Si el ciclismo fuera teatro, podríamos decir que las vueltas de tres semanas, los monumentos y el Mundial son los grandes escenarios, las obras con más taquilla, las que duran años en cartel, con gran éxito, aquellas que reúnen a más espectadores y que concentran a los intérpretes más afamados. Pero también hay teatros apartados del circuito comercial, las salas más pequeñas, las de la periferia teatral, con menos butacas, menos publicidad y promoción, pero muchas veces tanto (o más) talento que en los escenarios más majestuosos. Estas últimas salas son las vueltas de una semana u otras clásicas que no están catalogadas como monumentos, pero que siempre regalan un espectáculo a los seguidores. Se levanta el telón y disfrutamos, también en estas pequeñas salas, de formidables actores y de tramas apasionantes.
Cada año, la Tirreno-Adriático, la carrera de los dos mares, eleva la emoción de la temporada ciclista. Bajo la nieve, Nairo Quintana (Movistar) consiguió este año una colosal victoria en esta prueba italiana. La portentosa ascensión del ciclista colombiano al Terminillo, en solitario, cual hombre de las nieves, abriéndose paso con poderío, es una de las escenas de este 2015 ciclista. Sobre ese sensacional triunfo en montaña cimentó el corredor del Movistar una victoria que consolidó en la contrarreloj final, que ganó Fabian Cancellara.
La París-Niza, que coincide en fechas con la Tirreno-Adriático, también fue muy emocionante este año. Allí Tony Gallopin perdió en la crono final una victoria que acarició gracias a un descomunal triunfo en solitario en la sexta etapa, en la que arrebató el maillot amarillo de líder a Michal Kwiatkowski. Lo tenía todo para llevarse la ronda francesa, pero Gallopin se vino abajo en la cronoescalada al Col d'Eze, donde Richie Porte (Sky) avasalló. Le acompañaron en el podio final Michal Kwiatkowski y Simon Spilak.
Un año más, resumir el 2015 ciclista pasa por rememorar victorias y éxitos de Alejandro Valverde. El corredor murciano del Movistar ha conseguido ocho triunfos este año, en el que se llevó su cuarto liderato del ranking World Tour. Alejandro el Magno conquistó la Flecha Valona, marcando el ritmo que quiso en la ascensión al muro de Huy, controlando la carrera, lanzando el ataque final cuando quiso y como quiso. Poderío colosal del corredor español, que sólo unos días después conquistó la Lieja-Bastoña-Lieja. El triunfo de Michal Kwiatkowski en la Amstel Gold Race fue otro de los hitos de la primavera ciclista, igual que la maravillosa Strade Bianche, que no es monumento ni falta que le hace. La clásica italiana volvió a ser una de las carreras más bellas del calendario. Stybar se llevó la victoria y Valverde, que fue el gran agitador de la prueba, acabó tercero.
También la Vuelta al País Vasco fue una obra teatral apasionante en esta temporada de espectáculo ciclista. Acabó la Itzulia con un desenlace inesperado, Joaquim Rodríguez asegurándose la txapela de líder nada menos que en una crono con final en Aia. Sergio Luis Henao y Jon Izagirre acompañaron a Purito en el podio final. La otra gran cita ciclista del año en Euskadi, la Clásica de San Sebastián, estuvo marcada por el fallo en la retransmisión televisiva, que nos dejó sin imágenes durante buena parte de la prueba, y por la victoria inesperada, sin saber que había ganado pues pensaba que otro corredor marchaba por delante de él, de Adam Yates. Su cara de asombro cuando le dicen que es él el vencedor es una de las fotografías inolvidables del 2015 ciclista.
En la Vuelta a Burgos asistimos a la presentación en sociedad de SuperLópez, el joven corredor colombiano del Astana que ganó con autoridad la cuarta etapa de una carrera que terminó ganando su compañero Rein Taaramae. La Vuelta a Castilla y León, marcada por el mal tiempo, dejó la victoria de Pierre Rolland y en la Vuelta a Andalucía se coronó Chris Froome, quien venció allí a Alberto Contador en su primer duelo del año.
El récord de la hora de Bradley Wiggins, quien se retiró esta temporada para volver al ciclismo en pista pensando en los Juegos Olímpicos del próximo año; la sorprendente irrupción de Ilnur Zakarin, flamante vencedor del Tour de Romandía; la victoria de Igor Antón en la Vuelta a Asturias; los nacionales de ciclismo controlados por los Movistar Alejandro Valverde y Jonathan Castroviejo; el oro de Luis León Sánchez en los Juegos Europeos; el aviso de Chris Froome a sus rivales del Tour en el Critérium Dauphiné o el triunfo de Alberto Contador en la Ruta del Sur son otras de las funciones teatrales que no podemos olvidar al hacer memoria de lo que nos ha dejado este 2015 a punto de marcharse.
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