Quintana vence la Vuelta más colombiana


Ayer fue un día histórico para el ciclismo colombiano. Nairo Quintana se convirtió en el segundo escarabajo en ganar la Vuelta Ciclista a España, 29 años después de la victoria de Lucho Herrera. Pero es que además el ciclista del Movistar estuvo acompañado el el podio final de Madrid (precioso, todo un acierto lo de hacerlo coincidir con el anochecer y enfocarlo hacia la Gran Vía), por Johan Esteban Chaves. Fiesta máxima para los aficionados colombianos, que ayer llenaron las calles de la capital para celebrar el triunfo de sus suyos, el momento más dulce para el ciclismo de aquel país en muchos años. Y lo que les queda. 



Quintana suma su segunda gran vuelta. Su progresión es espectacular. Es sólo que es tan excelso escalador, tiene tantas cualidades y tanta capacidad para las vueltas de tres semanas, que parece que todo lo que no sea ganar el Tour es casi una decepción para el ciclista del Movistar. Pero lo cierto es que no para de crecer. Todo lo que Quintana no pudo exhibir en julio, muy por debajo de lo que se esperaba de él en la ronda gala, incapaz de plantar cara a Froome, lo ha mostrado en la Vuelta con todo su esplendor. Ganador de la etapa de Lagos de Covadonga, el corredor colombiano del Movistar ha rozado la perfección en esta Vuelta. El momento cumbre de la carrera, en el que certificó la victoria, no lo desencadenó él, sino Alberto Contador. Pero supo estar ahí y alimentar el golpe de mano a la carrera. Frío, inteligente y muy sólido en montaña, Quintana se lleva una Vuelta de muchísimo nivel, pues este se mide, sobre todo, por la calidad de sus rivales. Y el corredor colombiano ha vencido ante el ganador del Tour.

Chris Froome ha vuelto a cautivar en la Vuelta. Nadie, ni sus más firmes detractores, los que le caricaturizan como una maquina pendiente siempre de su potenciómetro, sin carisma ni garra, o peor, los que recelan de su dominio abrumador en el Tour inventando teorías de la conspiración, nadie, digo, podrá negar la exquisita educación del corredor británico del Sky. No es una estrella excéntrica, sino alguien cercano. En la Vuelta, además, lo que pierde de poderío, lo gana de cercanía. Es aquí donde muestra su lado más humano y donde revalida su amor por el ciclismo. El empeño por intentar ganar al fin la ronda española después de llevarse el Tour, carrera que justifica sobradamente cualquier temporada, muestra su grandeza. Este año perdió la Vuelta camino de Formigal, por la genial locura desatada por Contador. Arrasó en la crono y lo intentó hasta los metros finales en Aitana, en la penúltima etapa, pero al final tuvo que conformarse con la segunda plaza de podio. Por el bien de la carrera y de los aficionaos, ojalá Froome siga perfeccionado su español el próximo año en la Vuelta. Engrandece cada prueba en la que compite. 

El tercer ciclista de la general, Johan Esteban Chaves, ha seguido el camino inverso que la edición del año pasado. Entonces, comenzó de forma fulgurante, con victorias de etapa y vistiendo de rojo. Se le hizo eterna la carrera, pero aprendió la lección. Aquella Vuelta le sirvió al siempre risueño corredor colombiano del Orica-BikeExchange para demostrar (y demostrarse) que puede disputar una ronda de tres semanas. Lo comprobó en el Giro, donde fue segundo. Y lo ha vuelto a lograr en la Vuelta, esta vez yendo de menos a más. Flojeó más de lo esperado en el inicio de la carrera, pero tenía un as en la manga, su excepcional demarraje en la penúltima etapa, que le sirvió para desbancar a Alberto Contador del podio. 

Al ciclista de Pinto, que tuvo que abandonar el Tour por varias caídas, tampoco le ha acompañado la suerte en esta Vuelta, objetivo improvisado este año tras su abandono en la ronda gala. Tampoco goza ya Contador de su mejor estado de forma. Pero todas esas adversidades las suple el corredor del Tinkoff con su valentía y su forma de entender el ciclismo. Al ataque, siempre al ataque, agitó la carrera en la etapa por la que se recordará esta edición de la Vuelta. No ganó aquella etapa y se va de vacío de la carrera (ayer subió al podio a recoger el premio de la combatividad), pero importa poco. Ha vuelto a romper en pedazos una carrera, sigue apasionados por su deporte y tiene ganas de continuar dando guerra. No será, o eso parece, con el Trek. Se daba por hecho que ese sería su nuevo equipo, pero ahora no está tan claro. Contador  reconoció en TVE que puede haber sorpresas en su futuro. 

Sólo dos ciclistas han repetido triunfo de etapa en esta Vuelta. Gianni Meersman (Etixx-Quick Step) aprovechó la falta de grandes velocistas para ganar dos etapas al sprint, igual que Magnus Cort (Orica-BikeExchange), quien ganó ayer la última etapa en Madrid, dos días después de su victoria en Gandía. La única victoria española la logró David de la Cruz (Ettix-Quick Step), quien además acaba octavo la carrera. Hace 20 años, desde la edición de 1996 en la que los corredores suizos coparon el podio, que ningún ciclista español acaba entre los tres primeros en la ronda española. 

El conjunto Sky, Chris Froome (que recordó sus orígenes ganando en Peña Cabarga y también brilló en la crono) y Simon Yates dieron cuatro victorias al ciclismo británico. Los franceses Alexandre Geniz, Lilian Calmenaje y Pierre Latour; los belgas Jonas Van Genechten y Jens Keukeleire; el ruso Serguei Lagutin; los italianos Valerio Conti y Gianluca Brambilla, el suizo Mathias Frank; el holandés Robert Gesink y el luxemburgués Jean-Pierre Drucker son los otros ganadores de etapa de la carrera. 

También son nombres destacados de esta Vuelta Fabio Felline, ganador de la regularidad; Omar Fraile, del Dimension Data, ganador de la montaña, y Luis León Sánchez, quien ha perseguido sin premio pero sin descanso un triunfo parcial. Ha sido una Vuelta apasionante, con los mejores del mundo batiéndose en duelo hasta el final y con éxito de público en cada etapa. Una edición deslumbrante de la ronda española, otra más, donde vimos el espectáculo que faltó en el Tour, al menos en lo que respecta al duelo entre Quintana y Froome por la general. 

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