Valverde se reivindica en San Sebastián

No cuesta mucho imaginar lo importante que debió de ser la victoria de ayer en la Clásica de San Sebastián para Alejandro Valverde. El corredor murciano del Movistar, a quien echaremos mucho de menos cuando cuelgue la bicicleta, ha recibido muy severas e injustas críticas por no terminar en el podio del Tour de Francia, lugar donde cada año, sólo tres ciclistas logran entrar. De hecho, creo que es injusto con la trayectoria de Valverde tener que titular así, pues a estas alturas pienso que no necesita reivindicarse. Pero, sin duda, el magnífico triunfo de ayer y la forma en que lo consiguió sirve al corredor murciano, que ya guarda en casa dos txapelas en casa como ganador de la clásica donostiarra, para resarcirse. La crítica, por supuesto, es libre. No se trata de salvaguardar a los corredores de las críticas porque hayan logrado muchos triunfos en el pasado. Pero tampoco debería tratarse de olvidar todo lo que el ciclista ha conseguido ni de minusvalorar una carrera tan portentosa como la de Valverde. 

Él ha sido el primero que se ha centrado en exceso en el Tour y se ha empecinado por lograr un podio en la ronda gala, algo que este año ha estado cerca de lograr, pero se le terminó escapando. Un sector de la afición, quiero pensar que sobre todo la afición ocasional de grandes vueltas y no quien sigue toda la temporada de ciclista, valora a los corredores sólo por lo que sean capaces de hacer en las carreras de tres semanas, en particular en el Tour. Por eso, los triunfos (diez ya) conseguidos por Valverde este año quedan injustamente minusvalorados por estos aficionados. Por eso, todo lo que ha conseguido y sigue consiguiendo el murciano es injustamente puesto en un segundo plano. No creo que sea sensato que a Valverde le persiga lo que no pudo ser en el Tour y que esto sea más importante que lo que sí hace posible en tantas otras carreras. El Tour es la prueba más importante del ciclismo, pero el mundo no termina allí. Este año, Valverde ha ganado la Vuelta a Andalucía más tres etapas, la Vuelta a Murcia, la clásica Roma Máxima, el Gran Premio Miguel Indurain, la Flecha Valona el campeonato de España contrarreloj y, ahora, la Clásica de San Sebastián. "Llevo diez triunfos en la temporada, tengo que estar contento", declaró ayer Valverde tras ganar la prueba donostiarra. Tiene razón. 

La Clásica de San Sebastián ponía a prueba su cambio de recorrido este año. La inclusión de la subida al observatorio meteorológio de Igeldo condicionó, como se prevía, el desarrollo de la clásica. Esa ascensión fue la juez de la carrera. El espectáculo presenciado en esos tres kilómetros bien justifican y dan por bueno, desde mi punto de vista, el cambio de recorrido. Es cierto que restó protagonismo a Jaizkibel  y Arkale. El primer protagonista del día fue el combativo Amets Txurruka. Tras varios intentos de fuga, el ciclista vasco del Caja Rural-Seguros RGA volvió a dar una lección de valentía y atrevimiento con un ataque en solitario que le mantuvo en cabeza durante 60 kilómetros. Llanero solitario, incontenible Txurruka. Genial. 

Neutralizado el corredor del Caja Rural-Seguros RGA, llegaron nuevos ataques en la segunda ascensión a Jaikbibel. Se marcharon por delante David López (Sky), Giovanni Visconti (Movistar), Alberto Losada (Kathusa), Matteo Montaguti (Ag2r), Jan Bakelants (Omega Pharma-Quick Step), Laurents Ten Dam (Belkin) y Alessandro De Marchi (quien se marchará a final de temporada del Cannondale al BMC, por cierto). Cuando fueron cazados, se mostró muy activo el Orica GreenEdge, con unos activos Simon Gerrans y Michael Albasini. El gran grupo entró a San Sebastián y gozó de las vistas de La Concha, esa joya, camino de la subida novedosa a Igeldo donde se decidiría la prueba. Por delante, con un puñado de segundos de ventaja, caminó el ucraniano de Astana Grivko, que fue cazado. 

En las primeras rampas de la ascensión atacó un Kathusa, pero no era Purito Rodríguez, sino Alexander Kolobnev. Tras él saltaron Mikel Nieve (Sky) y Adam Yates (Orica-GreenEdge). Parecía que los fugados abrían camino, pero por detrás llegó el demarraje esperado de los hombres fuertes de la carrera, los señalados como grandes favoritos desde el inicio. Atacó fuerte Joaquim Rodríguez y tras él se fue Alejandro Valverde. También les siguió Bauke Mollema. Los cinco se agruparon en cabeza y el descenso resultó decisivo. Ahí abrió la ventaja que terminaría por ser definitiva Valverde y ahí se fue al suelo Yates, fuera de la carrera. Camino de la victoria, deseoso de alzar los brazos pese a ser para tantos críticos el que nunca hace nada, el que siempre pincha en los momentos de la verdad, Valverde entró triunfal en San Sebastián y tuvo tiempo para saborear su segunda clásica donostiarra. Ahora, descansará hasta la Vuelta, donde en teoría está llamado a ser gregario de lujo para Nairo Quintana. Mollema y Purito acompañaron al ciclista de Movistar en el podio de una muy atractiva Clásica de San Sebastián. 

Clasificación de la Clásica de San Sebastián
1º 21 VALVERDE, Alejandro ESP MOV 5:31:11
2º 71 MOLLEMA, Bauke NED BEL a 14
3º 51 RODRIGUEZ, Joaquin ESP KAT a 14
4º 81 NIEVE, Mikel ESP SKY a 14
5º 1 GALLOPIN, Tony FRA LTB a 26
6º 7 VANENDERT, Jelle BEL LTB a 26
7º 91 ZUBELDIA, Haimar ESP TFR a 26
8º 68 VAN AVERMAET, Greg BEL BMC a 40
9º 28 VISCONTI, Giovanni ITA MOV a 40
10º 11 STYBAR, Zdenek CZE OPQ a 43

Comentarios