El camino de Anantapur

Hay historias y personas que te hacen reconciliarte con el género humano. Es el caso del proyecto El camino de Anantapur, promovido por la Fundación Vicente Ferrer que busca recaudar fondos para que los jóvenes más necesitados de la India puedan acudir a la escuela encima de una bicicleta. Es una iniciativa sensacional que ya ha conseguido reunir 5.000 euros y a la que se puede seguir apoyando económicamente a través de este enlace. Se puede donar a través de millas. Una milla es un euro y 50 millas, una bicicleta, explican desde su web. Del proyecto saldrá además un documental en el que se recogerá el recorrido de Fran Ventura, quien ha pedaleado durante ocho meses a través de 15 países hasta que ha llegado al fin a su destino. Gracias a la iniciativa, 28 niñas y 29 niños del área de Gorantla recibirán una bicicleta para poder trasladarse a la escuela. 

La bici como arma de desarrollo personal y de libertad. La práctica del ciclismo como herramienta para mejorar la sociedad. La solidaridad con quienes menos tienen. Este admirable proyecto merece elogios y respaldo porque conmueve la realidad de esos jóvenes indios que forman parte de los sectores de la población más discriminados por el sistema de castas que existe en la India. Son en muchos casos dálits, o intocables. La ejemplaridad de Vicente Ferrer al poner en marcha su labor solidaria en aquella parte del mundo hace muchos años y el compromiso de sus familiares y colaboradores con el proyecto han cambiado la vida de miles de personas. Este proyecto, El camino de Anantapur, conseguirá ayudar a 57 niños. 

Como explica la organización, es importante que los jóvenes tengan bicicletas porque sólo así muchos padres permiten a los niños, en especial a las niñas, acudir al colegio. Esto es así porque, lamentablemente, en la India son frecuentes los casos de abusos y violaciones contra las mujeres. La inseguridad y, lo que es peor, la impunidad con la que en muchos casos actúan los odiosos violadores, es manifiesta y por eso la bicicleta sirve como arma de libertad, le da poder a las menores para poder seguir escolarizándose sin temor a ser agredidas. Además, la distancia que deben recorrer para ir la escuela es muy grande y con la bicicleta esta se acorta, se hace más llevadera. 

"A pesar de que la educación es uno de los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución India, en la práctica muchas niñas no tienen las oportunidades reales de acceder al mismo. Ha habido un aumento en los abandonos escolares entre las niñas del área rural, especialmente una vez que terminan la educación primaria, dada la dificultad que les supone desplazarse al instituto (high school) donde deben continuar con la enseñanza secundaria", explica la Fundación Vicente Ferrer en el documento donde se exponen las claves del proyecto. La idea de ofrecer bicicletas a los niños para que puedan seguir yendo a la escuela y recibiendo educación, la verdadera herramienta transformadora de toda sociedad, ya ha sido puesta en marcha con éxito en años anteriores. En 2013, 1.334 estudiantes recibieron una bici y esto les permitió seguir con su escolarización, de tal forma que la tasa de alfabetización de la región donde trabaja la Fundación Vicente Ferrer es más alta que en resto del país por esta y otras muchas iniciativas solidarias. 

El camino a Anantapur es también un proyecto personal de Fran Ventura, quien ha recorrido 14.000 kilómetros durante ocho meses para completar esta aventura solidaria en la que este redactor y realizador de TVE ha ayudado a la comunidad india. Explica en su web que este proyecto "nace de un compromiso conmigo mismo. No es una huida. Ni tampoco una aventura. Gracias a la Fundación Vicente Ferrer daré sentido a estos 14.000 kilómetros, mucho más allá de donde nunca soñé llegar pedaleando". Durante este tiempo ha recorrido 15 países siguiendo la antigua ruta de la seda por una buena causa, la mejor de las causas, la educación de los jóvenes vulnerables. Es admirable su compromiso y el de todos los que han hecho posible esta idea que, una vez finalizado el viaje de Fran Ventura a Anantapur, ha transformado ya la vida de decenas de niños y niñas. 

El ejemplo de MTN-Qhubeka
El ciclismo puede ayudar a mejorar la sociedad y la bicicleta es un arma poderosa de libertad y desarrollo personal. Lo demuestra el proyecto solidario de la Fundación Vicente Ferrer y lo hace también la labor del conjunto sudafricano MTN-Qhubeka. Este equipo, que ha hecho historia al ser el primer conjunto de África en correr varias de las grandes vueltas del calendario, tiene un marcado  compromiso social. En concreto, Qhubeka es una fundación que recauda fondos para fabricar bicicletas que dona a los más desfavorecidos en el continente africano. De la mano de la práctica deportiva, de la temporada ciclista de un equipo normal, este conjunto que se ha ganado la simpatía de los aficionados de todo el mundo, consigue obtener dinero para dar bicicletas a jóvenes africanos para los que la bici no es sólo un fiel compañero de juegos, sino también, y sobre todo, un medio de transporte que acorta distancias y amplía sus opciones de ir a la escuela y desarrollarse como personas. Alegra comprobar estos proyectos que unen la práctica del deporte más bello del mundo con la solidaridad. Que siga así por mucho tiempo y que todos pongamos nuestro grano de arena para ello. 

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