Comienza el Tour de Francia

Además de un portentoso espectáculo deportivo que celebra este año su edición 103, el Tour de Francia es también una insuperable plataforma de promoción turística. Mont Saint Michel, esa pequeña isla con una abadía en lo alto que, cuando sube la marea, queda completamente rodeada de agua, lo que hacía de ella una fortaleza inexpugnable en el pasado. El centro geográfico de la región de La Mancha recibe al año 3,2 millones de visitantes por su abrumadora belleza. Sin duda, no pocos de esos turistas descubrieron, como hicimos muchos, este fabuloso escenario natural en Normandía gracias al Tour de Francia. Desde allí echa a rodar el Tour de Francia de este año. 


Como no todo puede ser perfecto, el clima no acompaña del todo a los corredores. El verano no ha llegado todavía a Romandía. Con frío y probabilidades de lluvia empieza una edición de la ronda gala que se presenta, como siempre, apasionante. Primero, porque el Tour está por encima de cualquier coyuntura. Los corredores pasan, y contribuyen a la grandeza de la prueba, pero el Tour es ya una de esas pocas carreras con valor por sí mismo. Es la carrera ciclista con más seguimiento mediático, la que ven quienes no son amantes de este deporte, la que supone más presión para los corredores. El Tour es el Tour. Y eso, siempre, sea cual sea la participación o el recorrido, son palabras mayores

Pero es que, además, este año la participación es insuperable. Está Chris Froome, defensor del trono de París, el máximo favorito, el patrón de la carrera, la gran referencia de la prueba. Sobre él y su equipo pivotará este Tour. A ellos les acompaña toda la presión de partir como los más fuertes, y la responsabilidad de cumplir las expectativas. El resto de aspirantes, encabezados por Nairo Quintana, segundo el año pasado, deberá intentar dar un golpe de Estado para arrebatarle el poder al ciclista británico del Sky. Alberto Contador no parte esta vez ni como primer favorito ni como alternativa más sólida. Un papel nuevo para él y apasionante, que promete mucho. 

Después hay un amplio grupo de aspirantes, con Fabio Aru y Vincenzo Nibali liderando el Astana. Richie Porte (BMC), Romain Bardet (Ag2r), Thibaut Pinot (FDJ), Bauke Mollema (Trek) o Joaquim Rodríguez (Katusha) están entre ellos. 

La primera etapa, que se retransmitirá íntegra a partir de las 12:20, será llana, algo poco frecuente en el Tour, que casi siempre comienza con contrarreloj. La primera batalla por el amarillo será camino de la playa de Utah, escenario del desembardo de Normandía el Día D, y los contendientes serán los mejores velocistas del mundo. Marcel Kittel (Etixx-Quick Step) es el máximo favorito. Se enfrentará a su compatriota André Greipel (Lotto-Soudal), Mark Cavendish (Dimension Data), Peter Sagan (Tinkoff), Michael Matthews (Orica Bike Exchange) y John Degenkolb (Giant-Alpecin). Todo listo en Romandía para que empiece la fiesta ciclista de cada mes de julio. 

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