Sagan se exhibe en su primer monumento

Sonriente y enfudado en el maillot arcoíris de campeón del mundo. Escapado en solitario, con tiempo para sabotear la Victoria en la edición centenaria de una de las clásicas más trascendentes del mundo. Culminando con un caballito en la bicicleta una exhibición colosal, tal vez la más apoteósica, por lo grandioso del escenario, de su brillante carrera deportiva. Puede que junto a su recital en Richmond que le dio esa túnica sagrada de campeón del mundo que tanto engrandece cada vez que se sube en una bicicleta para disfrutar. Como un niño que asume con toda la seriedad del mundo su diversión, sus juegos. Nada haya más importante. Así venció ayer Peter Sagan el Tour de Flandes, su primer monumento. Sin maldiciones ni pamplinas. Sin malas rachas de segundos puestos. Sin críticas posibles. A lo grande. Nadie me daba relevos, así que ataqué y me fui solo, dijo ayer en meta. Tan sencillo. Tan genial. 

Dedicó el corredor eslovaco su victoria a los corredores belgas tristemente muertos en las últimas semanas. Igual que se acordó del drama de los refugiados tras proclamarse campeón del mundo. Frívolo, showman, pícaro incorregible, pero también sensible. Amar el ciclismo y no idolatrar a Peter Sagan resulta tan incoherente como ser un cinéfilo convencido y no apreciar las películas de Woody Allen. Puede ocurrir, porque hay gente para todo, pero es difícil. Resulta extraño, del todo incompatible. Y no habla la devoción por este corredor sin techo a la vista que aquí hemos manifestado en los últimos años. O no sólo. Habla la constatación objetiva del carisma estratosférico de Sagan. Una estrella con todas las letras, en todos los sentidos del término. Un artista. Una bendición para un deporte necesitado de cracks dentro y fuera de las carreteras. Hacen falta ciclistas como Sagan, de los que hacen afición. De los irreemplazables. Uno entre un millón. 

Ganó Sagan la edición 100 de una clásica excepcional. Otro año más en las cotas y los adoquines belgas se saboreó el ciclismo en su versión más pura. Como quien vuelve a degustar un sabor de la infancia que creía perdido, las clásicas de primavera consiguen devolver a los amantes de este deporte esa pasión incontrolable y esa bendita locura que hacen al ciclismo un prodigio inclasificable ante el que uno sólo puede caer rendido. Como la explosión de la naturaleza por estas mismas fechas con la llegada de la primavera. Tan propio de esta estación como los almendros en flor son las grandes clásicas. La carrera de ayer fue particularmente floreciente y hermosa. Con Sagan como protagonista absoluto, pero no único.

El español Imanol Erviti (Movistar) sorprendió a todos con un comportamiento extraordinario en la clásica, la mejor de un corredor español que se recuerda en tan épico escenario desde los tiempos de Flecha. Entró en la escapada del día y se mantuvo en cabeza hasta que faltaban 18 kilómetros para el final. Consiguió terminar en la séptima posición. Hazaña que podrá contar a sus nietos. Y formidable exhibición de un corredor que ha sido gregario de grandes campeones, pero que también puede, vaya si puede, conseguir momentos de gloria en solitario. Para tomar nota de cara al futuro. 

Erviti asistió como actor relevante a la parte final de la carrera. La más emocionante. Un duelo portentoso entre Sagan, en la cabeza, y Fabian Cancellara, luchando a la vez contra el corredor eslovaco y por su hueco, aún más grandioso, en la historia. Aspiraba el ciclista helvético a conseguir su cuarto Tour de Flandes, lograrlo en su última oportunidad, puesto que esta temporada colgará la bicicleta. El ciclista del Tinkoff se marchó en solitario en la ascensión al Patenberg, último muro de la carrera belga. Dejó atrás a Vanmarcke(Lotto Jumbo NL) y al corredor navarro

Comenzó entonces el mano a mano en la distancia entre Sagan, presente y futuro de este deporte, y Cancellara, leyenda viva del ciclismo. El eslovaco apretó con fuerza, como si no hubiera un mañana, resistiéndose a un nuevo segundo puesto. Rebelándose contra los segundos puestos, contra ese seguimiento extremo con el que le dispensan sus rivales, que nunca dejaron de ver en él al gran rival en casi todos los escenarios. Cancellara, la locomotora suiza, puso la quinta marcha. Pero no logró acortar distancias ni dar caza a Sagan. Vanmarcke intentó ayudar al corredor suizo del Trek, pero nada pudieron hacer. Era el destino. Era Sagan persiguiendo su primer monumento. Ha tardado en llegar, pero lo ha hecho a lo grande: solo, de arcoíris y en la edición número 100 del Tour de Flandes. 


En la edición femenina, Lizzie Armitstead, también campeona del mundo como Sagan, se llevó la victoria. La realización de la carrera compaginó durante la parte final de la prueba de las mujeres su emisión con la de los hombres, a la que aún le restaban más de 100 kilómetros. Todo un ejemplo a seguir para fomentar el ciclismo femenino. 

Clasificación del Tour de Flandes
1    Peter SAGAN    SVK    TNK    6:10:37
2    Fabian CANCELLARA    SUI    TFS    +25
3    Sep VANMARCKE    BEL    TLJ    +28
4    Alexander KRISTOFF    NOR    KAT    +49
5    Luke ROWE    GBR    SKY    +49
6    Dylan VAN BAARLE    NED    CPT    +49
7    Imanol ERVITI    ESP    MOV    +49
8    Zdenek STYBAR    CZE    EQS    +49
9    Dimitri CLAEYS    BEL    WGG    +49
10    Niki TERPSTRA    NED    EQS    +49
11    Lars BOOM    NED    AST    +49
12    Geraint THOMAS    GBR    SKY    +49
13    Stijn VANDENBERGH    BEL    EQS    +56
14    Alexey LUTSENKO    KAZ    AST    +1:00
15    Tom BOONEN    BEL    EQS    +1:00
16    Daniel OSS    ITA    BMC    +1:02
17    Jurgen ROELANDTS    BEL    LTS    +1:16
18    Laurens DE VREESE    BEL    AST    +1:16
19    Jean-Pierre DRUCKER    LUX    BMC    +1:16
20    Scott THWAITES    GBR    BOA    +1:16

Matthews gana en La Rioja
Como cada primer domingo de abril, la atención del mundo ciclista se concentró en el Tour de Flandes, pero ayer también hubo ciclismo de primer nivel en La Rioja, donde Michael Matthews se llevó la victoria por delante del corredor ruso Sergei Shilov y de Carlos Barbero (Caja Rural-Seguros RGA). Hoy comienza la Vuelta al País Vasco

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Desde Perico no ha habido ningún corredor tan magnético. Sagan es especial. Te captura. Sufres con él. No te parece?
Alberto Roa ha dicho que…
Totalmente de acuerdo. Derrocha carisma. Es un ciclista muy especial. De lo mejor que le ha pasado al ciclismo en muchos años. Gracias por leer el blog. Un saludo.