Astana saca músculo

Una de las conclusiones más claras de esta primera de semana de Giro es que el Astana es el equipo más fuerte de la carrera. El conjunto kazajo se ha exhibido hoy. El equipo liderado por un Fabio Aru, incombustible, aguerrido, batallador incansable (hasta en la recta final ha atacado a Contador para restarle un segundo), ha vuelto a mostrar que es el mejor, con mucha diferencia, de esta corsa rosa y además ha ganado la etapa gracias a la fuerza de Paolo Tiralongo, quien ha entrado en la escapada del día. 

La superioridad de Astana es incuestionable. No se puede decir que Contador esté mal acompañado. Hasta el momento, los corredores del Tinkoff-Saxo han acompañado bien a su líder, pero la fortaleza de Astana, hasta la fecha, está siendo muy superior. Marca la diferencia, sobre todo, Mikel Landa, el único corredor que ha aguantado en el grupo de los tres grandes favoritos a la victoria del Giro. Un verbo más precioso que aguantar es marcar el ritmo, pues en realidad Landa ha vuelto a hacer hoy un trabajo excepcional para su líder, esta vez para marcar distancias con Rigoberto Urán. Gracias al trabajo de Landa y a la colaboración de Contador. Porque Porte se ha desentendido, los tres grandes han sacado más de 40" al corredor colombiano.

Cuando restaban unos seis kilómetros y medio para el final, Aru, osado, atrevido, insolente, se ha acercado a Contador, su ídolo en el pelotón, para pedirle que colaborara y entrara a relevar para sacar tiempo a Urán. El líder, quien ha superado la exigente prueba de aguantar junto a sus rivales sin aparente dificultad en las tres últimas etapas tras sufrir una caída que puso en el aire su permanencia en la carrera, hizo caso a Aru. Igual el corredor italiano le dijo a Contador una única palabra: contrarreloj. Aprovechar la debilidad de Urán en esta primera semana de Giro es algo que deben hacer los candidatos a la maglia rosa porque el corredor colombiano es superior a todos ellos en la lucha contra el crono. El sábado hay una contrarreloj larga en la que Urán puede dar una vuelta a la general, así que sería un error imperdonable no haber colaborado para sacarle distanciarlo hoy.

De esta primera semana de Giro también podemos extraer otras conclusiones sobre la actitud de los favoritos. Aru ataca siempre que puede y así lo hará hasta el final, o al menos hasta que tenga fuerzas para ello. No se va esconder jamás. Su forma de entender el ciclismo es adí. Valiente, al ataque, ofensiva. No dará un respiro a Contador. Le buscará las cosquillas donde menos se lo espere. El sprint en la etapa de hoy para arañar un segundo demuestra su actitud.

 De Porte podemos decir que aparenta ser el aspirante tapado. Sólo ha atacado después de que lo hayan hecho otros candidatos, pero el australiano del Sky ha saltado a todos los demarrajes. Porte nunca ha mantenido en una prueba de tres semanas la regularidad requerida para alcanzar la victoria final, cierto, pero yo no lo descartaría en absoluto para la lucha por la general.

Contador llegaba al Giro como máximo candidato y patrón de la carrera. El ciclista pinteño ha reforzado este rol en la primera semana de corsa rosa, caída incluida. El Tinkoff-Saxo rindió muy bien la crono y en todo momento, de hecho demasiado más de lo debido, ha querido mostrarse en cabeza, recalcando que es la escuadra del ciclista más fuerte de la carrera. Hoy, entre sonrisas, ha criticado que Aru le haya esprintado pese a ir llegaron al acuerdo de colaborar. En efecto, no tiene importancia. O no es nada que no se pueda achacar a la impulsividad del corredor italiano, baza que puede jugar en favor de Contador en su duelo.

La novena etapa, por lo demás, ha vuelto  estar marcada por una fuga numerosa y con corredores de mucho nivel. Algunos han repetido y también formaron parte de la fuga de ayer como Kruijswijt y Betancur. Movistar ha vuelto a intentar la victoria, esta vez con Jesús Herrada, pero finalmente solo ha podido ser sexto. Slagter, Belkov y Hesjedal han sido otros componentes de la escapada. 

El balance de la primera semana de Giro es notable. Desde el inicio han batallado los candidatos al Gringo final, hemos visto sprints alocados por la ausencia de un gran dominador de las volatas, victorias de etapa de jóvenes ciclistas, el triunfo de Intxausti, sorpresas... Mañana, merecido día de descanso y quedan dos semanas de Giro por delante. La segunda, marcada sin duda por la crono del sábado que debería suponer un punto de inflexión en la prueba. Para la tercera queda la montaña más exigente en una sucesión inhumana de puertos. Lo mejor, pues, está por llegar.

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