Matthews vence a Sagan

Las etapas posteriores a las jornadas de descanso en las grandes vueltas, como la de hoy, suelen ser peligrosas. Eso lo sabe bien Joaquim Rodríguez, quien perdió una Vuelta que estaba dominando con contundencia frente a Alberto Contador, en uno de los duelos más apasionantes que se recuerdan en los últimos años. Los protagonistas de aquella confrontación son hoy protagonistas, por distintas razones. Contador ha dado una rueda de prensa en Madrid, tras pasar un control medio después de su retirada. El ciclista de Pinto, que tenía los Juegos Olímpicos señalados como uno de sus objetivos para esta temporada, junto al Tour, se ha visto obligado a renunciar a ambos. 


El corredor del Tinkoff acudirá a la Vuelta Ciclista a España. Preguntado sobre lo ocurrido en el seno de su equipo durante la carrera francesa, el ciclista no ha querido entrar en polémica ni ha respondido al descontento de Oleg Tinkoff, el excéntrico millonario ruso que patrocina su escuadra, con la retirada del pinteño. Contador se ha limitado a reiterar que Kreuziger no cumplió las órdenes del equipo un día, y que después se acordó que el ciclista checo también disputaría la general, por su cuenta. Ahora a Contador le toca el reto de ganar una nueva Vuelta. 

El otro actor de aquel duelo precioso en la Vuelta de 2012, Joaquim Rodríguez, aprovechó la primera jornada de descanso del Tour para anunciar su retirada. No se esperaba, porque a pesar de su edad ha rendido en sus últimos años a un nivel excepcional. A final de temporada se marcha uno de los mejores corredores españoles de siempre. Ha coincidido con Alberto Contador, el mejor ciclista patrio de grandes vueltas desde Indurain. Y con Alejandro Valverde, el único ciclista (español y extranjero) que lo disputa prácticamente todo desde febrero hasta octubre. Y con Samuel Sánchez, campeón olímpico. Y con Óscar Freire, tres veces campeón del mundo. Purito forma parte de la generación dorada del ciclismo español. 18 temporadas después, colgará la bicicleta la eterna sonrisa del pelotón, la sinceridad en persona, la diversión, la profesionalidad. Un grande. 

El ciclismo le debe una gran vuelta. Es una forma de hablar, claro. Pero Joaquim Rodríguez ha estado muy cerca de ganar una ronda de tres semanas. Primero, el Giro, que perdió por un puñado de segundos frente a Ryder Hesjedal. Y después, la Vuelta, que le arrebató un excelso Contador. El palmarés de Purito no tiene una grande, pero sí tres triunfos de etapa en el Tour, dos en el Giro y nieve en la Vuelta. Ha sido tres años el mejor corredor del mundo del ranking de la UCI. También ha vencido dos veces en el Giro de Lombardía, primer español en ganar ese Monumento, y la Volta a Catalunya. La Vuelta al País Vasco o el campeonato español en ruta son otras de sus victorias. El palmarés habla por sí solo. Pero Joaquim Rodríguez también tiene algo que no dan las victorias ni las estadísticas, el carisma de su simpatía, su forma de ser, su llaneza. No le faltarán ofertas de radio para ser comentarista. Ojalá que le vaya bonito al ciclista catalán del Katusha que tantos buenos ratos de ciclismo nos ha regalado y que aún tiene mucho que decir en los JJOO y en este Tour. 

Y al Tour volvemos, porque la etapa posterior a un día de descanso suele tener mucha miga y esta no ha sido una excepción, con un final que se ha asemejado al de una mini clásica. Ha habido batalla en el comienzo de la etapa, exigente, hasta que se ha formado una fuga numerosa en cabeza con muchos sospechosos habituales de la ronda gala. El Orica-Green Edge fue ambicioso, con tres corredores presentes en la fuga, al frente de los cuales estaba Michael Matthews. El BMC lo fiaba todo a Greg Van Avermaet, quien ya sabe lo que es ganar y vestir de amarillo en este Tour. 

La escapada contaba con otros miembros ilustres como Boasson Hagen, quien perseguía la quinta victoria para el equipo sudafricano Dimension Data; Mikel Landa, Tony Gallopin o Vincenzo Nibali. El amo y señor de la fuga fue Peter Sagan. Él, con su reluciente maillot arcoiris de campeón del mundo, con la autoridad que le confieren su clase y sus dos victorias en este Tour, con su fabuloso estado de forma, ha sido el hombre a seguir. El jefe de la fuga. El rival a batir. Ha respondido el ciclista eslovaco a cada ataque, resignado a aceptar ese papel, el de hombre más fuerte allá donde va, el de adversario más temible. Esa responsabilidad le ha terminado pasando factura. No es fácil ser Sagan. El Orica ha sido inteligente, jugando a desgastar al ciclista del Tinkoff con ataques constantes de Impey que él se veía obligado a responder, porque ni Boasson Hagen ni mucho menos Van Avermaet estaban dispuestos a ayudar a Sagan para después perder un sprint frente a él. Esa labor de desgaste del equipo australiano ha sido exitosa y Matthews ha conseguido en un sensacional sprint su primera victoria en el Tour de Francka, triunfo que suma a los ya cosechados en Giro y Vuelta. 

Ha sido la décima etapa del Tour una jornada muy atractiva, aunque sin batalla entre los hombres de la general. Lo mismo se espera de la jornada de montaña, última antes del regreso de la montaña y los días decisivos con la ascensión al Mont Ventoux el jueves. 

Comentarios

Unknown ha dicho que…
A Purito le debe Valverde un mundial. Desde entonces me cuesta animar a Alejandro, lo intento pero me cuesta.

Fuera de discusión está que Valverde sea un superclase, un ciclista de otra época, irrepetible. Lástima ese lunar que ha emborronado la hoja de servicios de Purito.

Me sigo esforzando en perdonarle.
Alberto Roa ha dicho que…
Aquel Mundial se nos escapó de mala manera, pero son cosas que pasan. Gracias por leer y comentar.
Unknown ha dicho que…
Gracias a ti por escribir de ciclismo tan bien. Con la profundidad del que conoce este deporte porque ha sufrido mucho sobre la máquina. Se nota.

Te perdono que Vañverde sea tu preferido.

Viva el ciclismo! Viva Sagan!
Alberto Roa ha dicho que…
No tengo favorito. Todos son héroes. ¡Muchas gracias!