En abril de 2006 hacía apenas un mes que se había creado Twitter, a Obama aún le quedaban dos años para llegar a la Casa Blanca, el Oscar de ese año lo ganó la película Crash y el galardón a mejor director se lo llevó Ang Lee por Brokeback Mountain, España contaba con cuatro equipos profesionales de la primera categoría en el pelotón internacional (Caisse D´Epargne, Euskaltel-Euskadi, Saunier Duval y Liberty Seguros). A ese año hay que remontarse para encontrar la primera victoria de Alejandro Valverde en la Lieja-Bastoña-Lieja, que fue también la primera victoria de un ciclista español en este monumento del ciclismo. Ayer, con 35 años recién cumplidos (sopló las velas el sábado), el corredor murciano del Movistar volvió a alzar los brazos en señal de victoria en Ans. Su tercera Lieja-Bastoña-Lieja. La culminación de un tríptico de las Ardenas para enmarcar (segundo en la Amstel Gold Race y ganador en las otras dos pruebas de un día que componen esta sucesión de clásicas) y la certificación de su enorme maestría en esta clase de carreras.
Dio una lección Valverde en 600 metros. Se puede decir que toda su clase, su excelso talento, su sagacidad e inteligencia, en resumen, todo por lo que Valverde es un corredor único, desde luego un ciclista que jamás antes había tenido España, se concentraron en esos 600 metros finales de la Lieja-Bastoña-Lieja. También toda la emoción de la carrera, o al menos buena parte de ella. No fue una edición particularmente apasionante de La Decana, si bien sí fue entretenida. Pero ese final sí es de lo que será recordado. Porque Valverde controló la prueba, nuevamente al igual que hizo en la Flecha Valona, a su antojo. Su cara decía esta vez que no iba sobrado, que había llegado más bien tocado a la parte final de la prueba en el grupo delantero donde, con mucha diferencia, era el más rápido.
Valverde no aparentaba ir fresco, al menos eso decía su rostro. Se ascendió la cota de San Nicolás, la última del día, sin ver un sólo ataque, aunque esa ascensión final, situada a tan sólo cinco kilómetros de la meta, sí sirvió para mostrar la flaqueza de un Vincenzo Nibali para el que Astana llevaba todo el día trabajando sin parar y dando presencia al equipo kazajo prácticamente en cada fuga y también la de Michal Kwiatkowski, quien esta vez no pudo llegar a meta en el grupo delantero). Tras subir esa cota, a Valverde se le vio controlador, dueño del cortijo. No hacía más que mirar para atrás, parecía que se le iba a dislocar en cualquier momento el cuello. El murciano, amo y señor de las Ardenas, quería ver quiénes eran sus compañeros de viaje en esos kilómetros finales camino de Ans. Y lo que comprobó fue que nadie más veloz que él marchaba en el grupo.
A partir de entonces se repitió la historia de siempre cuando un corredor es abrumadoramente favorito; que toda la responsabilidad llegado el momento de la verdad se le deja a él. Nadie quiere hacer el pardillo, nadie osa trabajar para que después el favorito le sobrepase en la línea de meta. Cuántas veces las carreras no las ha ganado necesariamente el más rápido, sino el más astuto, aquel que ha sabido leer bien la carrera y aprovecharse de ese marcaje entre favoritos o de esa actitud tan habitual de dejarle toda la tostada a quien ostenta los galones de gran capo del grupo. Así que ayer, cuanto restaba algo menos ya de un kilómetro para el final, Dani Moreno atacó. El Kathusa contaba con dos corredores en el grupo (marchaba también al frente Purito Rodríguez) y con este movimiento quería, lógicamente, poner a prueba a Valverde.
Nadie se movió. Nadie saltó a por el ciclista madrileño del conjunto ruso. Sí. Le iba a tocar a Valverde solventar la papeleta. Él tenía la responsabilidad. Si él no saltaba a por Moreno, nadie iba a hacerlo. Y si saltaba, el esfuerzo de ese arreón para darle alcance podía pasarle factura en el sprint final. Entonces fue cuando el ciclista murciano dio una lección magistral. No se cebó. No se puso nervioso. Tuvo sangre fría, esa misión casi imposible con las pulsaciones a mil por hora cuando se está decidiendo una carrera. Dejó hacer a Moreno hasta que, cuando y como quiso, el corredor murciano, resignado a ser él, quién si no, el que debía dar caza al ciclista de Kathusa, aceleró la marcha y, en efecto, llevó a su rueda a todos los demás. Pero midió bien las fuerzas. Guardó energía para llevarse la victoria, una de sus mejores victorias de siempre (y estamos hablando de un señor con multitud de triunfos de todos los colores), ante un extraordinario Julian Alaphilippe (hay que vigilar de cerca al joven francés del Etixx, una de las revelaciones de esta temporada de clásicas) y a Joaquim Rodríguez.
Gracias a esta victoria, que es la tercera de Valverde en la Lieja-Bastoña-Lieja, el corredor murciano del Movistar recupera el primer puesto del ranking World Tour, ese que parece casi corresponderle en propiedad. Ahora Valverde descansará antes de volver a la acción con la vista puesta en el Tour de Francia, donde tiene claro que será gregario de Nairo Quintana. Esta primera parte de la temporada se salda con un balance insuperable, pues antes de ganar el cuarto monumento de la temporada el ciclista del Movistar se hizo con tres victorias de etapa en la Volta a Catalunya, el Trofeo Andratx y Flecha Valona.
Mucho hemos escrito ya sobre lo muchas veces injustamente tratado que es Valverde. Mucho sobre todo lo que se le echará de menos cuando se retire. También sobre lo escasamente habitual que es ver a un ciclista consiguiendo victorias, como él, desde febrero hasta octubre. Tampoco conviene cargar más las tintas, sobre todo porque la realidad habla por sí sola. Como decíamos el otro día tras su espléndida victoria en la Flecha Valona, Valverde, como todo el mundo, ha cometido errores. Pero es tan descomunal su figura. Son tan dispares todas las carreras en las que gana y da la cara, que da la impresión de que no se está valorando del todo lo que significa lo que está haciendo el ciclista murciano del Movistar, lo insólito que es ver a un corredor ganando clásicas, etapas en grandes vueltas, carreras de una semana, medallas en Mundiales... En lugar de quedarnos con lo que no consigue (el podio en el Tour del año pasado, por ejemplo) tal vez debería pesar más en la balanza de la crítica, que por otro lado es, afortunadamente, completamente libre, con todo aquello que consigue.
Antes del recital de Valverde, la Lieja-Bastoña-Lieja estuvo protagonizada por una fuga inicial formada por Matteo Montaguti (Ag2r), Diego Ulissi (Lampre), Otto Vergaerd (Topsport), Clément Chevrier (IAM), Marco Minnaard (Wanty), Anthony Turgis (Cofidis), Cesare Benedetti (Bora-Argon), Rasmus Quaade (Cult) que echó abajo el conjunto Europcar. Tras ser cazados los escapados, fue el Astana el gran agitador de la carrera, preparando el terreno para un ataque posterior de Nibali que no llegó y también con claro ánimo de dejarse ver e intentar ser protagonistas y buscar una victoria después de haber recibido el espaldarazo de la comisión de licencias de la UCI para seguir, aunque bajo vigilancia, en la primera división del ciclismo mundial. Primero fueron Scarponi y Tangert quienes se escaparon, junto a Arrendondo (Trek), Boaro (Tinkoff-Saxo) y Chaves (Origa-GreenEdge). Después lo intentó Jakob Fuglsang (Astana), que saltó ante un ataque de Roman Kreuziger (Tinkoff-Saxo) y Giampaolo Caruso (Kathusa). Pero, en la hora de la verdad, el Astana no pudo culminar su intenso trabajo. Esto no para y ya mañana comienza el Tour de Romandía, con la vista puesta en el inminente inicio del Giro de Italia (el próximo 9 de mayo).
Clasificación
1 Alejandro VALVERDE BELMONTE ESP MOV 6:14:20
2 Julian ALAPHILIPPE FRA EQS 0
3 Joaquin RODRIGUEZ OLIVER ESP KAT 0
4 Rui Alberto FARIA DA COSTA POR LAM 0
5 Roman KREUZIGER CZE TCS 0
6 Romain BARDET FRA ALM 0
7 Sergio Luis HENAO MONTOYA COL SKY 0
8 Domenico POZZOVIVO ITA ALM 0
9 Jakob FUGLSANG DEN AST 0
10 Daniel MORENO FERNANDEZ ESP KAT 0
11 Louis MEINTJES RSA MTN 10
12 Lars Petter NORDHAUG NOR SKY 10
13 Vincenzo NIBALI ITA AST 24
14 Pieter WEENING NED OGE 24
15 Giampaolo CARUSO ITA KAT 24
16 Enrico GASPAROTTO ITA WGG 24
17 Julien SIMON FRA COF 32
18 Robert KISERLOVSKI CRO TCS 44
19 Vasil KIRYIENKA BLR SKY 52
20 Tony GALLOPIN FRA LTS 58
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