Este viernes comienza el Giro de Italia. Momento grande de la temporada. Tras disfrutar de la primavera ciclista, con las grandes clásicas como referentes, es turno ahora de la primera gran vuelta del año. La más bella, la más dura. La más especial. La corsa rosa echar a rodar en los Países Bajos, el viernes. Tendrá tres jornadas de descanso. Y volverá a ofrecer un recorrido exigente, repleto de puertos de montaña, sobre todo en la parte final de una ronda en la que se batirán, entre otros, Vincenzo Nibali, Rigoberto Urán, Mikel Landa, Alejandro Valverde o Tom Dumoulin. Hoy y mañana analizaremos al detalle el recorrido de la carrera. Pasado mañana, favoritos y dorsales oficiales.
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| Etapa 1. Viernes, 6 de mayo. Apeldoorn-Apeldoorn. CRI. 9,8 kilómetros |
Una etapa prólogo por los Países Bajos, igual que el Tour del año pasado, dará el pistoletazo de salida al Giro de Italia. La corsa rosa sale de viaje, se expande, en un país que adora el ciclismo y se vestirá del color de la ronda transalpina para la ocasión. Apenas 9,8 kilómetros de batalla contrarreloj individual que servirá para vestir al primer líder de la carrera. Fabian Cancellara tienen señalada desde hace meses esta etapa en su calendario, pues el rosa es el único maillot de líder de gran vuelta que le falta.
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| Etapa 2. Sábado, 7 de mayo. Arnhem-Nijmegen. 190 kilómetros. |
Nueva jornada por los Países Bajos, propicia para el sprint. Corta, para lo que es costumbre en la ronda italiana, 190 kilómetros. Y con un único puerto de cuarta categoría en el perfil, pero demasiado alejado de meta como para pensar en un desenlace distinto al de la llegada masiva.
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| Etapa 3. Domingo, 8 de mayo. Nijmegen-Arnhem. 189 kilómetros. |
Curioso perfil, pues es dar la vuelta a la etapa del día anterior. Si aquella finalizará en Nijmegen y comenzará en Arnhem, esta seguirá el recorrido contrario. Nuevamente, territorio llano, donde lo más previsible es que los velocistas disputen una nueva volata, de esas que escasearán en la parte final de la carrera, cuando la montaña será el escenario más frecuente.
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| Etapa 4. Martes, 10 de mayo. Catanzaro-Praia a Mare. 191 kilómetros |
El lunes será la primera jornada de descanso, aunque ese término es más bien un eufemismo, porque los corredores tendrán que afrontar el traslado desde los Países Bajos hasta Italia. El martes se reanuda la carrera. Es llegar a tierras transalpinas y empezar a complicarse el recorrido. Un perfil mucho más escarpado, con constantes sube y baja, animará la parte final de esta cuarta etapa.
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| Etapa 5. Miércoles, 11 de mayo. Praia a Mare-Benevento. 233 kilómetros. |
La clásica etapa rompepiernas y maratoniana del Giro de Italia. 233 kilómetros entre Praia a Mare, donde concluye la jornada anterior, y Benevento. Orografía compleja, aunque no tanto como en la etapa siguiente,que ofrecerá el primer final en alto de este Giro.
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| Etapa 6. Jueves, 12 de mayo. Ponte-Roccaraso (Aremogna). 185 kilómetros |
En los Apeninos se vivirá el primer duelo entre los grandes favoritos a la victoria final en el Giro. Sexta etapa y primer final en alto, con una durísima e interminable ascensión a Roccaraso, donde está situada la línea de meta. Como se suele decir de las primeras etapas de montaña de las grandes vueltas, no sabremos tras el final de esta jornada quién ganará el Giro, pero probablemente sí tendremos algunos nombres de corredores que no podrán aspirar a la victoria.
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| Etapa 7. Viernes, 13 de mayo. Sulmona-Foligno. 210 kilómetros. |
El puerto Valico della Somma, situado a unos 40 kilómetros de meta, es el punto más conflictivo de la séptima etapa del Giro, que se acerca a su segundo fin de semana. Etapa de 210 kilómetros en la que se puede vivir un desenlace al sprint o una escapa que triunfe, sacando partido de las trampas que suelen presentar los recorridos en la corsa rosa, con dificultades donde menos se esperan.
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| Etapa 8. Sábado, 14 de mayo. Foligno-Arezzo. 169 kilómetros. |
Más montaña. La cima de Alpe di Poti está a poco más de 15 kilómetros de final en Arezzo, pero prácticamente no hay un metro llano desde que se corona hasta el final, por lo que quien saque ventaja subiendo y pueda mantenerla, o agrandarla bajando, puede lograr un buen botín de segundos.
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| Etapa 9. Domingo, 15 de mayo. Radda in Chianti-Greve in Chianti. 40,4 kilómetros |
Etapa trascendente de la carrera antes de la segunda jornada de descanso. La contrarreloj individual de 40,4 kilómetros debe marcar diferencias importantes entre los favoritos. Su perfil está lejos de ser llano, con ascensiones y descensos. Un perfil muy técnico y exigente. Jornada en la que los favoritos que mejor marchan contra el reloj, como es el caso de Rigoberto Urán o Tom Dumoulin, deberían sacar ventaja sobre sus rivales escaladores, que tendrán su ocasión de recortar distancias en las dos siguientes semanas.
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| Etapa 10. Martes, 17 de mayo. Campi Bisenzio-Sestola, 216 kilómetros. |
Las etapas posteriores a los días de descanso suelen ser peligrosas. Más aún si, como sucede con esta décima etapa del Giro, acaban en alto y presentan un perfil montañoso. No son puertos de extraordinaria dureza, pero tal vez sí suficiente para dar un susto a más de uno que se haya confiado en el día de parón.
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| Etapa 11. Miércoles, 18 de mayo. Modena-Asolo. 212 kilómetros. |
Como una tabla de madera lisa. Así es el perfil de la undécima etapa del Giro, hasta sus kilómetros finales. La subida a Forcella Mostacini y los repechos de ahí hasta meta pueden cambiar el previsible final al sprint de una etapa que, junto a la siguiente, compone una breve transición antes de la llegada de la montaña, de la que ya no se despedirán los corredores.
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| Etapa 12. Jueves, 19 de mayo. Noale-Bibione. 168 kilómetros. |
Menos dudas hay sobre le final de la duodécima etapa. Inusualmente corta para los estándares del Giro, 168 kilómetros, y sin ningún puerto, ni siquiera repecho, en el horizonte. Día para los velocistas.
Mañana, la segunda parte del recorrido de la corsa rosa, al detalle.
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