Sin noticias de Alonso, como seguimos a pesar de que el piloto de Fórmula 1 comentó hace más de quince días que daría novedades sobre sus intenciones de formar un equipo profesional, sin duda la mejor noticia de este invierno ciclista es la formación de un nuevo equipo continental vasco, el Murias Taldea, que dirigirá el exciclista Jon Odriozola. Es una extraordinaria noticia por varias razones. La primera, obviamente, es la propia creación de la escuadra. Tal y como está el patio, el surgimiento de nuevos equipos en el ciclismo es imprescindible, una necesidad imperiosa. Por supuesto, también por donde surge, en Euskadi, tierra de ciclismo donde la desaparición el año pasado del conjunto Euskaltel-Euskadi y este del equipo continental de la Fundación Euskadi dejaba un hueco en uno de los lugares del mundo con mayor y mejor afición a este deporte.
Desde mi punto de vista, lo más positivo del nacimiento de esta escuadra es que lo hace únicamente con el respaldo financiero de empresas privadas. Eso es clave porque es la base de la sostenibilidad de las escuadras. Hoy en día es utópico, e incluso quizá no del todo justo, pedir a las administraciones públicas en tiempos de recursos limitados y recortes en derechos sociales básicos, que den dinero para patrocinar a equipos deportivos. Amamos al ciclismo y alabamos el respaldo constante que el gobierno vasco ha dado a este deporte en los últimos años, pero entendemos que las prioridades de las administraciones públicas deben ser otras. Entre ellas, sí, puede estar el apoyo al deporte, sobre todo a deportes que no sean el todopoderoso fútbol, pero creemos que ese respaldo ha de llegar más de la mano de inversión en infraestructuras o en el mantenimiento de las carreras, que sirven como plataforma publicitaria de sus territorios, que del patrocinio de equipos.
Que surjan compañías privadas dispuestas a patrocinar una nueva escuadra es una noticia sensacional. En este caso es la constructora Murias, con el respaldo de la sociedad Arratiako Ziklista Elkartea, la que pondrá en pie este nuevo equipo que contará con entre 10 y 12 ciclistas. Leímos hace unos días a Jon Odriozola en una entrevista concedida a Biciciclismo alabar a esta empresa por su apoyo al equipo: "Murias ha dado el paso, ha asumido la responsabilidad y ha puesto el dinero, y eso tiene mucho mérito hoy en día, cuando es muy difícil sacar adelante cualquier proyecto".
Odriozola será el responsable del Murias Taldea después de dirigir la pasada temporada el equipo Gipuzkoa-Eki en la categoría élite y sub23. Odriozola apostará por ciclistas vascos y navarros para su formación. "Son corredores que se debían quedar en la calle y que por lo menos ahora tienen una oportunidad de dar otro paso y que supone que el ciclismo vasco siga vivo", declaró en la citada entrevista. Entre los nombres que ya se han confirmado estarían Ion Ander Insausti y Aritz Bagüés, ambos ciclistas del conjunt Gipuzkoa-Eki que dirigía Odriozola, el veterano Egoitz García y Beñat Txoperena.
Es una gran noticia el nacimiento de este equipo. Por el modo distinto de hacer las cosas, dependiente más del apoyo del sector privado que del público, porque Euskadi merece y necesita un equipo ciclista como este Murias Taldea que será continental. Y, sobre todo, porque en las declaraciones de Odriozola está la clave del momento actual que vive nuestro deporte. Hay muchos corredores jóvenes que, cuando llega la hora de intentar dar el salto a un equipo profesional, no encuentran acomodo. Simplemente por la falta de equipos. Ese problema que no tienen los talentosos jóvenes de otros países como Francia o Italia, donde hay muchos equipos modestos donde pueden rodarse estos ciclistas cuando comienzan, se presenta en toda su crudeza a los corredores españoles. Por eso, la aparición del Murias Taldea dará una oportunidad a esos 10 o 12 corredores que, de otro modo, en la mayoría de los casos, lo habrían tenido francamente complicado para continuar.
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