuelta a España, la exhibición de Quintana en las Lagunas de Neila y su buen rendimiento en la crono final en un apasionante mano a mano contra Dani Moreno (Katusha) ha servido para demostrar que el colimbiano llega en plena forma a la ronda española en la que, sin duda, parte como favorito número uno. Llevábamos sin ver competir a Quintana desde el Giro y esta ausencia tan prolongada podía generar cierta inquietud sobre cuál sería el estado de forma del colombiano. Vista su victoria en Burgos (segundo año consecutivo en el que gana esta carrera), no hay duda de que el corredor del Movistar llega en un magnífico estado a la Vuelta, donde buscará su segunda grande esta temporada tras arrasar en el Giro.

Hoy hemos empezado a hacer la previa de la Vuelta en el blog con el repaso del recorrido y más adelante (el jueves) hablaremos de los candidatos a la tercera gran ronda del calendario. Para mí, el máximo favorito es Quintana. La Vuelta presenta muchas etapas de montaña y a día de hoy el mejor escalador del mundo es el corredor colombiano. La única crono larga de la Vuelta, además, no es plana, sino que presenta un puerto de tercera categoría en su primera parte, lo que beneficia al corredor colombiano. Con la incógnita de saber cuál será el estado de forma de Froome y Contador (muy difícil que ninguno de los dos, en especial el español, esté súper) y con Rigoberto Urán y Joaquim Rodríguez como serios rivales, Quintana parte un escalón por encima del resto de candidatos de una Vuelta que presenta la mejor participación que se recuerda.

Hay otros titulares que deja la Vuelta a Burgos de este año y no podemos dejar de recoger en este artículo. El primero, uno muy triste, la constatación de que, salvo milagro de última hora, la ronda burgalesa fue la última competición del equipo Euskadi. El conjunto continental dice adiós al pelotón, poniendo así punto final a un trabajo espléndido en favor del ciclismo de Miguel Madariaga y todo el equipo de al Fundación Euskadi. Es un mazazo para el mundo del ciclismo y una demostración de lo mal que está el panorama para el deporte de la bicicleta en nuestro país cuando un proyecto emblemático como el del conjunto vasco se despide este año, salvo que aparezca alguna solución de última hora. Lo más triste es la desaparición del proyecto. También apena el incierto futuro profesional de los corredores y el resto de empleados del conjunto vasco. Entre los ciclistas de Euskadi se encuentra Carlos Barbero, que fue cuarto en una etapa en esta Vuelta a Burgos y que cada día da nuevas muestras de su calidad. Queda ahora en el aire su futuro, si bien no creo que Barbero tenga problemas en encontrar acomodo en alguna escuadra para esta temporada. Su situación simboliza bien la carrera de obstáculos que es para tantos jóvenes ciclistas españoles el momento actual de nuestro deporte, sin equipos donde demostrar lo que valen.

En la Vuelta a Burgos hemos visto muy activo al Astana, donde Mikel Landa, presumible líder del equipo en la Vuelta a España, se ha dejado ver en las etapas de montaña. El corredor vasco, que escoltó a Nibali en su brillante triunfo en el Tour, tiene ante sí ahora la oportunidad de asumir los galones del equipo kazajo. Está por ver si no le pesa el esfuerzo de la ronda gala, pues como siempre decimos, correr el Tour no es la mejor preparación posible para la Vuelta. Están demasiado cerca y es demasiado el esfuerzo acumulado al corredor dos grandes rondas de tres semanas.

Otra de las dudas que habrá que ir resolviendo según avance la Vuelta, por cierto, será conocer las aspiraciones de Fabio Aru, joven corredor italiano que fue tercero en el Giro de Italia, por lo que ya ha demostrado de lo que es capaz en las grandes vueltas. Él y Landa serán los hombres fuertes de Astana en la ronda española donde también correrán, haciendo historia, los ciclistas del MTN-Qhubeka. El equipo sudafricano sigue creciendo y será de la partida en la Vuelta a España, con Sergio Pardilla, top 10 en esta Vuelta a Burgos y muy valiente en las Lagunas de Neila, como jefe de filas en busca de dejarse ver y conseguir algún triunfo de etapa. Similar objetivo tendrá el Caja Rural-Seguros RGA, para el que la Vuelta es la gran cita de la temporada. Amets Txurruka, David Arroyo, Antonio Piedra y compañía garantizan que el maillot verde del conjunto continental se vea por las carreteras españolas en la Vuelta.

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