La hermosa tiranía de Contador

Alberto Contador no es un ciclista que quiere ganar. O no sólo. O no especialmente. Es un ciclista que quiere ser recordado. El corredor del Tinkoff-Saxo se dedica a construir hazañas encima de la bicicleta, a moldear momentos mágicos de pasión y locura en carrera. Sabedor de que no es el palmarés, y el suyo es ya esplendoroso y al alcance de muy pocos, lo que de verdad queda en la memoria de los aficionados, sino el modo en el que se consiguieron aquellas victorias que jalonan la trayectoria de un ciclista, Contador se dedica a buscar grandes gestas, movimientos alocados, kamikazes, innecesarios, incluso. Movimientos, como el ataque de ayer en la décimo octava etapa del Giro, que la inmensa mayoría de los ciclistas en su lugar, con un cómodo liderato y con el reto de afrontar el Tour de Francia en condiciones, jamás habrían realizado. 

Restaban más de 45 kilómetros para el final. El grupo de los favoritos afrontaba las primeras rampas de ascensión al monte de Ologno, de primera categoría. Mikel Landa, segundo clasificado en la general, se vio involucrado en una montonera. Contador decide devolvérsela al Astana, que el martes en el mítico Mortirolo no había dudado, como era su obligación, en tirar con fuerza del grupo para intentar abrir distancia con el líder aprovechando que tuvo que cambiar de rueda trasera. Ayer fue el Tinkoff-Saxo de Contador el que sacó partido de un infortunio de su rival. Es ciclismo. Nada que objetar, ni entonces ni ahora. El líder puso a sus hombres a trabajar pero se le veía inquieto, más saltarín que de costumbre encima de la bicicleta. Contador tenía ganas de marcha. Con los ojos iluminados, de venganza dicen algunos, rememorando lo sucedido en el Mortirolo, de ansias de gloria, de regalar un nuevo ataque para el recuerdo, pensamos otros. Esto no iba a quedar así. 

Cualquiera en su lugar, como decimos, no habría atacado a 45 kilómetros de meta en una etapa tan exigente cuando contaba con más de cuatro minutos de ventaja sobre el segundo clasificado. El propio Contador declaró, pero las palabras se las lleva el viento, que iba  a intentar regular pensando en el reto del Tour. Pero regular, conservar, guardar fuerzas, quedarse parado, es algo que no va con Contador. Tácticamente su ataque fue discutible. Desde un punto de vista del desgaste físico, él sólo se castigó con un derroche de energías a todas luces excesivo que no necesitaba, porque ya antes de que empezara la etapa de ayer nadie discutía que la maglia rosa sería la piel de Contador el domingo salvo un contratiempo. Pero él atacó. Porque si no no sería Contador, el corredor que busca quedar en el recuerdo del aficionado, el que se enciende en cualquier ocasión, el que va más cómodo solo, ascendiendo con su baile cautivador encima de la bicicleta sin compañía de nadie en las rampas de los grandes puertos

Se había quedado Landa, el gran rival de Contador, el más fuerte en la montaña por detrás del patrón de la carrera, y el corredor pinteño no quiso dejar pasar la oportunidad. Por lo que pueda pasar. Quién sabe. Hoy y mañana hay otras dos etapas de alta montaña en la que el corredor vizcaíno podría atacar, si es que se salva del yugo de la muy discutible dirección de Astana que parece no terminar de darle libertad absoluta de movimientos a pesar de la palpable debilidad de Fabio Aru en esta parte final de Giro. Por eso Contador se fue hacia adelante. Tenía ese ataque la belleza de lo innecesario, la hermosura de lo alocado, la fascinación del arrebato quizá inútil, pero irrefrenable. Se suele decir que todos tenemos dentro un ángel y un demonio. El primero nos invita a pensar, a tener sentido común, a razonar cada paso. Da la impresión de que Contador encima de la bicicleta no gasta de eso. Y sabe que el aficionado al ciclismo lo agradece. El ciclismo es pasión, carácter, personalidad, genio. No se puede correr con una calculadora. O sí se puede, pero entonces no se enamora. Y Contador busca antes enamorar y quedar en el recuerdo que ganar, porque esto último es su hábitat natural. 

Es difícil saber a ciencia cierta cuánto tiempo llegó a sacar Contador a sus perseguidores, grupo en el que se reintegró Landa con un formidable esfuerzo en solitario que recordó, salvando las distancias, al recital de Contador en el Mortirolo. Es difícil saberlo porque el GPS de la organización del Giro deja mucho que desear y daba unos bandazos enormes. Cerca de dos minutos, señaló en algún momento. Hay quien dice que Contador ayer estaba calentando, preparando el Tour, midiendo ritmos en esa ascensión al monte Ologno. Puede ser. La valentía del pinteño encontró ayer en la ambición de Ryder Hesjedal, ganador del Giro hace tres años, a su mejor aliada. Junto al ciclista canadiense y al compañero de este en el Cannondale Garmin Davide Villella, que estaba en la fuga del día, Contador colaboró para meter tiempo a sus rivales. 

Hesjedal buscaba mejorar su posición en la general. Es noveno ahora. Contador, seguir moldeando una nueva cabalgada valiente, alocada, genial. En meta sacaron más de un minuto de recompensa por su actitud. "Me he planteado ir regulando porque quedaban muchos kilómetros, luego me daban diferencias con Hesjedal. Yo sabía que podía ser un buen aliado, pero tenía que ver si el distanciaba al grupo de Aru. Cuando estábamos llegando arriba, he visto que seguía ahí, y he decido que lo mejor era estar juntos; creo que ha sido algo interesante e inteligente", contaba ayer en meta Contador. 

La lucha por la general, que quedó reducida a la tiranía de Contador sobre todos sus rivales, a la nueva demostración de lo largo que se le está haciendo el Giro a Aru, a la atadura que Landa parece seguir teniendo hacia su líder en el Astana y a la sensacional capacidad de resistencia de un Andrey Amador que oposita al podio de Milán, fue sólo uno de los alicientes del día. El otro fue la disputa por la victoria de etapa, ya que la fuga del día alcanzó una diferencia suficiente como para decidirse entre sus componentes el triunfo. 

En la ascensión a Ologno encabezaron el grupo de escapados De la Cruz, Siutsou, Bongiorno y Moinard, Sensacional el corredor español del Ettix-Quick Step, valiente y sin reservar ni un gramo de fuerzas, decidido a buscar un triunfo que se le terminó escapando. Ellos fueron los más fuertes en la subida. Por detrás, regulando, marchaban Chavanel y Gilbert. El corredor belga del BMC, que tenía por delante a su compañero Moinard, no se obcecó en la ascensión. Sabía que no podría haber seguido el ritmo de los cuatro de cabeza en la subida a Olongo, pero también era consciente de que después llegaría un terreno de descenso en el que se decidiría la victoria. Y así fue. Neutralizó a los cuatro de cabeza y lanzó un ataque estratosférico el dos veces campeón del mundo que nadie osó siquiera seguir, a duras penas con la mirada vieron como se marchaba esa bala roja, ese disparo hacia la gloria de Gilbert, cuyo Giro está siendo para enmarcar. Ganó en solitario, con 47" de ventaja sobre Bongiorno, dando una lección magistral de sangre fría y análisis de la carrera. 


Hoy, etapa 19. Penúltima gran jornada de montaña en este Giro. Día muy complicado en el que terreno de sobra hay para que haya quien intente poner patas arriba la carrera, aunque sea en batallas secundarias por otros puestos de honor distintos a la primera plaza, donde parece asentado como si en un fuerte blindado se tratara Alberto Contador. 236 kilómetros de recorrido. En el 85,9 se sitúa Croce Serra, de tercera categoría. Un simple aperitivo para los tres puertos de primera que se sucederán en los últimos 70 kilómetros de carrera.  Primero, Saint-Barthelemy, con 20,1 kilómetros al 5,6% y rampas de hasta el 13%. Después, a menos de 30 kilómetros de meta, el Col Saint-Pantaleon, de 16,5 km  al 7,2%  de desnivel medio y rampas de hasta el 12%. La mera está situada en Cervinia, que presenta 19,2 kilómetros de ascensión al 5% y pendientes máximas del 12%. 

Clasificación de la etapa 18
1    Philippe GILBERT    BEL    BMC    4:04:14
2    Francesco Manuel BONGIORNO    ITA    BAR    47
3    Sylvain CHAVANEL    FRA    IAM    +1:01
4    Matteo BUSATO    ITA    STH    +1:01
5    Amaël MOINARD    FRA    BMC    +1:01
6    David DE LA CRUZ MELGAREJO    ESP    EQS    +1:01
7    Rinaldo NOCENTINI    ITA    ALM    +1:01
8    Kanstantsin SIUTSOU    BLR    SKY    +1:01
9    Chad HAGA    USA    TGA    +2:42
10    Pieter WEENING    NED    OGE    +3:55
11    Ryder HESJEDAL    CAN    TCG    +6:05
12    Alberto CONTADOR VELASCO    ESP    TCS    +6:05
13    Davide VILLELLA    ITA    TCG    +6:38
14    Alexandre GENIEZ    FRA    FDJ    +7:18
15    Steven KRUIJSWIJK    NED    TLJ    +7:18
16    Damiano CARUSO    ITA    BMC    +7:18
17    Leopold KONIG    CZE    SKY    +7:18
18    Edoardo ZARDINI    ITA    BAR    +7:18
19    Giovanni VISCONTI    ITA    MOV    +7:18
20    Yury TROFIMOV    RUS    KAT    +7:18

Clasificación general
1    Alberto CONTADOR VELASCO    ESP    TCS    72:23:09
2    Mikel LANDA MEANA    ESP    AST    +5:15
3    Fabio ARU    ITA    AST    +6:05
4    Andrey AMADOR BAKKAZAKOVA    CRC    MOV    +7:01
5    Yury TROFIMOV    RUS    KAT    +9:40
6    Leopold KONIG    CZE    SKY    +10:44
7    Damiano CARUSO    ITA    BMC    +11:05
8    Steven KRUIJSWIJK    NED    TLJ    +12:53
9    Ryder HESJEDAL    CAN    TCG    +13:01
10    Alexandre GENIEZ    FRA    FDJ    +14:01
11    Maxime MONFORT    BEL    LTS    +15:17
12    Jurgen VAN DEN BROECK    BEL    LTS    +17:12
13    Amaël MOINARD    FRA    BMC    +21:15
14    Giovanni VISCONTI    ITA    MOV    +21:25
15    Tanel KANGERT    EST    AST    +28:11
16    Rigoberto URAN URAN    COL    EQS    +30:52
17    Darwin ATAPUMA HURTADO    COL    BMC    +33:24
18    Carlos Alberto BETANCUR GOMEZ    COL    ALM    +41:13
19    Mikel NIEVE ITURALDE    ESP    SKY    +42:22
20    Paolo TIRALONGO    ITA    AST    +46:40

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